Desde hace cerca de dos años, un grupo de tacuaremboenses trabaja en el ambicioso proyecto de llevar adelante un Jardín Botánico en su departamento. Pese a las dificultades de la pandemia y los contratiempos, continúan con la ilusión intacta.
Daniel Arbelo es veterinario jubilado y director de la asociación civil Agüita, creada en 2018 con el fin de transmitir, guiar, motivar y apoyar el ecoturismo y variados emprendimientos orientados a la preservación del medio ambiente y a la conservación de los recursos naturales renovables. Andrés Berrutti es ingeniero agrónomo y también es de los socios fundadores de Agüita. Ambos se encuentran trabajando desde su génesis en el proyecto del Jardín Botánico.
“En marzo del 2020 me llamó desde Génova la arquitecta brasileña Maria Dalmira Andrade -miembro de la Associazione Protipicol-, ella había sido la gestora del proyecto URB-AL PAMPA en Rivera del cual formé parte, sobre ecoturismo y sobre uso y manejo de montes nativos. Ella se acordaba de mi trabajo y me llamó para ver si conocía alguna institución ambientalista, y en ese momento yo ya estaba en Agüita, que poco antes había empezado con un curso de guías de naturaleza, que derivó en la asociación civil sin fines de lucro que hoy tiene una cantidad de proyectos en ejecución”, comenzó contando Andrés a La Mañana.
“Nos dijo que la Unión Europea tenía fondos para proyectos ambientales en Uruguay, que podríamos presentar uno, consiguiendo dos o tres ONG que nos apoyaran en la iniciativa, y que ella nos apoyaba con dos ONG europeas con las que trabaja, una es la Associazione Protipicol, y la ONG Montes Claros de Portugal, que serían las garantes de que nosotros ejecutaríamos el proyecto a presentar”, dijo Berrutti.
El apoyo europeo que el Covid truncó
Entonces los integrantes de Agüita se propusieron a presentar un proyecto que tenían en mente desde un poco antes, recordó Daniel Arbelo: “El proyecto del Jardín Botánico surgió en Agüita hace dos años haciendo visitas a diferentes lugares. Cuando se formó la asociación civil fuimos al jardín botánico de Montevideo, y cuando volvimos de esa visita y en otras reuniones posteriores nos empezamos a preguntar por qué no un jardín botánico en Tacuarembó”. Ahí se comenzó a estudiar la viabilidad del proyecto y surgió el posible apoyo de la comunidad europea.
Entonces Aguita elaboró el proyecto y lo presentó en la Intendencia de Tacuarembó en la administración de Eber da Rosa, que lo recibió con entusiasmo y lo consideró de interés departamental, y a su vez lo elevó a la Junta Departamental. “El ahí nos daba 20 hectáreas de un terreno en el ex zoológico municipal (actual reserva), entre la ruta 5 y la vía del ferrocarril. Ese predio fue aprobado por la junta, que lo votó por unanimidad. Se hizo el proyecto con la comunidad europea, con el apoyo de otras ONG europeas”, manifestó Arbelo.
El ing. agrónomo Berrutti dijo que “después de trabajar cerca de un año intensamente, de conseguir la ayuda de GENSA (Grupo Ecologista y Naturista Sanducero), de pedir la ayuda de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico y espacios verdes de Montevideo, de conseguir mucha gente que nos apoyara, resulta que no salió el proyecto, porque con la pandemia la unión europea como toda la cooperación internacional restringió sus apoyos para volcarlos en ayuda sanitaria”.
Luego vino la elección departamental y cambió el intendente de Tacuarembó, pero todavía por el predio de 20 hectáreas no se había concretado el comodato de uso del espacio. “En Agüita pensamos que es fundamental la pata de la intendencia en el proyecto, porque es un proyecto de importancia departamental”, aseguró Arbelo.
“Por ahora estamos en ese trámite con la Intendencia por el lado de seguir la conversación con Wilson (Ezquerra, el intendente actual), que estuvo complicado por el covid y tuvo que suspender sus audiencias, hasta ahora no tuvimos una reunión con él, si bien ya la hemos pedido”.
Una apuesta a preservar la flora nativa
“Consideramos muy importante para el norte uruguayo que se haga un jardín botánico donde se trate sobre todo lo que es la parte de nativas. El desarrollo de todo eso va a tener que ser elaborado a nivel técnico, donde será fundamental la parte cultural. Pensamos todo lo que puede aportar a la docencia en el norte, nosotros lo que estamos haciendo son visitas a diferentes instituciones, estuvimos en UdelaR, el INIA, el Polo Tecnológico y en Escuelas, no queremos que sea un proyecto de Agüita sino de la sociedad tacuaremboense”, reflexionó Daniel Arbelo.
A pesar del parate generado por la pandemia en la instalación física del Jardín Botánico, el proyecto se encuentra en marcha con la parte social y cultural. “Pensamos en Tacuarembó como ciudad universitaria en la que se ha ido convirtiendo, con mucho aporte de la parte forestal, y vemos que todo eso es lo que fundamenta el proyecto en sí, que es un proyecto a largo plazo, que lo van a disfrutar nuestros nietos. Una de las ideas que manejamos es empezar a trabajar con la parte docente antes de instalado físicamente el botánico, haciendo charlas y reuniones con los estudiantes de las distintas ramas, además de desarrollar cursos y talleres con las distintas instituciones”.
“Hemos escuchado que por parte de la nueva administración se pretende cambiar el lugar del botánico, que actualmente sería en el ‘fondo’ del zoológico, pero ahora podríamos pasar al parque al lado del Balneario Iporá. A nosotros eso no nos cambia mucho, pero tenemos que saber dónde va a ser para luego abocarnos al diseño, hay que pensar primero la plantación de las diferentes especies, los ecosistemas, la construcción de viveros, un salón para realizar charlas y el resto de la infraestructura, y para eso dependemos de las particularidades del terreno que vayamos a ocupar”, consideró.
Sobre el impacto en la sociedad que tendría el proyecto, Arbelo agregó que “una de las cosas que tenemos proyectadas es fomentar para los montes de abrigo de la ganadería -que hoy se están utilizando eucaliptus y pinos-, se utilice flora nativa para la reforestación, como así también para las costas de arroyos. Son proyectos que tenemos en mente y estamos trabajando para llevar adelante”.
“Es un proyecto que articula con todas las instituciones de Tacuarembó, y todo esto lo fuimos presentando antes de las elecciones a todos los partidos, cosa que no se le pueda dar un marco político, que no sea un proyecto de uno. Además, cuando lo presentamos a la Intendencia lo hicimos con 500 firmas de tacuaremboenses”.
A pesar de los contratiempos que han tenido en el transcurrir de los últimos dos años, el Ing. Agr. Berrutti concluyó diciendo: “tenemos un vínculo muy estrecho con toda la gente con la que trabajamos, y Miroca (Maria Dalmira) Andrade sigue con una idea muy firme de conseguir medios para el Botánico. Tenemos el predio, tenemos el apoyo de la Junta, hemos hablado con el Ministerio de Ambiente, y tenemos mucha ilusión de conseguir los medios para llevar adelante el proyecto del Jardín Botánico de Tacuarembó”.
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