El representante dialogó con La Mañana acerca de los avances en el tratamiento del proyecto de ley que elaboró con el fin de reformar la Ley de Usura. El objetivo que persigue es disminuir las “abusivas” tasas de interés de aquellos que acuden al crédito, que muchas veces no logran hacer frente a las excesivas deudas.
En diciembre comenzó a tratarse en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados el proyecto para reformar la Ley de Usura. ¿Cuál es la importancia de su regulación?
Luego de que los bancos compraran la mayoría de las financieras, integraron las operaciones de venta de cartera de las mismas a su unidad de negocio. Eso hizo que la tasa media bancaria se elevara casi al triple y que por ende aumentara la tasa de usura, incrementándole los intereses a la gente.
Cuando nosotros convocamos al Banco Central (BCU) a la comisión para empezar a trabajar en esta iniciativa, le planteamos al presidente del organismo (Diego Labat) que nos parecía que la Ley de Usura no permitía que los bancos incluyeran dentro de su unidad de negocio los resultados de las financieras de su propiedad. Las autoridades del BCU comentaron que estaban de acuerdo con nuestra visión y que la ley era bastante clara al respecto.
A raíz de esto, a principios de este año, el BCU sacó una resolución y les anunció a los bancos y a las financieras que a partir de enero del 2022 no va a permitir más esa operativa. Es por ello que, desde ese momento, las operaciones que se hagan en las financieras de los bancos ya no se van a computar para el cálculo de la tasa media bancaria, que es la madre de todos los males.
¿Lo que se busca es cumplir con la ley vigente?
Exacto. Al haber comenzado el tratamiento del proyecto y tras la presión que el Poder Legislativo ejerció sobre el BCU, este sacó una resolución que va a generar efectos en la tasa de interés en la medida que se cumpla con la ley, cosa que no estaba sucediendo en la anterior administración.
A su vez, eso hizo que los bancos privados y las financieras entablaran un recurso contra este decreto, porque simplemente con que el BCU no permita que las financieras incluyan en el cálculo de la tasa media bancaria las operaciones de venta de cartera, se estima que la baja en la tasa de interés va a estar en el entorno del 40%, que es muchísimo.
La semana pasada usted se reunió con Labat por este tema. ¿Qué objetivos tenía ese encuentro?
La aspiración que tengo es que una vez que se termine con la Rendición de Cuentas, podamos fusionar o acercar esta iniciativa a la de Cabildo Abierto (CA) y abordar el tema rápidamente. En ese marco fue que yo empecé a hacer gestiones con quienes están al frente de la conducción económica para ver cuál es el compromiso real que el gobierno tiene en esta materia.
Por eso, para conocer la posición del Poder Ejecutivo y de los principales instrumentos, es decir, el BCU y el Ministerio de Economía, en relación al proyecto, mantuve un encuentro con Labat, y el jueves me estaré reuniendo con la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.
¿Cuál fue la respuesta de Labat acerca de su iniciativa?
Labat reafirmó la posición de que se requiere una ley. Además, la necesidad de reformar la Ley de Usura está en la línea de lo que él piensa. En particular, me importaba mucho saber sobre la resolución del BCU que, como decía, cambia la forma de calcular la tasa media bancaria en Uruguay.
El objetivo que yo persigo con el proyecto es bajar la tasa de interés que pagan los uruguayos. Lo que nosotros consideramos es que el cálculo que hoy acepta el país, en base a lo que se cobra de interés, raya la usura. No solo eso, sino que la ley acepta como norma lo que se cobra, pero estamos convencidos de que eso es usura y que no se debería permitir.
En otro orden, con el BCU también coincidimos en la necesidad de regular la publicidad engañosa. Hoy en todos los medios hay una cantidad de propagandas de financieras y en su totalidad son engañosas; ninguna está cerca de lo que en realidad le terminan cobrando a la gente.
¿Le interesaría establecer contactos con los bancos por este asunto?
Sí, pero soy consciente de que con los bancos estamos en veredas opuestas en la medida de que lo que nosotros pretendemos es bajar la tasa de interés que se le cobra a la gente y ellos esperan seguir cobrando el máximo interés posible. No vamos a estar en la misma línea.
¿Cómo ha sido la respuesta de la gente frente al proyecto de ley?
Sin lugar a dudas tenemos el apoyo de la gente. Este es un país que tiene una tasa de inflación que no llega a dos dígitos y la ley les permite a las financieras cobrar intereses por encima del 240%. Prácticamente no existe otro negocio con este nivel de ganancia, que les pega a los más desprotegidos, que son a quienes incitan de manera permanente a endeudarse.
Miles de usuarios nos cuentan constantemente que reciben llamadas telefónicas de estudios de abogados que, a través de mentiras, intentan cobrarles de todos los modos posibles, diciéndoles cosas inciertas y fuera de lugar, aprovechándose de una posición dominante y acosando gente que en muchos casos termina muy mal.
¿Cuál es la opinión que le han manifestado los otros partidos sobre su propuesta?
Hay cierto acuerdo general por parte de CA, el Partido Independiente está en la misma línea, el Partido Colorado nos ha manifestado su intención de acompañar la iniciativa y desde el Partido Nacional no hemos tenido una respuesta oficial, sí opiniones de distintos legisladores. Por ahora, nadie se ha posicionado en contra.
Todos los legisladores lo vemos como un problema y en ese sentido hay un compromiso general, pero nos gustaría que pudiéramos avanzar mucho más rápido. Hay varias personas que lo apoyan en forma pública, pero la realidad es que desde diciembre del año pasado que empezamos a tratar el proyecto y sigue durmiendo en el mismo lugar.
¿El Frente Amplio (FA) también apoyaría la iniciativa?
Esto está en discusión y se ha reconocido el problema, pero estuvieron 15 años y, desde nuestro punto de vista, gran responsabilidad de que hayamos llegado a esta situación ha sido la gestión del FA, pero, sobre todo, del BCU, permitiendo cosas que la ley prohibía.
Por ejemplo, se posibilitó que los bancos privados compraran el 100% de las financieras, que hoy controlan el 95% del mercado de créditos al consumo. Asimismo, el BCU autorizó la incorporación de la venta de cartera de las financieras al cálculo de la tasa media bancaria y eso hizo que esta se multiplicara, llegando a tasas de usura de más del 240%. Eso es responsabilidad exclusiva de la conducción del BCU de los últimos 15 años.
Mencionó que le gustaría acercar este proyecto al de CA. ¿Qué opinión tiene sobre el mismo?
Lo que plantea el proyecto de CA, básicamente, es la posibilidad de la quiebra de personas –así como hoy existe la de empresas– y que eso le permita a una franja importante de la población salir del endeudamiento. La iniciativa “ataca” la situación de las personas, que es el mismo objetivo que nosotros perseguimos, por lo cual vamos a intentar conciliar las propuestas. Tenemos dos intenciones que son diferentes en cuanto a lo legal, pero la finalidad es que esta industria financiera sea más justa para los uruguayos.
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