Uruguay desde siempre aplica su vocación en el cumplimiento de los contratos, una intención cierta por promover la calidad de los productos que ofrece al mundo y en forma natural como manera de identificar la producción transformádose en una marca país. Esos fueron las primeras reflexiones que compartió con La Mañana Daniel Castiglioni Director de CASTI Trading Limited, empresa que opera en China.
Conoce como pocos uruguayos el mercado cárnico del gigante asiático, el consumo de sus habitantes, los cortes preferidos y el uso de las nuevas tecnologías a la hora de comprarlos.
Lo primer que hay que tener en cuenta está relacionado con las costumbres que tienen los chinos a la hora de consumir carnes. Citó algunos ejemplos cómo el pecho y el garrón brasuelo que conforman en Uruguay los denominados cortes duros pero que en ese país son muy apetecidos y utilizados cómo fiambres para ser ofrecido en restaurantes.
A esa forma típica y dónde hay más volumen de consumo de carne en ese mercado, Castiglioni le sumó los otros destinos de los cortes uruguayos. En tal sentido las industrias que elaboran alimentos procesados de distintos tipo y un mercado emergente que está apareciendo más en la actualidad y que son los restaurantes tipo parrilladas al estilo europeo dónde se ofrecen cortes de alta calidad como bifes anchos y angostos o lomo, forman parte del menú de opciones que los exportadores tienen a la hora de colocar estos productos.
Agregó que los estratos más jóvenes habituados a las nuevas comunicaciones y que “han viajado por el mundo les gusta las manera que nosotros comemos carne” y realizan las compras en forma online.
Una oportunidad
La fiebre porcina que aún vive esa producción en China abrió una posibilidad para el incremento del ingreso de la carne bobina uruguaya y a mayores precios. Un importante segmento de la población que estaba habituada al consumo de carne de cerdo por motivos culturales, descubrieron nuevos sabores en los cortes que ofrece Uruguay y se “ha quedado” en este tipo de consumo.
Castiglione está convencido que hay un porcentaje de consumidores de carne que “llegó al consumo de carne vacuna y no se va a mover” de este tipo de cortes.
En los últimos años se ha visto un incremento en las exportaciones de ganado en pie hacia el mercado asiático en una política empresarial apoyada por el gobierno que intenta disminuir la dependencia del mercado mundial de carnes.
El escenario ovino
Contrario a lo que sucede con la producción vacuna, el norte del país tiene una importante producción de ovinos destinados al mercado interno. De todos modos ha sido históricamente insuficiente para abastecer a un país donde el consumo de la carne de este tipo es muy importante.
Australia y Nueva Zelanda han sido los principales abastecedores de carne ovina. Las restricciones impuestas por China al mercado australiano para el ingreso de ese producto por temas politicos, sumado a la baja producción de este último país por temas climáticos, le abrieron una excelente puerta a la producción uruguaya. Castiglioni sostuvo que el incremento de este tipo de carne en las plantas industriales chinas incrementan las posibilidades para seguir abasteciendo ese mercado. Ya se anuncia que las cuotas de este tipo de cortes se van a ampliar en los próximos meses.
Los últimos reportes de USDA indican que el crecimiento del consumo de carne en China será del orden del 5% anual, empujado por el crecimiento de ciudadanos que ingresan a la clase media. Lo que se traduce en nuevas formas de alimentación, donde entre otros aspectos mejoran la incorporación de proteínas vacunas dejando de lado las de cerdos.
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