En la madrugada del 24 de junio se produjo el colapso de Champlain Tower South Condo en Surfside, Miami, un edificio de 12 pisos ubicado frente al mar. Entre los propietarios e inquilinos había uruguayos. La tragedia pone en foco el tema del control del mantenimiento de edificios.
Patricia Rey Kelly es uruguaya, licenciada en Bienes Raíces, y se encuentra radicada en Boca Ratón, Florida hace cerca de treinta años. En diálogo telefónico con La Mañana desde Estados Unidos, contó cómo llegó a vincularse con el real estate en Florida y analizó la tragedia de Surfside.
“Vine a Miami por medio de United Airlines y Eastern a hacer un curso de marketing, y empecé a trabajar acá en el rubro de turismo. Continué mis estudios y vi que al llegar al 1990 no iba a haber mucho campo para mí en el área, entonces comencé a estudiar real estate, porque me parecía una carrera interesante y viable para mi vida”, comenzó diciendo.
Patricia se dedica hoy al negocio inmobiliario vinculado principalmente a lo residencial, pero también se especializó en administración de condominios, y ha estado relacionada a la actividad desde hace cerca de treinta años.
“Todo esto me ha dado las herramientas para entender la trastienda y los horrores que se han cometido, por eso me toca de cerca esta tragedia, aparte por un sentido humanitario de conocer a una de las familias”, dijo respecto al derrumbe.
Uruguayos en la catástrofe
Consultada sobre la alta presencia de extranjeros en el edificio, Rey Kelly dijo que “el mercado acá es en un 90% vendedor, toda la gente ha aprovechado muchísimo en preparar sus casas que para el mercado internacional lógicamente son muy atractivas, porque las casas o apartamentos se alquilan enseguida, y para un extranjero es un dinero que, pagando los impuestos, los gastos comunes, y llevando un control de expensas se puede tener un buen rendimiento”.
Patricia contó de su relación de amistad con la familia Catarossi Ponce de León, uruguayos y argentinos que están entre las víctimas del derrumbe. “Nosotros estamos a 45 millas de lo que pasó en Surfside. Me toca muy de cerca porque conocía mucho a Gino Catarossi y a su esposa Graciela. Como las noticias hoy llegan de inmediato a cualquier parte del mundo, ya se habrán enterado en Uruguay, pero claro que la impresión es distinta y lo que te llevas sabiendo que esto pudo haber sido evitado es extremadamente doloroso, porque ha tomado la vida de muchas personas”.
“La noticia de que encontraron al cuerpo de Graciela (Ponce de León) me golpeó muy fuerte, ella adoraba a su hija y a su carrera. Era una persona muy especial, muy inteligente, toda una vida luchando para que una negligencia de otros se la lleve”, reflexionó sentida.
Un desastre a consecuencia de una mala administración
Analizando las posibles causas del accidente, la licenciada en bienes raíces con vasta experiencia aseguró que se trató de “un conjunto de eventos mal llevados” en una administración de un edificio que fue construido en el año 1981. “El edificio gemelo fue construido en el año 1982 y está llevado excelentemente, se nota la diferencia. La compañía que construyó ese edificio era de origen canadiense, el director ya no vive, pero de todas maneras seguían todas las ordenanzas que en ese momento se exigían en la ciudad de Miami Surfside. En realidad, son las que exige cualquier línea de construcciones en el estado de Florida, que los controla el condado y el estado”.
“La administración es lo que a veces arruina la construcción de un edificio, porque no hace preservación y mantenimiento como debería ser, utiliza los fondos en otras medidas. Yo he visto en administraciones de edificios que no sabías por dónde empezar, si empezar a investigar o a echar a todo el mundo y hacer que los dueños tomen conciencia de que el dinero que estaban cobrando no estaba designado al lugar y al concepto que se tomaba. Pero es una labor que lleva tiempo, y más con gente que está acostumbrada a que todo era así. Había muchas personas de edad avanzada y propietarios antiguos”, argumentó.
“Una gran parte de los dueños de esa asociación dejaban el apartamento para que oficinas de real estate locales lo alquilaran, pero en muchos casos puede que haya más gente extranjera, que no declaraba los ingresos que pudieran obtener por parte de esos apartamentos alquilados, y entonces alquilaban por amigos. Puede ser que haya mucha más gente perdida en todo este desastre”.
“Espero que esto sirva de ejemplo para que haya más control”
Una semana después del derrumbe, mientras se llevaban a cabo las engorrosas tareas de búsqueda de los desaparecidos, las autoridades temían que la inminente llegada del huracán Elsa comprometiera la parte del edificio que se mantenía en pie. “Las autoridades del condado de Miami-Dade apuraron la firma de la orden de demolición del resto del edificio en Surfside, aunque por suerte parece que la tormenta se está yendo hacia el oeste de la Florida, llegando quizá cuando toque tierra a la altura de Tampa. La zona que se procedió a derribar era la parte norte del edificio, que eran dos torres unidas con las zonas comunes, y la parte que se derrumbó fue la que unía a estos dos, por eso la gente que se salvó fue prácticamente toda la gente del otro sector de del edificio, y la parte que daba a la playa que contaba con cinco apartamentos por piso fueron los que se derrumbaron”.
“Asimismo la gente mayor que no estaba en condiciones de bajar rápido y levantarse a la una de la mañana, o de darse cuenta que algo sucedía y empezar a bajar las escaleras, no pudieron salir a tiempo. Hay muchas cosas que realmente son muy dolorosas de ver, que sucedieron por una negligencia de no llevar bien las cosas y dejarse estar, y son 135 familias que están sin nada. Lógicamente que por parte de las familias que han perdido seres queridos en este desastre, ya hay tres que han presentado demandas a la asociación y a la ciudad, porque la ciudad va a tener que responder por no hacer los debidos controles”.
“Espero que esto sirva de ejemplo para las autoridades que tienen la responsabilidad de ejercer el mantenimiento y la preservación de edificios de la costa, que traten de ejercer más control y que cambien las leyes, porque están obsoletas a la evidencia del paso del tiempo”, concluyó Patricia Rey Kelly.
TE PUEDE INTERESAR