Muchos niños son internados en INAU por serios problemas económicos en el hogar. El artículo 235 del proyecto de Rendición de Cuentas permitirá efectuar transferencias monetarias a las familias de origen, con un protocolo y seguimiento por parte de la institución. En entrevista con La Mañana, Velázquez alertó sobre gastos fuera de control en la anterior administración.
¿Qué cambios introdujo la LUC en la gestión del INAU?
Los cambios incorporados en el código de la niñez a raíz de la ley 19.889 permiten al juez el prescindir de la selección de la familia adoptiva por parte del INAU, en aquellas situaciones en la que un niño esté integrado a un núcleo familiar, siempre que la tenencia haya comenzado en forma lícita.
Otro cambio importante que se establece en la ley 19.889 es el de fijar un plazo máximo de 18 meses para la valoración de las familias que quieren adoptar. Los tiempos de valoración de las familias al comienzo de la gestión eran de entre 48 y 60 meses (4-5 años). Actualmente, en base a mejoras de la gestión por parte del área de adopciones ya se han disminuido estos tiempos a 24-34 meses. Se estima que con la incorporación de nuevos sicólogos que se ha concretado este mes, se continuarán bajando estos tiempos.
El año pasado mencionaba el grave problema de los bebés que son abandonados en el Pereira Rossell y la falta de capacidad del INAU para alojarlos. ¿En qué se encuentra esta situación?
Hemos tenido una notable mejora, porque muchos van a hogares de acogida y no a centros del INAU. Estamos promoviendo las familias de acogimiento y realizaremos una campaña en breve, al igual que para adopciones. Pero en la Rendición de Cuentas hay un artículo que será muy importante para el instituto. Es el que permite efectuar transferencias monetarias a las familias de origen. Es un sistema similar a las familias de acogimiento, a las cuales se les paga por cada niño que tiene en su hogar. La Rendición de Cuentas nos habilitará a realizar lo mismo con los padres biológicos, porque hay niños que terminan internados en INAU por problemas económicos de sus padres. Es un tema delicado, pero tenemos creado un protocolo especial para llevar adelante esta iniciativa.
¿Cómo evalúan la posibilidad de que haya niños abandonados por sus padres que vuelvan a ese hogar solo por la ventaja económica?
Es debido a esa razón que el procedimiento tiene una serie de controles y cada caso lo debe aprobar el directorio. Además, únicamente es por motivos económicos. Le pongo un ejemplo. Hace poco fui a Artigas y me comentan del caso de la institucionalización (internación en INAU) por motivos netamente económicos de cinco niños de una misma familia. Vivían en un rancho de lata, tenían un solo colchón para dormir los cinco niños y sus padres. Pero eran padres presentes, que siempre los fueron a ver mientras fueron internados. Este es un caso típico de a quién iría la ayuda. O sea, se da un monto de dinero por cada hijo que son 13 mil pesos por menor y por mes, pero se reduce de acuerdo a la cantidad de niños. De esta manera seguirán junto a sus padres y no internados en INAU. Esta ayuda es temporal (seis meses), se efectúa un seguimiento a la familia y se le brinda otro tipo de apoyo.
¿Cuántos niños que están en INAU podrían con este sistema volver a vivir con sus padres?
Estimamos que serían unos 300 niños de los que están internados en hogares de 24 horas.
¿Puede este el sistema aplicarse en el caso de madres que deciden abandonar a sus bebés cuando nacen?
Tenemos que ir evaluando cómo funciona el sistema. No queremos convertirlo en algo de asistencialismo. También quiero destacar que parte de los 50 millones de dólares anuales que plantea el gobierno para primera infancia tendrán como destino los CAIF. La idea de este fondo, que se repartirá en varios organismos del Estado, es llegar en este primer período de gobierno a 17 mil niños de los quintiles más pobres que no tienen ningún tipo de cobertura. De ese total nosotros, con 24 CAIF, cubriríamos a 2.500.
Un tema que ha surgido en las últimas semanas es el pasaje de un grupo de 539 adultos con discapacidades que dependen del Inau y pasarán al Mides. ¿A qué se debe esta medida?
Este grupo de personas dependen de INAU y cuando cumplen 18 años siguen en el instituto porque no tienen ningún referente y no pueden valerse por sí mismos. Entonces se vinculan a diferentes instituciones como el Cotolengo Don Orione, pero su internación es financiada por INAU. Nosotros somos especializados en niñez y adolescencia y el Mides tiene un instituto para mayores. De esta manera se busca que cada uno gestione la franja etaria que le corresponde. Esto se realizará mediante una transición.
¿Cuáles son los datos más importantes que se conocen de la investigación de sobreprecios en INAU?
En lo que se refiere a construcción o reparaciones de inmuebles del INAU hemos detectado que en varios casos los precios son desorbitantes. La investigación al respecto continúa, pero hemos accedido a datos de un hogar en Colonia en el cual se gastaron cerca de 800 mil dólares en reparaciones de un inmueble que en Catastro figura con un valor de 115 mil dólares. Eso fue lo que se gastó en una remodelación y ampliación.
Otro caso que llama la atención es donde funciona la sección jurídica de INAU. Se trata de un piso y medio de un edificio que está frente a las oficinas centrales. Se alquiló y se le realizó una remodelación que ya supera el medio millón de dólares, pero aún no hemos terminado los cálculos, por lo que puede ser más. Pero el costo es de 1 millón de dólares si sumamos alquiler más remodelación y estamos hablando de que no es un edificio, es un piso y medio.
¿Existen otro tipo de precios excesivos en materia de inmuebles dentro del INAU?
El edificio donde está el Centro de Formación y Estudios del INAU (Cenfores) se encuentra a unas cinco cuadras de nuestra sede central. Esa propiedad se adquirió en la pasada administración por 1,75 millones de dólares. Tiene 1300 metros cuadrados y después de la compra se invirtió 1 millón de dólares en reparaciones. O sea, en total terminó costando casi 2,8 millones de dólares.
Si se quiere realizar un comparativo, frente a nuestras oficinas hay un edificio que tiene cinco pisos y cada piso tiene 1300 metros cuadrados, o sea es cinco veces más grande que el señalado. Está a la venta y se ofreció a una institución estatal en 2,8 millones, lo mismo que terminó costando el edificio del Cenfores y que es cinco veces más chico. Estamos realizando investigaciones internas y seguramente se deberá efectuar alguna auditoría externa.
Licitación desierta por precio abusivo
“Existía una gran falta de control en todas las áreas. Hay un caso puntual que llama la atención y es la compra de pollo para preparar las comidas en los diferentes hogares. Eso se realiza por licitación y vimos cómo la oferta en el último llamado era de 790 pesos el kilo de suprema de pollo. Declaramos desierta la licitación porque se trataba de un precio abusivo y decidimos darle dinero a las oficinas departamentales para que lo compraran directamente en las carnicerías”, relató Velázquez, director de INAU por Cabildo Abierto.
“Este caso nos llevó a revisar las compras del pasado y vimos una licitación de 2019 donde se llegó a pagar 550 pesos un kilo de suprema”, añadió. En total se adjudicaron 9,1 millones de pesos en esa compra.
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