Los perros sin dueño se multiplican en el medio rural y las jaurías hambrientas que se conforman salen tras las presas haciendo daños irreparables en la mayoría de los casos. Eso es lo que sucede en la zona rural conocida como La Macana en las cercanías de la ciudad de Florida, dónde una de estas jaurías se guarece entre el monte y la costa, teniendo a los vecinos en vilo cada vez que se hace la noche.
Sorpresa y dezason fue lo que experimentó Juan Miguel Velázquez, pequeño productor ovino cuando se percató de la muerte de veinte ovejas y ocho corderos en manos de esta jauría de perros. No es la primera vez que sucede un hecho de estas características en esa zona del departamento.
“Me dejaron en la lona” se lamentaba Velázquez al hablar con La Mañana, viendo como en unos minutos se desvanecía el trabajo de 7 años. La majada estaba compuesta por 32 animales Corridale entre el carnero, las ovejas próximas y algunos corderos. El propietario evaluó las pérdidas económicas en U$ 100 mil sumado a los siete años de trabajo desintegrados por esta jauría.
La familia Velázquez produce ovejas destinadas a madres y “vamos sacando corderitos para progresar y para tener para la familia en el consumo propio” indicó el productor perjudicado.
ROTWEILLER
Uno de los ejemplares que mató a estos animales es de la raza Rottweiler, “este está entrenado, una vez me quiso atacar a mi y a un vecino de la zona” agregó el productor.
Esta jauría de perros se originó cuando unos monteadores desarrollaron actividades en la zona y dejaron unos cachorros que se criaron solos. Conocedores de los movimientos de la zona “ahora están metidos en la costa, ahí viven durante el día y de noche cuando tienen ganas de matar, saben dónde atacar”.
Desde hace siete años la pareja vive a 3,500 km de la ciudad de Florida en la zona rural conocida como La Macana. Iniciaron la actividad con dos ovejas y de esa manera fueron haciendo crecer la producción.
La familia Velázquez explota 11 hectáreas destinadas básicamente a la producción ovina, aunque comparten el predio algunos vacunos. Explicó que las ganancias del emprendimiento son para sustentar los gastos de la familia que aunque no es mucho, se suma al de sus actividades como alambrador y domador.
La Macana es una zona rural con buen índice de población integrada por pequeños emprendimientos como el de Juan Miguel. Ladrilleros, pequeñas empresas de servicios de retro, horticultores, pequeñas producciones agricolas destinadas a producción de fardos o productores ovinos, vacunos y avícolas componen esta comunidad.
Según contó Velázquez la presencia policía es buena en la zona, e inmediatamente de conocer el hecho concurrieron al lugar. “Salimos a rastrillar a ver si dábamos con los perros” pero “no tuvimos suerte” explicó el productor.
El damnificado reclama herramientas legislativas para “que nosotros nos puedamos agarrar de algo” y que estos hechos no se repitan. Señaló que para recomponer la majada debe realizar otras actividades que le permitan reunir un dinero y comprar animales.
En las próximas horas los vecinos planeas reunirse para tomar medidas al respecto. Además “estamos intentando entre los vecinos hablar con alguna autoridad que tenga peso” para encontrar una salida a esta situación que afecta a esos pequeños productores floridenses.
TRES MAS
A pocos kilómetros del lugar otra familia perdió tres ovejas atacadas por perros sueltos. El panorama fue desolador en la mañana de hoy cuando se percataron del estado de los animales dónde “la que no está desnuda está quebrada o muy mal herida” dijo Norma Díaz una de las propietarias. La primera de ellas (la desnuda), fue tal la voracidad de estos perros que le arrancaron el cuero entero.
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