El campamento del Cerrito de 1811 dio nombre a un local ubicado en el Cerrito de la Victoria que hoy es centro de reunión de vecinos de varios barrios montevideanos como homenaje al Ideario artiguista. La Agrupación Purificación se formó en el pasado mes de abril con el fin de poner su grano de arena para apoyar la candidatura presidencial de Guido Manini Ríos pero también, casi en simultáneo, para ayudar a las personas que se acercaran, detalló en entrevista con La Mañana Elsa Capillera quien lleva adelante su Cabildo de forma desinteresada y colocando su mayor esfuerzo posible.
A pesar del frío que no ha dado tregua a la mañana de agosto, la ciudad ha despertado hace varias horas y por el Corredor de General Flores los ómnibus circulan con su habitual monotonía. Los vecinos de la calle Santiago Sierra se ocupan de sus quehaceres. Muchos de ellos viven en el barrio desde hace varias décadas y, por lo tanto, han visto sus cambios en el último tiempo.
Dentro del local Campamento del Cerrito de 1811 los vecinos de distintos barrios se han convocado. A través de un caliente mate comparten sus preocupaciones, sus opiniones, sus esperanzas y visiones. Llegan desde el Cerro, la Teja, Paso Carrasco, Casavalle, Maroñas, Piedras Blancas, Pérez Castellano e incluso el Centro de Montevideo. Algunos de ellos se conocían desde antes –como Capillera con José Palacios, uno de los vecinos que también se ha acercado- pero otros han formado nuevos vínculos. Incluso también ha habido quién, gracias a encontrarse en un punto clave de conexión de varias líneas de ómnibus, se han bajado de la locomoción para informarse más sobre el trabajo y preguntar qué días se reúnen.
Es en ello que Capillera tiene una labor importante. Siempre se ha desempeñado en la tarea social y ha estado frente a la representación de sus vecinos. Se acercó a la Agrupación Purificación tras detectar que allí podía “dar voz a los que no tienen voz”. De esa forma, se involucró a los vecinos bajo la premisa de que se sintieran como en su casa. Sobre este trabajo, dijo estar convencida de que a través de los Cabildos se puede lograr conciencia para lograr entre todos el mejor país.
“Nuestro proyecto es poder mejorar todo, porque esto ya no da para más. Incluso viene gente caminando desde otros barrios porque no tienen dinero para el ómnibus, pero sí una meta clara de mejorar. No visualizamos nada que no sea eso”, expresó Capillera.
Quienes se acercan a la agrupación son personas de todas las edades y rondan los cincuenta vecinos. Particularmente, uno de los días se brindan clases que enseñan cómo usar tablets. “Muchos de los vecinos tenían la tablet guardada en la caja, como se las entregaron. Sabemos que no hay los suficientes espacios que enseñen cómo usarlas”, reconoció Capillera.
Además, agregó: “Lo más importantes es ayudar con lo que uno sabe y puede al otro. En eso no hay dinero que valga o que colme”, admitió.
Otro de los días de la semana se realizan talleres de manualidades. En esta oportunidad, se enseña falso mimbre a través de papel reciclado, una técnica fácil de desarrollar y económica. “Es una forma de ayudar a quienes no tienen trabajo, porque a través de la construcción de canastas ya les da una independencia y les permite poder comercializarlas. Es un medio para tener una entrada, aunque sea mínima, de dinero, pero que sabemos que es una ayuda”, admitió.
Confirmó, por otro lado, que en los próximos días visitará el centro un asesor de Manini Ríos para explicar la propuesta del presidenciable respecto al acceso a la vivienda y que desean continuar con esa dinámica para informar “de primera mano” a los vecinos. Es que las mayores preocupaciones del barrio estriban en el acceso al trabajo, la vivienda y una mayor seguridad. “A veces la seguridad va en que haya una luz en la calle”, reconocieron.
Por otro lado, Capillera observó que “hay gente que le duele en carne propia lo que pasa” y que diariamente concurren ciudadanos para preguntar qué proyectos hay respecto a combatir la delincuencia. “La opción que han visto ha sido con Cabildo Abierto. Todos los días tenemos adhesiones de todos lados”, admitió.
Palacios también cuenta con un historial de involucramiento vecinal. Hace varios años trabajó junto a Capillera en la regularización del barrio Casavalle y hoy aúnan esfuerzos en el Cerrito. “Nuestro proyecto es poder mejorar todo, porque esto ya no da para más. Incluso viene gente caminando desde otros barrios porque no tienen dinero para el ómnibus, pero sí una meta clara de mejorar. No visualizamos nada que no sea eso”, expresó.
“Lo más importantes es ayudar con lo que uno sabe y puede al otro. En eso no hay dinero que valga o que colme”, admitió Capillera.
También señaló el valor del grupo humano del centro. “Formamos un equipo muy bueno donde todos colaboramos, estamos en una construcción de familia. Conversamos cuando venimos y traemos algo para comer que compartimos”, describió.