La iniciativa busca “conciliar los diferentes intereses, generando un estadio intermedio entre la libertad absoluta en el uso de cartelería y el abandono voluntario de esta práctica” que genera “contaminación visual y toneladas de basura”.
El edil salteño Augusto Bonet (Partido Nacional) elaboró un proyecto de decreto para “prohibir la cartelería, pasacalles, bandera y columneras en el ornato público, columnas, redes lumínicas, vallas y estructuras públicas de toda la planta urbana de la Ciudad de Salto”.
La iniciativa fue presentada este mes ante la Junta Departamental de Salto y hace hincapié en la propaganda política durante los períodos electorales, pero también involucra a organizaciones e instituciones de toda índole.
“En cada período electoral los ciudadanos hacen sonar su desconformidad con la colocación de cartelería política en columnas, árboles y alumbrado de la planta urbana, algo que genera inmensa cantidad de contaminación visual y toneladas de basura plástica”, expresa Bonet en la exposición de motivos, y enfatiza que “es curioso que los mismos que generamos el problema seamos los responsables de legislar para que esto deje de pasar en el departamento”.
Los políticos deben “comenzar a transitar los nuevos caminos de la comunicación, y legislar al respecto es importante para la construcción de una conciencia colectiva”, sobre todo cuando “existen alternativas mucho más eficientes, eficaces, menos costosas y más amigables con el medio ambiente”, sostiene.
Con ese objetivo se habilitan zonas donde se podría colocar los carteles: “Las principales avenidas de la ciudad” con lo cual se “permitirá mantener la visibilidad en las causas que se desean promocionar. Además, y como parte fundamental del proyecto, se estipula una densidad de la cartelería a colocar, la que no podrá superar las dos columneras por vereda y un pasacalle cada dos veredas”.
Para los casos políticos electorales se establece “la obligatoriedad de retirar la cartelería en un plazo no mayor a veinte días”, pero se habilita “un régimen más flexible” para “circunstancias que escapan de las formalidades de una campaña electoral”, como son las causas sociales o manifestaciones gremiales, entre otras.
“No se apunta a la prohibición total del uso de la cartelería, simplemente a desestimular su uso por parte de organizaciones políticas partidarias y empresariales”; es algo que “los ciudadanos reclaman hace mucho tiempo y una muy buena señal política que los partidos políticos regulemos nuestra propia actividad”.
El proyecto en sí consta de nueve artículos donde establece las zonas en que se permitiría el uso de propaganda para la ciudad de Salto y que es de interés particular de los salteños, sin embargo maneja condiciones que podrían ser adoptadas por otras ciudades y departamentos del país, por ejemplo, que la cartelería se coloque “dentro de los cuarenta días previos al día de relevancia (la fecha del suceso que genera la propaganda en cuestión), y deberán ser retirados dentro de los veinte días siguientes. En caso de no existir un día de relevancia la cartelería podrá exhibirse por un máximo de cincuenta días dos veces al año”.
Además, “la densidad de la cartelería no podrá superar las dos columneras o carteles por veredas y un pasacalle cada dos veredas”.
Aquellas organizaciones o instituciones que violenten la normativa podrán ser multadas por la Intendencia en montos que irán desde 1 a 150 unidades reajustables.
Una propuesta abierta a ser mejorada
Bonet dijo a La Mañana que el proyecto fue presentado a la Junta Departamental hace una semana e ingresó a la Comisión de Legislación y Reglamento para su estudio. “Ahora va a ser enviado a las bancadas de los diferentes partidos para que lo estudien, tomen una decisión y aporten modificaciones a la propuesta”.
El objetivo “no es que se apruebe tal como lo envié”, sino “que se incluyan cambios y modificaciones”. Se han hecho “algunas críticas y propuestas de cambio, pero nada formalizado hasta ahora”, y “seguramente no salga aprobado” en su forma original “que se dejen algunos de los artículos por el camino y que no se regule tanto”, opinó.
La introducción de modificaciones “no lo veo como algo negativo, prefiero que salga un proyecto menos fuerte pero acordado por todos los partidos, antes que un proyecto grande pero que materialmente no sea cumplido por falta de voluntad de las agrupaciones”, señaló.
TE PUEDE INTERESAR