Para quien siga con interés la evolución de la economía china –que ha ganado mucho en atención local luego del anuncio oficial en cuanto a conversaciones tendientes a explorar un TLC con Uruguay– la reciente entrevista con la economista española Alicia García Herrero publicada en este semanario ofrece una visión distinta.
Acostumbrados a visualizar al gigante asiático como una fuerza de la naturaleza que se ha llevado todo por delante en su demoledor paso hacia el progreso material en las últimas décadas, nos encontramos ahora con la idea que el ritmo de su avance necesariamente disminuirá en los años venideros.
Si bien existen obstáculos puntuales (mencionados más adelante) que la economía china deberá enfrentar en lo inmediato y que no serán fáciles de sortear, en términos académicos se especula que China ha caído en “la trampa del ingreso medio”.
La trampa del ingreso medio
Dicha trampa surge de la observación que entre los muchos países en desarrollo que han logrado llegar a niveles medios de ingreso per cápita, muy pocos han podido superar esa barrera (hoy US$12,695) y llegar a niveles de ingreso considerados altos según metodología del Banco Mundial. Dicho organismo señala que de los 101 países que en 1960 clasificaban como de ingreso medio, solo 13 habían logrado llegar a la categoría de ingreso alto para el 2008.
¿A qué se debe esta dificultad de seguir creciendo? Explicaciones no escasean, pero una de las más convincentes se enmarca en el enfoque de los modelos de desarrollo de Lewis, Harris y Todaro[1] que explican el impulso inicial del crecimiento en base a la migración rural hacia los centros urbanos. El aumento resultante en la productividad de la mano de obra –desplazada del sector tradicional rural hacia sectores modernos de industria y servicios– produce un alza sostenida en el ingreso per cápita.
Durante esta primera etapa la productividad crece en base a la adopción de tecnologías importadas en sectores manufactureros de productos de bajo valore e intensivos en mano de obra. Pero este proceso eventualmente se agota en la medida que la migración interna se reduce, los salarios aumentan y la competitividad internacional decae. Llegado este punto la economía se enlentece y también disminuye el incentivo para invertir en nuevas tecnologías importadas.
China: Tasa trimestral de crecimiento del PBI (porcentaje)
Con US$ 10,610 de ingreso per cápita en 2020, China actualmente se ubica 16% por debajo del umbral de acceso a las economías de ingreso alto. El crecimiento de 2,3% del PBI en 2020 fue el menor en cuatro décadas, debido al impacto de la pandemia en el primer trimestre del año. En el primer semestre del 2021 la economía creció 12,7% merced al efecto base del año anterior.
Sin embargo, se espera una desaceleración significativa para el tercer trimestre (en el entorno del 5%) en la medida que se atenúa el crecimiento del consumo y la inversión y desaparece el efecto base. No habrá inconveniente en lograr la meta del PBI del 2021 (superior al 6%), pero ya las cifras para el 2022 se ven más comprometidas.
PAIS | INGRESO PER CAPITA 2020 US$ |
N. ZELANDA | 42,610 |
URUGUAY | 15,830 |
CHILE | 13,470 |
COSTA RICA | 11,460 |
CHINA | 10,640 |
ARGENTINA | 8,930 |
BRASIL | 7,850 |
PARAGUAY | 5,140 |
Otros factores que pueden contribuir al enlentecimiento del legendario crecimiento chino son:
Comercio Exterior
Si bien el superávit comercial global chino durante el primer semestre de 2021 creció 53% con relación igual periodo del año anterior hasta totalizar US$ 252 billones, no se espera que estos resultados se repitan para la segunda mitad. Aparte del efecto “base”, las cifras del primer semestre se beneficiaron de la liberación de la demanda insatisfecha por los confinamientos, situación que ya no se repite. A ello hay que agregar el impacto de los fuertes aumentos en el precio de muchos productos primarios (en especial los hidrocarburos) así como el costo de fletes marítimos.
También merece un aparte la falta de progresos en las conversaciones con el gobierno de los EE.UU. en relación a los aranceles impuestos por ambas partes y los compromisos asumidos en cuanto a compras.
Crisis Energética
Los intentos del gobierno de reducir la dependencia del carbón en la red de energía del país (contribuye dos tercios de la generación) por motivos ambientales, tuvieron consecuencias imprevistas. El cierre de minas derivó en una insuficiencia de oferta y un aumento de costos que no pudo trasladarse al consumidor por el tope oficial a los precios. La consecuencia fue restringir aún más la oferta, con fuerte impacto sobre el sector manufacturero industrial en las provincias más afectadas.
Crisis del Sector Inmobiliario
En sus intentos de poner coto a los excesos de algunas de las grandes empresas privadas del país, el gobierno impuso limitaciones al sistema financiero en el otorgamiento de crédito a grandes empresas de desarrollo inmobiliario. El sector inmobiliario fue un gran motor de crecimiento detrás de la expansión económica china, dada la gran demanda por el “techo propio” entre la población. Mucha de la construcción se financiaba bajo la modalidad de venta “en el pozo”. Al entrar en crisis de pagos la principal empresa del ramo (Evergrande), quedan expuestos compradores, proveedores, inversores, prestamistas y bonistas tanto locales como externos. Aunque el gobierno intervenga para rescatar a algunos de estos grupos, el impacto contractivo en el sector podrá afectar el consumo y la inversión.
Abastecimiento de insumos
La aparición de nuevos rebrotes o cepas de coronavirus puede volver significar un retorno a las políticas de confinamiento con todo su impacto sobre la producción y la demanda, así como la disrupción de las cadenas de valor. Cabe mencionar que muchas corporaciones multinacionales están reviendo sus políticas de aprovisionamiento de insumos para no quedar expuestos a una excesiva dependencia de proveedores externos para insumos críticos a sus procesos de producción. No se trata de proteccionismo, sino a lo que en Europa se ha dado en llamar soberanía estratégica.
Envejecimiento
Por último, la estructura etaria de la población china presenta un problema financiero importante como resultado de la política de un solo hijo/a por familia así como el aumento de la longevidad. Asimismo, el impacto a largo plazo incluye un ritmo menor de acumulación de capital en la economía, así como una caída en el producto marginal de la mano de obra. Ambos efectos se prestan a enlentecer el crecimiento económico.
China: Crecimiento PBI cuatro trimestres móviles
*Doctorado en Economía por la Universidad de Stanford. Ex Director Ejecutivo del Banco Mundial.
[1] Agenor, Canuto y Jelenic, 2012
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