La propuesta del diputado Francisco Capandeguy del Partido Nacional pretende introducir cambios en el pasaporte que se entrega a ciudadanos legales. De aprobarse, la iniciativa podría beneficiar a 35 mil personas. Uruguay es el único país junto a Birmania que no tiene la nacionalización para ciudadanos legales extranjeros.
El proceso migratorio establece que una persona puede ingresar como turista por 90 días y luego debe regularizar su situación migratoria. Tras este lapso puede iniciar la residencia, de las cuales hay dos tipos: para ciudadanos del Mercosur y otra para el resto del mundo.
En el caso de los ciudadanos del Mercosur, que incluye a los venezolanos, la residencia se tramita a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. Para los ciudadanos del resto del mundo, la residencia temporaria o definitiva se gestiona en la Dirección de Migraciones. Cuando se establece que los residentes tienen vocación de permanecer de manera permanente pueden gestionar entonces la ciudadanía ante la Corte Electoral.
El artículo 75 de la Constitución de la República consagra que tendrán derecho a la ciudadanía “los hombres y mujeres extranjeros de buena conducta, con familia constituida en la República, que poseyendo algún capital en giro o propiedad en el país o profesando alguna ciencia, arte o industria, tengan tres años de residencia habitual en la República”.
Los literales siguientes comprenden también a “los hombres y mujeres extranjeros de buena conducta, sin familia constituida en la República, que tengan alguna de las cualidades del inciso anterior y cinco años de residencia habitual en la República” y “los hombres y mujeres extranjeros que obtienen gracia especial de la Asamblea General por servicios notables o méritos relevantes”. En todos los casos se debe tener 18 años de edad cumplidos y las personas extranjeras que tengan un idioma distinto al español deberán comprender y expresarse en idioma español, de no ser así no se dará curso al trámite.
La “residencia” debe ser “habitual”. Las salidas del país no pueden superar los 6 meses seguidos. Si superasen el lapso mencionado el tiempo de residencia exigido –3 o 5 años según corresponda–, comenzará de cero una vez que la persona solicitante haya ingresado nuevamente al Uruguay. El “arraigo” (o sea los medios de vida) se deben justificar con la historia laboral del BPS, una constancia de jubilación o certificados de una empresa unipersonal. También pueden ser certificados expedidos por la Caja de Profesionales Universitarios, por la Caja Notarial, por la Caja Bancaria, la Caja Militar o por la Caja Policial. Asimismo, se debe presentar el título de propiedad de una vivienda, pero solo sirve como prueba de “medios de vida” si se percibe algún ingreso por concepto de alquiler de la misma.
Nacionalidad y ciudadanía
El diputado nacionalista Francisco Capandeguy señaló que hay registrados 35 mil ciudadanos legales ante la Corte Electoral. “Lo que sucede con estos ciudadanos es que, en el pasaporte, en el campo donde consta la nacionalidad, se pone el país de origen de la persona. La Constitución de 1830 no prevé el conceder la nacionalidad a los extranjeros, por lo cual no existe la naturalización” explicó en diálogo con La Mañana.
Uruguay es el único país junto a Birmania que no tiene la nacionalización. Los nacionales son los nacidos en Uruguay y los hijos y nietos de estos. Aclaró que el proyecto no va contra la Constitución, ya que no otorga la nacionalidad. Establece una aclaración en el pasaporte donde en el campo “nacionalidad” se pondrá uruguayo y a continuación el número de la ley (de ser aprobada). Por otra parte, en el campo “ciudad de nacimiento” se colocará el lugar donde nació (por ejemplo: La Habana). De esta manera quedará aclarado en el documento que se trata de un nacional, pero por una ley especial.
“La lectura más lógica sería que los ciudadanos legales fueran naturalizados. Pero eso no lo prevé la Constitución. Esto lleva a que un ciudadano legal, reconocido por la Corte Electoral, pueda sacar su pasaporte uruguayo, pero en el campo ‘nacionalidad’ dice su país de nacimiento. Cuando llega entonces a otro país presenta el pasaporte uruguayo, pero en nacionalidad aparece otro país diferente a Uruguay”, explicó el legislador. “Esto provoca inconvenientes frente a las autoridades migratorias y si un ciudadano natural uruguayo no necesita visa para entrar a ese país, sí lo pueden necesitar aquellos ciudadanos legales. Esto lleva a que esta gente esté en un limbo, porque si bien son ciudadanos legales uruguayos y tienen pasaporte de Uruguay, no se les permite el ingreso con ese pasaporte, porque no coincide la nacionalidad. O sea, es un pasaporte que no funciona”, agregó.
El “trampolín”
El proyecto de ley fue presentado por el diputado Francisco Capandeguy (Partido Nacional), siendo acompañado con las firmas de Silvana Pérez Bonavita (Cabildo Abierto), Iván Posada (Partido Independiente) y Daniel Peña (Partido de la Gente).
El legislador nacionalista señaló que antes de presentar el proyecto mantuvo contacto con diferentes organizaciones de migrantes en Uruguay “y en cualquiera de ellas siempre surgieron testimonios de aquellos que han sufrido algún tipo de discriminación por la situación de su pasaporte”.
Capandeguy reconoció que podrían surgir críticas a su iniciativa, ya que muchos uruguayos ven a los extranjeros que llegan al país como gente que quiere usar el pasaporte como trampolín para poder entrar en Europa o Estados Unidos. “Este es un relato, ya que no existen cifras que avalen que alguien venga a Uruguay a sacar un pasaporte, porque para este es necesario todo un proceso, que se inicia con la residencia donde se establece que debe haber un ánimo de permanencia. Esto lleva a una serie de controles y la atención debe entonces ponerse en aquellos que inician el proceso (migraciones y la Corte Electoral) donde debe establecerse claramente que existe un ánimo de permanencia”, manifestó.
Acotó que no se puede partir de la teoría de dejar un pasaporte “que no sirve para nada, porque algunos se hacen los vivos”. “Debemos legislar para aquellos extranjeros que llegan a vivir a Uruguay con la intención de quedarse”, dijo. “Si hay que ponerse a analizar por una cuestión de seguridad pública quién puede llegar a debilitar el pasaporte uruguayo, los controles a las personas deben ser previos. Pero una vez que se pasen esos controles y se otorga la ciudadanía, vamos a dar un pasaporte que sirva”.
De acuerdo con el informe Passport Index, los poseedores de un pasaporte uruguayo pueden visitar 73 países sin necesidad de visado. Este número ha bajado considerablemente en el último año debido a la pandemia del covid-19.
TE PUEDE INTERESAR