El sufrimiento puede ser un castigo y vivirse solo como tal, o asumirse como una prueba y una oportunidad de crecimiento. La resiliencia, que es la capacidad del ser humano de hacer frente a las situaciones adversas y generar nuevos aprendizajes de dichos eventos, tiene mucho para contarnos en tiempos difíciles como los que nos han tocado. Se dirá que en todas las épocas hay situaciones buenas, neutras y de las otras; es cierto. Pero el torbellino de ciertos males asaltándonos con alta intensidad no fue tan común en el pasado como en estos años. Algo ha cambiado, algo está cambiando. La pregunta es: ¿hasta dónde soy víctima pasiva de lo que me ocurre? O mejor: ¿sólo me espera retroceder y quejarme?
Acabo de leer una de las últimas entrevistas que le hicieron a Boris Cyrunlik, el neuropsiquiatra que instaló y desarrolló el concepto de resiliencia tras su traumática experiencia de huir del nazismo y de haber perdido a sus padres durante la Segunda Guerra Mundial, quedando abandonado en las calles hasta que fue recluido y educado en un asilo. Un par de décadas más tarde, ya era un médico de nota que avanzaba en el estudio vanguardista de la mente. El tema de reponerse del dolor, del trauma, del abandono, del miedo, de la incertidumbre, lo conoce en carne propia.
Y lo que plantea es por demás interesante, y se aplica a lo que estamos viviendo en esta época; afirma que hay dos aspectos clave cuando se trata de resiliencia, que son: el apego seguro y la mentalización. El apego seguro es en donde se forman las bases, los sedimentos para relacionarnos con otro que nos provee, según nuestra visión, seguridad y protección frente al mundo. La mentalización es la capacidad que tenemos para crear un mundo privado desde el que se responde ante el entorno; un espacio propio. Con esos elementos es que empezaremos a caminar otra vez.
Señala que luego de experimentar un trauma, la política universal de primeros auxilios es el apoyo; sentirse sostenido por alguien, como sea. Por eso es relevante el apego seguro, sabernos contenidos. Esto permite obtener una representación mental del problema y habilita a compartirlo, a descargarlo en la empatía del otro; somos gregarios. Al sentir que uno recibe los apoyos necesarios, puede de a poco empezar a recuperar la seguridad que perdió en el episodio traumático. Esta seguridad nos permitirá procesar el episodio, verbalizarlo, visualizarlo o cualquier otro medio de representación. Según Cyrulnik, una vez que somos capaces de esto, la estructura cerebral vive un cambio. Esto es a lo primero que debemos llegar. Una vez que se comienza a procesar la terrible experiencia, se comienza a ver el mundo de una forma distinta de la que se veía antes. Se gana una cuota de libertad al volverse uno capaz de procesar y elaborar el trauma uno ya no es esclavo del pasado. Una vez que llegamos aquí comenzamos plenamente con el proceso de resiliencia.
Pero esto no lo es todo. Hemos de identificar los factores de protección disponibles: una familia estable, una educación acorde a la edad y al nivel de desarrollo, una capacidad previa de afrontar otros conflictos y también la religión entendida como una creencia en algo que nos da un sentido existencial de trascendencia. Por ello es importante que resignifiquemos nuestras experiencias, que “aprovechemos” aquellos vínculos de apego seguro que nos brindan confort y protección, que, lejos de evitar y “esconder bajo la alfombra”, representemos aquellas vivencias traumáticas en búsqueda de un mayor bienestar y confianza en que las experiencias nos hacen más fuertes y más resilientes para afrontar otras situaciones.
Entender el fenómeno de la resiliencia puede ayudarnos a tomar mayor conciencia de nuestra realidad como seres sintientes y valorar más aquello que tenemos a nuestro favor, y de alguna manera burlar los recuerdos traumáticos para que, en lugar de que sean un hándicap, se conviertan en monedas capitalizadas a nuestro favor.
Los problemas nos ocurren; aprender depende de nosotros.
*Psicóloga y profesora. Especialista en autismo. Mg en dificultades de aprendizaje.
TE PUEDE INTERESAR