Es doctora en Economía y actualmente se desempeña como profesora del Departamento de Economía de la University College London. Su investigación se ha centrado en la economía del desarrollo y en los efectos económicos de las microfinanzas. En diálogo con La Mañana, analizó el proceso de reformas estructurales de las décadas del 80 y 90 en América Latina y vaticinó lo que le espera a la región luego de la pandemia.
Escribió junto a Felipe Larraín “La economía de la América Latina contemporánea”, publicado por MIT Press (2017). Allí estudia el desarrollo de América Latina, atribuyendo el subdesarrollo relativo a América del Norte a sus raíces coloniales. ¿Podría explicar a qué factores adjudica este retraso relativo en el desarrollo?
En comparación con los primeros colonos en América del Norte, en América del Sur, por un lado, había regiones de alta densidad poblacional y, por otro, los colonos españoles erigieron instituciones de desigualdad sobre las existentes.
¿Qué opinión tiene sobre el proceso de reformas estructurales de las décadas del 80 y 90 en América Latina?
Fueron reformas profundas y muy controvertidas, pues de las privatizaciones surgieron monopolios privados acentuando el problema ancestral de desigualdad, la liberalización implicó la destrucción completa de las manufacturas nacientes y en América del Sur, de manera especial, se acentuó la especialización en materias primas –la excepción fue México por el tratado de libre comercio–. Lo más relevante para la época actual fue la renuencia de varios países de emitir deuda pública doméstica, que fue la raíz de la hiperinflación en los 80.
¿Los hechos recientes en Chile, Perú y Colombia, otrora “estrellas” de las reformas estructurales, la han hecho cambiar su visión de algún modo? ¿Por qué las reformas estructurales no han conseguido atacar el problema de la desigualdad?
Efectivamente. Se ha desatendido la desigualdad. Sin embargo, la pobreza extrema ha disminuido gracias a la rápida industrialización en China. Luchar contra la desigualdad sin pobreza extrema es menos difícil y tengo fe en que en países como Chile, México y Costa Rica con instituciones más sólidas, se logrará.
¿Cómo ve a América Latina poscovid? ¿Es posible que tengamos una crisis de deuda como en los 80?
Hay que retomar el rumbo y los gobiernos están dándole prioridad a la salud. Hemos retrocedido en educación y esto no es recuperable, y hay muchos trabajos en el sector formal que no regresarán. Veo a un sector informal creciente y una recuperación lenta por la falta de movilidad de bienes y personas, es decir, comercio exterior.
Como experta en microfinanzas, ¿qué importancia tienen estas en la estructura productiva de América Latina, sobre todo, considerando que en el continente predominan las economías informales?
El aumento del sector informal en la época poscovid no implica necesariamente un incremento en la demanda de microcrédito y mucho menos microahorro. Los antiguos microinversionistas ahora se están endeudando para consumo, mucho más que en épocas anteriores. Consecuentemente, las tasas de interés han aumentado. Mientras no se recupere el sector formal, el sector informal demandará más microcréditos para consumo. Veo el proceso de volver a microcrédito para inversión y expansión de negocios muy lento.
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