El robo de cables y transformadores de cobre no es un problema nuevo en Uruguay, pero este delito se incrementó durante los años 2020 y 2021, entre otros motivos, porque el precio de ese metal se disparó en los últimos tiempos. Las empresas estatales de electricidad y telecomunicaciones deben asumir millonarios costos de reparación por la infraestructura desmantelada.
En las últimas semanas la policía detuvo a varias personas vinculadas al robo y al mercado ilegal de cobre en distintos puntos del país, principalmente en la capital. Recientemente se incautaron 600 kg de cables en distintos procedimientos en depósitos de compraventa de chatarras y en intervenciones realizadas tras denuncias recibidas por el 911, por continuos robos de los cableados de cobre. En un depósito de la calle Coronel Belinzon (Barrio Ituzaingó) se encontraron 490 kg de cables de cobre; en otro depósito ubicado en Manga la Policía halló 68 kg; mientras entre dos depósitos de Jardines del Hipódromo incautaron 22 kg.
En junio, una larga investigación de la Zona Operacional II derivó en ocho allanamientos en la zona de Malvín Norte donde ubicaron un depósito de chatarra con 500 kilos de cable de cobre; aunque allí también se encontraron varios objetos robados, droga y autos desarmados. En este caso, el detenido fue condenado a 12 meses de prisión por el delito de receptación de cable robado.
Desde el Ministerio del Interior (MI), el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elia, afirmó que, si bien, no es una modalidad nueva, se incrementó durante los meses de pandemia, sobre todo en Montevideo. Aseguró que recibieron 300 denuncias de robos de cableados de Antel y UTE en los primeros cinco meses del año. Aunque no hay cifras detalladas, en los últimos meses también fueron varias las denunciadas de robo de cables en distintos puntos del país como Rivera, Paysandú, Durazno, Maldonado, Lavalleja, Soriano, San José y Canelones.
Grandes pérdidas para las empresas estatales
La preocupación de las autoridades por este delito data, al menos, del período entre 2003 y 2006, en el que el precio del cobre dio un gran salto. Pero fue recién en 2013 que el Parlamento aprobó una ley (19.138) que creó el “Registro Nacional de Industrializadores y Comercializadores de Cobre” para fiscalizar la actividad.
Si bien el cruzamiento de datos entre el Ministerio de Industria y la Policía ha logrado desbaratar a varias organizaciones que se dedican a esta ilegalidad, el delito de robo de cables sigue preocupando tanto a autoridades como vecinos.
Jerarcas del Ministerio del Interior y representantes de las empresas más perjudicadas por esta modalidad delictiva (Antel y UTE) advirtieron sobre un incremento del hurto de cables de cobre durante 2020 que continuó durante los primeros meses de 2021.
El año pasado se hurtaron unos 11.600 kg de cables de UTE y 3.300 de Antel, registrando un récord de más de 56.000 metros de cableado robado en 2020.
En el primer cuatrimestre de 2021, Antel registró 212 robos o vandalizaciones de cables que afectaron el servicio de 12.540 clientes, lo que implicó que el ente estatal tuviera que desembolsar más de US$ 500.000, entre materiales, recursos humanos y beneficios para los clientes afectados por el corte del servicio.
Sobre esta situación advirtió el Sindicato de Telecomunicaciones de Uruguay (Sutel). Denunció el “ataque reiterado que sufre la infraestructura” de Antel y advirtió que en los últimos tiempos son “innumerables” los robos que se efectuaron de la red de cobre y de la fibra óptica. “Nuestra preocupación radica en el desabastecimiento de los servicios para con nuestra población en momentos donde las comunicaciones son fundamentales para una cantidad de actividades (educación, trabajo, telemedicina, entre otras)”, señaló Sutel en un comunicado.
Por su parte, desde UTE afirmaron que durante 2020 la empresa gastó US$ 300.000 en reposiciones por concepto de hurto. Aseguraron que reciben un promedio de diez denuncias por día de hurto de cables de la red del tendido eléctrico solo en Montevideo, pero estas cifras aumentaron entre abril y mayo.
Uno de los motivos principales fue el incremento del valor del cobre en el mercado de metales. El precio internacional del cobre empezó el año en US$ 7,74 el kg, pero en pocos meses el precio se elevó considerablemente. Superó los US$ 9 a mediados de abril, y llegó a su precio récord: US$ 10,72 el 10 de mayo pasado. Actualmente el valor está en US$ 9,58 el kg, según datos del día lunes 26 de julio. No obstante, en el mercado negro uruguayo y en las plataformas de venta de Internet, los comparadores de cobre ofrecen hasta 200 pesos uruguayos por kg.
Incremento de los hurtos
En abril de 2021 UTE registró la mayor cantidad de metros robados de la historia, con casi 10.000 metros en tan solo 30 días. Si se tiene en cuenta el primer cuatrimestre, la cifra supera los 29.000 metros hurtados. Sin embargo, estos casos siguieron incrementándose durante el pasado mes de mayo.
En su cuenta de Twitter, el director nacionalista de UTE, Felipe Algorta, aseveró que durante mayo de 2021 hubo un promedio de 34 hurtos de cables por día solamente en Montevideo, los que totalizaron unos 1.054 robos en el mes. El jerarca aseguró que estos hechos generan un “daño severo” al país, e instó a la población a que denuncien al 911 si se encuentran frente a un robo de esta índole.
Al realizar la denuncia en el acto que se detecta el ilícito, muchos casos se aclaran en el mismo momento que se está efectuando el hurto de cables. Por ejemplo, en Nuevo París, la denuncia realizada por una vecina –que advirtió un corte de luz en su casa y en frente a su vivienda vio a un hombre bajando de la columna del alumbrado público con un rollo de cable– permitió detener al autor.
En otros casos, si bien la policía no logra encontrar al delincuente in fraganti, las denuncias permiten dar con la persona involucrada en distintos robos, ya que a menudo, al ser interceptados en la vía pública, se les encuentra el material robado y herramientas específicas para desarrollar esta actividad delictiva.
En algunos casos roban o destrozan grandes transformadores, por los que obtienen más de 100 kilos del metal que luego venden en el mercado negro. En abril, se formalizaron a tres personas al detectarse que el dueño de una chatarrería de Parque del Plata recibía el cobre robado de personas que se dedicaban a sustraer dicho metal de transformadores hurtados en La Floresta. A su vez, en un campo cercano a la localidad de Baygorria (Durazno), se detuvieron a dos delincuentes –que luego se formalizaron–, cuando se encontraban desarmando un transformador de 500 kg, que intentaban cargarlo a un camión.
Un delito con alto riesgo de vida
Además de las penas judiciales previstas, el robo de cables de alta tensión representa un riesgo de vida para los delincuentes, ya que muchas veces terminan muertos a raíz de una descarga eléctrica o con serias lesiones por electrocución. Tal fue el caso de un hombre que resultó con politraumatismo severo por electrocución tras intentar robar cables de un transformador en Ciudad del Plata.
Pero otros individuos no tuvieron la misma suerte y fallecieron durante el hecho. En enero, un joven de 24 años murió electrocutado tras intentar cortar un cable de 6.000 voltios del tendido eléctrico en la zona del barrio Nuevo Lecocq.
El último caso fatal ocurrió en Maldonado en la noche del viernes 18 de junio. La policía fernandina informó que recibió un llamado que daba cuenta de un transformador de UTE en llamas y al lado un hombre que yacía quemado. Según los elementos encontrados junto al fallecido, el hombre se habría colgado de una columna de 12 metros de altura con la intención de sustraer el cobre y allí recibió una descarga eléctrica que lo fulminó.
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