El pasado viernes 23 de agosto tuvo lugar una jornada de campo sobre ganadería intensiva, en un evento enrolado en las actividades destacadas que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) organiza año a año y en todos los sectores.
La misma convocó a 270 interesados, entre productores, estudiantes, especialistas y también empresarios, que durante un ciclo de tres paradas y seis expertos, vieron de primera mano la logística y resultados de un sistema intensivo en pequeña escala, que incluía desde el engorde hasta el proceso previo a la faena, tocando también los temas de producción, alimentación, sanidad, pasturas, rotación de potreros y otros aspectos que hacen al manejo de los animales.
Tras el evento, Ernesto Restaino, sostuvo que “tuvimos un día soleado que ayudó a la convocatoria que tuvimos, con 3 estaciones que tuvieron sus temas importantes”.
Para Restaino, viendo el escenario de precios en la ganadería, el productor se vio interesado, con una demostración de pasturas y su gestión, con datos muy buenos para encarar, la otra parada involucraba los comederos individuales, pero también los datos de ayuno pre faena. La última parada involucraba al programa de invernada 365, que presentaba animales con ganancia de un kilo por día.
Aquí se despierta el interés sobre algunos conceptos y eso es lo principal, según coincidieron los técnicos presentes en el evento.
Ganadería 365
Una de las paradas que mayores preguntas recibió, por lo novedoso y óptimos resultados mostrados, fue la estación donde se presentó el sistema denominado 365.
Enrique Fernández, uno de los responsables del programa, sostuvo que se busca maximizar la eficiencia productiva, tratando poner en conjunto las prácticas de manejo nutricionales que mejoren los resultados en la conversión del alimento como del sistema en conjunto.
Lleva un año de funcionamiento, con alta productividad, en base alfalfa y cultivos, que algunos ya se utilizan para la alimentación animal, con terneros de destetes que salen al año como novillos gordos para faena, por eso se llama 365.
El sistema permite que los terneros ingresen al destete en otoño, se encierren en un corral de recría durante 120 días, con una dieta de enolaje hecho de las pasturas del sistema, maíz en forma de grano húmedo, también puede ser cebada, y una premezcla de núcleo vitamínicos. Esa es la base de la alimentación, apuntando a una ganancia diaria determinada.
En la primavera, hasta principio de verano, se los libera en pradera, pastoreando con una planificación ajustada en lo que es la asignación de forraje.
Hacia la última etapa del ciclo se los encierra en un sistema de finalización durante 120 días, apuntando a una ganancia de 1,3 kilos por día y estén prontos para faena al finalizar el periodo. En el último lapso se les asigna una alimentación idéntica a la del primer ingreso.
Instalaciones para engorde a corral y bienestar animal
En todo el tema de instalaciones, se recomienda tener buen piso, sacar el horizonte A y pasar a un pata de cabra, porque el barro resta kilos importantes al animal
“En estrés térmico, con corrales de terminación, tuvimos 150 gramos más, con 7% mejor de eficiencia y 15% mas de ganancia de calidad” explicó el técnico Alejandro Lamanna, quien hace un importante seguimiento a este programa.
Sobre esto, explicó que “el estrés térmico en Uruguay durante el verano, es moderado a bajo, para lo que es considerado en el mundo, lo que genera complicaciones y tenemos que estar pensando en darle una solución, para mejorar también el bienestar animal. Porque tenemos que ser buenos vendedores y cumplir con lo que nos piden los mercados más exigentes”
Manejo de pastoreo y elección de potreros.
El manejo de las pasturas y la elección de los potreros respecto al mejor momento de utilización estuvo dentro de las charlas presentadas a los asistentes.
El Ingeniero Agrónomo Fernando Lattanzi, sostuvo que se trata de un sistema simple, que implica una recorrida semanal de todos los poteros, que dura menos de una hora, para estimar cuanto pasto hay en cada uno, el número de hojas que tienen las gramíneas y el número de nudos que tiene la alfalfa.
En base a esto se pueden tomar decisiones importantes, como por ejemplo en que sección colocar al ganado, y si hay mas de un potrero listo, uno de ellos tiene que ir para reservas. Además, si al terminar la recorrida no hay potreros listos, quiere decir que está faltando pasto y hay que atender los motivos.
En ese predio que se realizó la demostración, el año pasado se cosecharon 4.700 kilos de pasto solo de pastoreo, mas 5.200 kilos de silo pack “que es una pila pasto”.
Los potreros son de 5,5 hectáreas en esa locación, pero lo recomendable es que tengan 20 há para optimizar los resultados y aumentar la carga.
Invernada Intensiva
Otro de los aspectos que marcó la atención de los asistentes fue el sistema de invernada intensiva, que se maneja con un proceso pastoril, con asignación de forraje entre 3 y 5% de pasto. El ganado es suplementado semanalmente entre 1% y 0,7% de lunes a viernes.
Se trata de animales que ingresan en otoño con 170 kilos, saliendo 18 meses después con 530 kilos.
Hasta el momento aquí se presentó una producción de 400 kilos de carne al año, con base de alfalfa y algo de cebadilla y rojo. Las alfalfas se están sembrando junto a festuca. Los técnicos responsables presentaron a este sistema como viable, pastoril y con bajo costo en cuanto a corrales.
Eficiencia de conversión
La actividad contó también con una presentación sobre el sistema de eficiencia de conversión. Para aplicarlo de mejor manera, se importaron equipos para suplementación individual y automática, que funciona en base a la caravana de trazabilidad del animal, con un suplemento asignado previamente por día.
Lo que se esta evaluando es la posibilidad de dosificar los marcadores digestibles, para medir el consumo de los animales. Esto permite estudiar la concentración y la digestibilidad, con datos que marcan una cuenta en base a la alimentación, conociendo así el consumo diario de cada animal tanto en ración como en pastura.
“Se toma acá el pesaje de los animales y la ganancia de peso, que permite que se pueda medir la eficiencia de conversión en cuanto a diferentes dietas” explicó Juan Manuel Clariget, responsable del estudio.
Se buscará en el año 2020 realizar este sistema directamente aplicado en las pasturas, para lograr curvas de relación entre los niveles de suplementación y niveles de pasturas, y así poder predecir la ganancia, el consumo y su eficiencia.
El ayuno pre faena y su impacto en los ingresos.
Por último, se realizó una presentación del impacto del ayuno pre faena, estudiado por INIA durante 3 años, atendiendo sí el tiempo de ayuna y el lugar, pueden afectar la calidad canal y de la carne y el estados de la hidratación de novillos y vacas.
En este lapso se comprobó el corto tiempo de ayuno y el largo tiempo de ayuno, estimados en un periodo de 3 a 5 horas y 20 a 24 horas, respectivamente.
Según contó a los presentes María Eugenia Canozzi, responsable del área, se hicieron determinaciones en órganos, en peso y en la canal, lo que deja en claro que el animal en corto tiempo de ayuno tiene mejores indicadores fisiológicos, porque consume más agua y tiene un valor de matocrito mas cerca de lo normal.
Lo mas importante de este ensayo es que encontraron diferencias en el peso de la canal, y eso es lo que recibe el productor, que se aprecia mejor en lotes con cortos tiempos de ayunos. Por lo tanto, el lote de animales que es embarcado en la madrugada tiene entre 3 y 3,5 kilos por encima por cada animal.
El transporte y el sacrificio de los animales presentan niveles de estrés importantes para el animal, y ese impacto debe bajarse. El animal en planta no consume agua y eso es lo que genera mayor impacto.