El presidente de ARU y el titular del Ministerio de Ganadería, coincidieron en el impacto negativo que puede tener la inflación en dólares, porque “compromete” las agroexportaciones. Mattos dijo se debe “cuidar la inflación en dólares” por encima del tipo de cambio nominal.
El sábado 18 de setiembre se realizó el acto de cierre de la Expo Prado 2021 que contó, como cada año, con la oratoria del presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Gonzalo Valdés Requena y Fernando Mattos, respectivamente.
En su discurso, Valdés dijo que ARU ve “con buenos ojos la creación de la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas”, la que “tendrá el cometido legal maximizar la eficiencia administrativa en cada uno de los programas, proyectos, objetivos y metas fijadas por el Poder Ejecutivo y cada una de sus unidades ejecutoras”, debiendo promover “instrumentos que favorezcan la modernización desde una visión estratégica”.
En ese mismo sentido deben ir las intendencias “reduciendo al máximo la burocracia, en favor de sus arcas y liberando a los productores rurales de verdaderas peregrinaciones que enfrentamos. Basta mencionar como ejemplo, la compra de guías de propiedad y tránsito, acompañado del pago del 1% por la venta de semovientes”, expresó.
Defendió “la necesidad de crear un Plan Estratégico Agropecuario” que solucione la falta de tecnologías “que permitan agilizar trámites dispersos por todo el país. “El Ministerio puede y debe ser una solución y no un problema para los productores” y a pesar de las limitaciones presupuestales generadas por pandemia, “con una mejor y más inteligente gestión, muchas son las cosas que se pueden hacer para motivar y acompañar el desarrollo de un país agroexportador”.
Valdés subrayó como “prioritarias las campañas sanitarias” de la Dirección General de Servicios Ganaderos. “Garrapata, tuberculosis, brucelosis y el programa de erradicación de la mosca de la bichera tan reclamada por los productores, forman parte de la mejor gestión de la que hablamos”. Estas campañas “pueden ser financiadas por los aportes que realizamos los productores y sin crear nuevas contribuciones, tasas o impuestos”. “Rechazamos enfáticamente la utilización del impuesto al 1% en la financiación del combate a la bichera”, enfatizó, y agregó que “las campañas sanitarias deben ser funcionales a las necesidades del productor y no el productor funcional a las campañas”.
“Exigimos un firme combate a las jaurías”, dijo, y consideró de urgencia ejecutar medidas efectivas y de fondo por parte del Instituto Nacional de Bienestar Animal; de lo contrario está en “riesgo la viabilidad de la ovinocultura, especialmente de pequeños productores que resultan más vulnerables”.
También consideró “adecuada y una prioridad” la modificación al Instituto Nacional de Colonización que busca erradicar los asentamientos de todo el país”.
Sustentabilidad ambiental
Por otra parte, “es importante que nuestro campo sea reconocido como una actividad que respeta el bienestar animal; que no contribuye al cambio climático, sino que, por el contrario, cumple con un perfecto equilibrio entre los gases efecto invernadero que emite y la captura que se logra gracias a nuestros extensos ecosistemas pastoriles y forestales”.
“Reivindicamos enfáticamente la sustentabilidad ambiental de nuestros sistemas productivos, injustamente cuestionados desde los países industrializados en sus obsesiones proteccionistas”, dijo.
El presidente de ARU subrayó “la importancia económica del agronegocio” que representa el 77% de las exportaciones de bienes totales y 8 de los 10 productos más exportados provienen del sector. “Por su efecto multiplicador, el sector agroindustrial es el más relevante en la economía nacional”.
Sin embargo, “los precios de hoy no determinan el éxito del agronegocio, basta con el análisis de los costos: aquellos en dólares, como los fertilizantes que aumentaron entre 80 y 100% en menos de un año”; también mencionó el aumento de tasas en las letras de regulación monetaria que “agudizó el atraso cambiario, especialmente con nuestros competidores regionales”. En tales condiciones de inflación en dólares, “la viabilidad del negocio agroexportador se encuentra comprometida”.
En cuanto al precio de los combustibles dijo que se deben generar “cambios legislativos” sobre “la obligación de la mezcla con biodiésel, y el subsidio al transporte colectivo de pasajeros”, entre otros. “No nos oponemos a que deba ser subsidiado si las políticas sociales así lo demandan, pero si entendemos que dicho subsidio debería provenir de Renta Generales y no cargarlo sobre la producción afectando la competitividad de todo el país”, reflexionó.
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