En los años 70, la agricultura se intensificó en Brasil. El crecimiento acelerado de la población y la renta per cápita, así como la apertura al comercio exterior demostraron que sin inversiones en tecnologías agrarias, el país no podría reducir la brecha entre el crecimiento de la demanda y la oferta de alimentos y fibras. Dentro del Ministerio de Agricultura se debatía la importancia del conocimiento científico para apoyar el desarrollo agrícola, y sus profesionales empezaron a plantear la cuestión de la ausencia de conocimientos técnicos generados en el país que pudieran transmitirse a los agricultores. El entonces ministro de Agricultura, Luiz Fernando Cirne Lima, creó un grupo de trabajo para definir los objetivos y las funciones de la investigación agrícola, identificar las limitaciones, sugerir medidas, indicar las fuentes y formas de financiación y proponer la legislación adecuada para garantizar la dinamización de este trabajo. El 7 de diciembre de 1972, el entonces presidente de la República, Emílio Garrastazu Médici, sancionó la Ley nº 5.851, que autorizaba al Poder Ejecutivo a crear una empresa pública con el nombre de Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), vinculada al Ministerio de Agricultura. En 1974, se crearon los primeros centros nacionales para cada producto: trigo (en Passo Fundo, RS), arroz y frijoles (en Goiânia, GO), ganado vacuno (en Campo Grande, MS) y caucho (en Manaus, AM).
Extraído de la página de la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRAPA)
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