¿Tu pasión?
La cosmetología.
¿Tu primer trabajo?
Mi primer trabajo fue como promotora en eventos, mientras terminaba el liceo. Luego comencé la facultad de medicina y después de dos años decidí cambiar por una tecnicatura dentro de la facultad. Comencé una segunda carrera, como cosmetóloga en el hospital de clínicas y a la par un curso particular dentro de la misma rama.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
Que nadie te diga qué decisiones tomar, cómo sentir, cómo vivir. Si sentís que este es tu camino, transítalo con libertad y amor, poné toda tu atención y entrégate a hacer lo que te gusta. Y nunca dejes de aprender. Esto te va a ayudar a crecer como profesional y como persona.
¿Cómo surge tu inspiración?
Cuidarse a uno mismo va más allá de ir a las consultas médicas para controlar algún dolor o para hacerse algún chequeo. La piel es un órgano muy importante al que también hay que prestarle muchísima atención. Puede que muchos consideren que esta profesión va de la mano con la pura belleza exterior y la apariencia, pero también trata de autocuidado y amor a uno mismo. Por ejemplo, todos sabemos que envejecer es un proceso de la vida difícil porque nos cuesta aceptar que ya no vamos a tener la vitalidad y la piel de cuando éramos jóvenes. Por eso, veo mi trabajo como una forma de recordarles a las pacientes su juventud, mostrarles que no es demasiado tarde y que pueden tener la piel igual de linda que años atrás.
¿Contra qué defectos luchas?
Estoy en el camino de aprender a no luchar en contra de ellos. Todo lo contrario, lo hago poniendo mi atención en escucharme, en sentir mi cuerpo como un todo y aceptar mis defectos y virtudes.
¿Tu lugar en el mundo?
Mi lugar en el mundo es Rocha. La naturaleza, los atardeceres y la salida de la luna; creo que son cosas que podría disfrutar en cualquier parte del mundo.
¿Un referente en tu vida?
Mis abuelos maternos, Concheta y Mario. Ellos supieron dejar un legado excepcional en la familia: la superación, el respeto y la dignidad. Hicieron lo que pudieron con lo poco que tenían y este es el lema de mi vida: “Hacer lo que puedo con las herramientas que tengo”
¿Una asignatura pendiente?
Cada día ser mejor madre. Otra es demostrarles más amor a mis vínculos.
¿Un valor fundamental?
La fidelidad, la consideración y el respeto. Primero hacia mí para poder serlo con el resto de las personas.
¿Qué es la felicidad para ti?
Estar en el momento exacto en el que estoy haciendo algo que me lleva a buscar lo que deseo. También es dar y recibir. Es intentar ir por un “sí” ya que el “no” está siempre presente.
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