El pasado sábado 31 de julio se realizó el acto de oficialización de inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial a “La obra del ingeniero Eladio Dieste: iglesia de Atlántida”, por parte del Ministerio de Educación y Cultura y la Iglesia católica de Canelones. El Comité de Patrimonio Mundial reconoció el Valor Universal Excepcional de la obra de la Parroquia Cristo Obrero y Nuestra Señora de Lourdes, considerada por los expertos como un ejemplo emblemático de la aplicación de una nueva técnica constructiva, la cerámica armada, que Dieste desarrolló a partir de una tradición milenaria.
En horas de la mañana, el obispo de Canelones Heriberto Bodeant celebró una misa en acción de gracias por el acontecimiento. Allí resaltó la imagen de Cristo Obrero, “la mayor parte de la vida de Jesús estuvo inmerso en el mundo del trabajo, y tiene respeto por el trabajo humano. Así es que el nombre de esta parroquia recoge la historia de Estación Atlántida, siempre vinculada al trabajo. Buscando acercar ese mundo a Cristo, los esposos Giudice y Urioste recurrieron a Eladio Dieste y así nació el proyecto de esta iglesia. Paradójicamente pensando en el significativo reconocimiento que esta obra acaba de recibir, se trataba de un proyecto económico. Eladio Dieste, hombre creyente, vivió esa dimensión espiritual del trabajo como participación en la obra de Dios, pero buscó también que cada uno de los obreros participaran en ella”.
En el acto protocolar, el párroco de Atlántida, Luis Díaz, destacó el importante acontecimiento para la Iglesia católica uruguaya, que “nos motiva a vivir con una memoria agradecida hacia los donantes de la iglesia, Alberto Giudice y Adela Urioste, que transmitieron su fe a varias generaciones y apoyaron a la comunidad, y propiciaron la construcción de esta parroquia bajo la dirección del Ing. Eladio Dieste, a quien tuve el gusto de conocer. Un hombre de fe, que supo arriesgar, creativo, que proyectó y llevó a cabo esta hermosa obra que ha tenido desde los comienzos proyección internacional”.
Por su parte, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, dijo que “honrar la memoria de Dieste es honrar el valor del trabajo”, mientras saludaba a Vitorio, al igual que el párroco que en su discurso saludó a su tío, Miguel, y a Marcelo, constructores del templo. El intendente asimismo resaltó el trabajo coordinado de diez años entre la Iglesia, la Intendencia, el Municipio y Patrimonio Nacional para llegar a esta instancia. La directora de la Oficina Regional de UNESCO en Montevideo, Lidia Brito, por su parte resaltó “la celebración de la vida y todo lo que ha contribuido la obra de Dieste para el arte, la estética y la arquitectura. No era solamente la obra, sino también la persona, su creatividad, su humanidad, su sentido de estética, su capacidad de hacer más cosas con menos, y su relación con los obreros; eso es Patrimonio Mundial, algo que es vivo para la comunidad a la que pertenece”.
El ministro de Educación y Cultura agradeció el arduo trabajo realizado por tres períodos de gobierno diferentes que lograron la declaración de Patrimonio Mundial de la Parroquia, a la vez que destacó que “Dieste no sólo construía para responder a necesidades, que por cierto lo hacían –una parte grande de las obras de Dieste tienen que ver con el Uruguay productivo–, pero eran obras que agregaban belleza al entorno. Por eso hago votos para que este homenaje sea también un llamado para recuperar esa sensibilidad y responsabilidad hacia la comunidad que se expresan en obras como esta”.
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