Tras haber aumentado considerablemente la cantidad de trabajadores en seguro de paro como consecuencia de la pandemia, el Banco de Previsión Social (BPS) otorgó incentivos económicos para aquellas empresas que reintegraran o incorporaran empleados. En entrevista con La Mañana, la directora del organismo destacó la relevancia de esa herramienta y explicó cuáles fueron los mayores desafíos que el ente ha tenido que sortear hasta el momento.
La llegada de la pandemia al país hizo que el BPS debiera realizar un esfuerzo importante en lo que respecta a la cobertura a la población. ¿Cuáles han sido los mayores retos para el organismo en ese sentido?
Tomar decisiones rápidas, llegar a la mayor cantidad posible de personas, no dejar a nadie desamparado. Durante la pandemia, el BPS continuó con su trabajo habitual y asumió nuevas responsabilidades.
Hubo que implementar muchísimas medidas que se tomaron desde el Poder Ejecutivo para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria: nuevas formas de seguros de desempleo, seguros parciales, flexibles, las prórrogas de los mismos, seguros por enfermedad para mayores de 65 años, cobertura para quienes debían estar en aislamiento, pagos de partidas extras de asignaciones familiares y de alimentación para los escolares.
Además, se buscaron modos de incentivar a las empresas para que comenzaran a tomar a los trabajadores que habían mandado al subsidio por desempleo y evitar que se perdiera la cobertura de salud.
También se incentivó el uso del usuario personal, a los efectos de que nuestros servicios pudieran seguir brindándose a través de la web, y se buscaron nuevas maneras de consultas para empresas y trabajadores.
¿Cómo definiría la situación actual del BPS y cuáles son las mayores dificultades que presenta?
El BPS es un organismo que tiene un enorme compromiso con la sociedad, que está presente en la vida de los uruguayos desde antes de nacer, con los seguros prenatales, con la pesquisa prenatal, hasta que se retiran, en la vejez.
Tiene presencia en todo el territorio nacional y las dificultades de las grandes estructuras, como el “siempre se hizo así”, demoras, creación de burocracia, procesos que no están del todo adecuados a las normas. Estos problemas son los que se pueden atacar desde la gestión.
Hay otros inconvenientes para cuyas soluciones se necesitan mecanismos legales, y que van en contra de la equidad y la eficiencia. Por ejemplo, hoy una persona que aportó la misma cantidad de años, por igual cantidad de dinero –sobre la misma materia gravada- que otra, pero por una sola aportación –un solo empleo-, y la otra lo hizo por dos empleos que aportan a distintas “cajas”, acceden a jubilaciones muy dispares.
El déficit del BPS en el año 2020 fue de 640 millones de dólares, en el 2019 había sido de 605 millones de dólares y para el 2021 se estima similar, sin considerar los gastos producto de la pandemia que fueron financiados por el Fondo Coronavirus y significaron 520 millones de dólares. El desempeño tradicional del banco sigue generando similar déficit, a lo que se agrega el gasto como consecuencia de la pandemia y las renuncias de recaudación en cuanto a las exoneraciones que se otorgaron.
El Ministerio de Trabajo ha reforzado los seguros de paro total y parcial durante todos estos meses. ¿Cómo ha impactado esto en el banco?
Demandó mucho trabajo y coordinación. Se debieron adecuar los procesos informáticos a los distintos decretos, coordinar entre los diferentes organismos, testearlos. La celeridad corrió en contra y en alguna oportunidad se cometieron fallas que afortunadamente se detectaron rápidamente.
En febrero de 2020, antes de la pandemia, había aproximadamente 48.000 personas en seguro de desempleo; en marzo de 2020 fueron 124.000 y en abril llegaron a 179.000. Ese fue el primer mes en el que se instrumentó el subsidio parcial, y lo usaron 19.400 personas.
En junio de 2021, de las 76.766 personas en seguro de paro, el 36,4% lo están gozando en forma parcial.
Fueron medidas acertadas y efectivas que continúan utilizándose.
¿En qué medida el subsidio a las empresas que contratan nuevo personal o retoman trabajadores del seguro de paro ayudó a afrontar esta coyuntura compleja?
Se detectó la necesidad de darles algunas ventajas a las empresas para que comenzaran a reactivar el empleo, y a través de los incentivos se las estimuló a que reactivaran la plantilla de trabajadores que habían mandado al seguro. Fueron tres decretos, uno de ellos específicamente destinado al sector turístico por ser de los más afectados. Por estas medidas, las empresas recibieron más de 600 millones de pesos.
¿Qué perspectivas maneja para el organismo mirando hacia más largo plazo?
El BPS es un pilar en el sistema de seguridad social de los uruguayos. Aspiramos a ser lo más eficientes posible, a administrar bien los recursos de la población y a llegar a más con los mismos fondos. Ese es mi principio. Para lograrlo hay que ser precisos, concretos.
¿Cuál es la importancia de la reforma de la seguridad social para el futuro del BPS?
La reforma es necesaria, tiene que ser de todo el sistema de seguridad social y no únicamente del BPS, pues debe contemplar a todos los integrantes del sistema. Tiene que lograr que se mida con la misma vara, debe ser justa y terminar con las inequidades.
¿Qué desafíos representa para usted formar parte del directorio del BPS?
Hay mucho para mejorar en términos de eficiencia de los programas y de llegada a la población. Los tiempos de las personas no son los mismos que los del Estado, ya que ellas necesitan respuestas más rápidas.
Que el BPS sea cercano a la gente, adecuarlo a los nuevos tiempos, que esté acorde a las necesidades y a las nuevas realidades, es uno de los retos que tenemos por delante.
También es un desafío ajustarse a las distintas formas de trabajo, tanto en la gestión como en la búsqueda de maneras de formalización de las nuevas modalidades que van surgiendo –el teletrabajo es una de ellas-.
A su vez, aspiramos a que los ciudadanos, desde la infancia, sepan en qué consiste el sistema de seguridad social, que no lo sientan como una carga y solo se acuerden al momento del retiro laboral o frente a contingencias; que sepan los beneficios que generan y lo sientan como una necesidad. Aparte, que entiendan que no solo se está generando su futura jubilación, sino que están cubiertos frente a contingencias que pueden tener en su vida laboral, además de que están contribuyendo a que la sociedad en su conjunto asista a quienes más lo necesitan.
Los beneficios deben llegar exclusivamente a quienes les corresponden. Hay que ser justos y equitativos y que, quien más necesita, reciba más, y quien menos, reciba menos. Para eso precisamos un buen sistema de información. En ese sentido, se propuso un Sistema de Información de Protección Social en la Rendición de Cuentas, que permita tener una visión global de la situación de los ciudadanos. Eso nos va a posibilitar saber qué derechos tiene una persona y cuáles de esos ejerce realmente.
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