Así citaba Juan de Salisbury, en su obra Metalogicon del año 1159, a su maestro Bernardo de Chartres:
“Decía Bernardo de Chartres que somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura”.
La Mañana, en estos tres años desde su resurgimiento, ha cumplido el rol de acercarnos las ideas de esos gigantes de la historia nacional y universal; rol fundamental para quienes circunstancialmente ocupamos puestos de decisión y que vemos en sus páginas una fuente invalorable de viejas y nuevas ideas, pero sobre todo de un sentir nacional que nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos.
Gigantes históricos y gigantes actuales, a sus hombros nos apoyamos, nosotros que somos unos pigmeos intelectuales, para ver más lejos, para llegar más lejos.
Gracias La Mañana por tanto.
Aldo Velázquez
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