El siglo de existencia del movimiento católico “La Legión de María”, celebrado el pasado mes de setiembre en la Catedral de “La Almudena” de Madrid, es superado por el de una de sus más fervientes integrantes: Doña Asunción Cervero Ridruejo, quien nos recibe en su piso de Madrid para contarnos, con cristiana alegría, mucho de lo vivido en sus 101 años.
Ser legionaria de María es algo muy sustancial en la vida de Doña Asunción, por lo que empezamos la charla hablando de ese movimiento, fundado en Dublín, Irlanda, el 7 de setiembre de 1921 y que hoy tiene millones de miembros en todo el mundo. Ella conoció a su fundador, Frank Duff, y conserva un video en que se le ve conversando con él durante un encuentro legionario celebrado en Dublín. Asunción se alegra mucho cuando le digo que en Argentina y Uruguay la Legión de María es una de las más activas organizaciones católicas de laicos. Recordamos que la tumba de Alfonso Lambe, el principal promotor del movimiento en Sud América, está en el cementerio de La Recoleta en Buenos Aires.
¿Cuándo te hiciste legionaria de María y qué te motivó a ello?
Hace muchos, muchos, años… Creo que durante bastante más de la mitad de mi vida fui miembro activo y ahora lo sigo siendo en calidad de auxiliar, o sea que rezo las oraciones diariamente, para que el trabajo apostólico que hacen los compañeros de buen fruto.
Lo que me gustó de la Legión es que combina acción y oración. Hay una reunión semanal, en que se reza y se informa de las actividades realizadas. Estas son muy variadas y los socios activos tienen que dedicar al menos dos horas semanales al trabajo apostólico, que se cumple según las necesidades de cada parroquia. También como parte de las reuniones semanales se escucha una lectura espiritual, que es muy formativa.
La Legión tiene la estructura del ejército romano, y creo que funciona muy bien, basada siempre en una profunda devoción mariana y en la entrega al Espíritu Santo, al que invocamos para que anime nuestras actividades y crecimiento espiritual.
Por cierto, que más de la mitad de tu vida son muchos años. ¿Qué se siente al saberse tan longevo?
Pues verás, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Los segundos son sin duda alguna los achaques, los problemas inevitables de salud que se hacen cada vez más frecuentes, y también la soledad. Uno piensa en los familiares, los amigos, y la mayoría de ellos ya no están. Hay un momento en que nos damos cuenta de que tenemos más seres queridos en el cielo que en el mundo físico.
De todos esos años vividos ¿Cuáles son tus recuerdos más intensos? ¿Cómo fue tu infancia? Sin televisión, ni internet, ni juegos electrónicos
Mi infancia en Soria fue feliz. Jugábamos al aire libre, a menudo en el parque de la Dehesa, con muchos niños de la vecindad. Nos acompañaban niñeras, que a su vez se hacían amigas y conversaban mientras nosotros correteábamos por ahí. Los juegos eran sencillos, por ejemplo “el Calderón”, para el cual primero teníamos que dibujar con tiza unas líneas en el piso, o marcarlas en la tierra, y saltar sobre ellas. O las rondas, el escondite, y la mancha, todo de mucha interacción entre nosotros.
Viví la guerra civil ya de adolescente, pero esa provincia no fue especialmente castigada. Hubo muy pocos bombardeos y sin víctimas. Cuando ocurrían, nos refugiábamos en un sótano que compartíamos con varios vecinos. No recuerdo haber sentido miedo. Como mi padre era ingeniero de montes, por su trabajo nos trasladamos a Segovia y tiempo después a Madrid.
De mayores, con mi hermana Carmen pasamos un año en Londres donde hicimos cursos intensivos de inglés. Éramos muy seguidas y es una bendición tener una hermana con quien compartir tantas cosas. Ya muertos mis padres, las dos trabajamos varios años en el Departamento de Hacienda. en San Sebastián y después nos asignaron a Madrid. También con la Legión de María, ambas vivimos experiencias muy gratas.
¿Cómo recuerdas a Frank Duff?
Un hombre de una bondad y sencillez impactantes. Recuerdo que cuando llegamos a Dublín lo hicimos con mucho atraso, porque habíamos perdido una conexión aérea desde Londres. Era muy tarde de noche y los legionarios que nos esperaban en el aeropuerto nos condujeron a la sede donde un señor, bastante mayor y muy afable, nos estaba esperando con una cena ligera, a pesar de lo avanzado de la hora. Recién al día siguiente supimos que se trataba nada menos que del fundador.
¿Cómo ves a España y a la Legión de María en la actualidad?
España… con muchos problemas. Pero en su centro geográfico, el Cerro de los Ángeles, está la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, al que el rey Alfonso XIII consagró España. Al inicio de la guerra civil, el monumento fue destruido y varios jóvenes asesinados por tratar de impedirlo. Pero el odio pasa y el amor prevalece. No perdamos entonces la esperanza de que la situación mejore.
¿La Legión de María? Con grupos puede que menos numerosos que antes, pero igualmente comprometidos. Da gusto ver tantos jóvenes legionarios, incluso muchos varones, rezando frente a la clínica donde practican abortos o visitando enfermos o residencias de ancianos para llevarles un mensaje de fe.
*Columnista especial para La Mañana desde Madrid
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