Personal del Ejército Nacional trabaja en las obras de reacondicionamiento del Estadio Centenario. No se trata de una labor aislada. De hecho, en lo que va del año, ha entregado más de 561.000 platos de comida caliente. El área de colaboración hacia la sociedad es fundamental, aseguró el vocero del Ejército, Wilfredo Paiva, a La Mañana, quien no dejó de lado el hecho de que muchas veces es el propio personal de las Fuerzas Armadas el que forma parte de los damnificados.
Uruguay se prepara para ser sede la Copa Libertadores de América y la Sudamericana, dos de los eventos deportivos más importantes del continente, y el Estadio Centenario, sitio donde se jugarán los partidos, se encuentra realizando una adecuación de su cancha. Con este fin ha llegado desde Brasil el césped importado sobre el cual se disputarán los partidos. El trabajo de colocación, en primera instancia, demandó los cinco días de la semana pasada y para ello se convocó a personal del Ejército.
Se trata de un pedido más de apoyo que reciben las Fuerzas Armadas y no es la primera vez que el Estadio Centenario cuenta con su colaboración. De hecho, en los años 1930 y 1995 el Ejército también participó en las mejoras del campo del Estadio para la final. Y también lo hizo en el “Mundialito” de 1980, cuando parte de la maquinaria del Batallón de Ingenieros Nº 5 se destinó a los trabajos de reacondicionamiento del campo de juego. La crónica de la época, recoge incluso que no se trató de un trabajo fácil. Es que por la conformación pantanosa del lugar, las tareas de recuperación del sistema de drenaje y del terreno, los operadores de la maquinaria debieron realizar el replanteo del terreno en condiciones “totalmente disímiles a las iniciales”. Tras la labor, las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol hicieron llegar su reconocimiento y agradecimiento al Comando General del Ejército.
Presentes ante los más necesitados
“El Ejército, siempre que pueda, está colaborando con los apoyos que son solicitados. La colaboración permanente del Ejército con la comunidad es de toda la vida”, expresó a La Mañana Wilfredo Paiva, jefe del Departamento de Comunicación Institucional y vocero del Ejército. Estas palabras se confirman con las imágenes ya comunes para la sociedad en las que se ve al Ejército en colaboración directa con la ciudadanía, ya sea durante una inundación o situación de desastre natural, como el voraz tornado en la ciudad de Dolores que arremetió contra todo a su paso en el año 2016.
Los pedidos de apoyo pueden venir tanto de instituciones públicas como privadas. El Comando se enfrenta a situaciones de una amplia gama, que pueden ir desde una amenaza de incendio, evacuaciones por crecidas de cauces de agua, tareas de pintura o reparaciones edilicias en instituciones e incluso apoyos al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) a través de alojamientos o donaciones de platos de comida. Para poner un ejemplo, desde el 1 de enero hasta el 19 de setiembre de este año, el Ejército realizó la entrega de 561.102 platos diarios de comida caliente y brindó 6.414 pernoctaciones totales en refugios de unidades militares.
Estas cifras van en línea con el trabajo social que realizó durante el 2020, donde brindó 1.058 apoyos, en los cuales colaboraron 3.264 efectivos y se trabajaron 89.044 horas por hombre. Además, en el marco de los apoyos al Cecoed por covid-19, el Comando trabajó durante el año pasado un total de 240 días y brindó 1.038.173 platos de comida, labor para la cual participaron 28.722 efectivos en total.
En instituciones tales como centros educativos públicos, tales como Primaria, Jardín de Infantes y Secundaria, el Ejército brinda su apoyo a través de mano de obra para tareas de pintura, corte de pasto, poda de árboles, limpieza de malezas, albañilería, traslado de materiales y mobiliario, apoyo de carpintería, carga de leña, fumigación y tareas de electricista.
En UTU e INAU, a la anterior colaboración se le suma un apoyo con panaderos. A las instituciones de enseñanza privada se les realiza el préstamo de instalaciones deportivas para la realización de clases de educación física, entre otros, mientras que a instituciones y centros de equinoterapia se les brinda personal y equinos para las clases.
Asimismo, el Ejército provee personal para la limpieza y recuperación de las playas, préstamos de carpas y de utensilios de cocina a organizaciones tales como ONG o grupos Scout; confecciona pan para merenderos y a los hogares de ancianos brinda personal para tareas de mantenimiento y limpieza, y banda de músicos. En centros sanitarios dependientes del Ministerio de Salud Pública realiza el apoyo al banco de leche materna, apoya con médicos y conductores y colabora con el Programa de Salud Bucal, entre otras acciones.
Logística, despliegue y experiencia
Para enfrentar esta labor, el Ejército cuenta con varias fortalezas. Por un lado, se encuentra el despliegue en todo el territorio nacional.
“Estamos en todos los departamentos y llegamos a todos los lugares”, aseguró Paiva. Por otro lado, se encuentra la experiencia del Comando en el área logística. Esto implica una respuesta rápida, eficaz y directa. Organizándose y llegando al sitio donde se los convoca en el menor tiempo posible.
A la capacidad de estar en diferentes lugares y al soporte logístico, se encuentra el conocimiento acumulado a lo largo de su historia, tanto en Uruguay como en el exterior a través de las Misiones de Paz. “En este momento, una parte importante de la logística de Naciones Unidas en el Congo, que engloba 17 mil efectivos distribuidos en el país, es llevada por un oficial de Uruguay”, sostuvo el vocero.
En tanto, la respuesta de la sociedad ante las intervenciones del Ejército “es excelente”, afirmó Paiva. A esto se le agrega el hecho de que muchas veces el propio personal de las Fuerzas Armadas forma parte de las personas damnificadas. “Ellos mismos solicitan la colaboración para seguir ayudando a su familia, sus vecinos y a sus compatriotas”, señaló por último el entrevistado.
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