Afganistán
Por estos días todos los medios de comunicación de lo que geopolíticamente se llama Occidente han puesto en la mira el tema de Afganistán y el talibán, dándonos un respiro por el asunto Covid 19.
El aspecto que más se resalta es el total fracaso de los Estados Unidos y de la Otan (en realidad son casi lo mismo) al tener que retirarse apresuradamente de ese país y además hacerlo en forma caótica. Estimo humildemente que la crítica no es totalmente justa.
En primer término, Afganistán casi no es un país, en el sentido de Estado-país, sino un conjunto de tribus que muchas veces guerrean entre ellas, con débil o nula autoridad central. En segundo lugar es casi imposible ayudar a quien no se ayuda a sí mismo, como sucedió con Vietnam del Sur y ahora aquí, con un ejército afgano que se disolvió como una tableta digestiva en agua, muy distinto a lo sucedido otrora en la guerra de Corea. Y en tercer lugar, pero probablemente el más importante, es que los norteamericanos en su miopía política de casi siempre, quieren imponer a todos los países del mundo su visión liberal-democrática, cosa que el propio Montesquieu ponía en duda al pensar que cada pueblo es diferente a otros.
¡Democracia liberal en un país que se acerca más a las tribus de pieles rojas del “Far West”-sin ofender- que a un Estado moderno. Ese sí fue el grave e imperdonable error norteamericano, sin dudas. Estuvieron veinte años allí para lograr esto, es decir, nada, con el agregado de muertos y heridos entre sus tropas y las de sus aliados, en vez de haber colocado en el poder –y sostenerlo- a un gobernante duro, fuerte, autoritario y pro Occidental. Pero no, sus anteojeras político-ideológicas les impiden ver, y lo que es peor, les impiden sacar conclusiones. Desde que dejaron solo al Sha Reza Palevi en Irán han andado a los tumbos por la región. Y ha pasado tiempo, eh.
Muy atentamente:
Dr. César Eduardo Fontana
Una alternativa habitacional
Señor Director:
La propuesta pretende ser una solución complementaria a los planes existentes y apunta a los alrededor de 200.000 uruguayos que habitan en 650 asentamientos, así como a otras familias carenciadas. El uso de contenedores es cada vez más frecuente. Incluso en balnearios del este se han construido hostales a partir de contenedores.
El m2 de construcción está estimado en U$S 1.200 de manera que una casa-monoambiente- 28 m2 costaría U$S 33.600. El costo de un contenedor de 28 m2 aproximadamente es de U$S 3.000 (podríamos agregarle un baño U$S 300 y una cocina a gas U$S 100 para dar algunos datos complementarios). El precio de venta de un contenedor para ser habitado es entre U$S 10.000 y U$S 15.000.
La idea es construir barrios de contenedores, de igual diseño, así cuando sea necesario puedan acceder, la policía, la asistencia médica, los bomberos, rápidamente a cumplir con su cometido. Esto permitiría por ejemplo reubicar a las familias de policías y soldados en barrios donde convivan con sus pares.
La mano de obra para que sean habitables los contenedores podrían ser las familias que los ocupen asesoradas con los técnicos en las diferentes necesidades. El Estado deberá estar presente, UTE, ANTEL, INTERNET, OSE.
Dado la cantidad necesaria de contenedores para la eventual realización de estas obras, me pregunto: ¿Las Empresas Multinacionales colaborarían? ¿Qué tan solidarios somos los uruguayos? ¿Nos importan los niños que sufren la inclemencia del tiempo? Por ejemplo las multinacionales UPM y KATOEN podrían contribuir en este posible emprendimiento ya que son empresas que se han beneficiado de negocios que han realizado en el Uruguay.
Los valores los tomé de Mercado Libre Uruguay los que obviamente tienen un plus. Bien, todo lo escrito es fácil de decir, difícil de hacer, pero vale la pena estudiarlo.
Gonzalo Silva Grucci
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