Medalla de bronce en la categoría de 18 años, entre 85 y 90 kilogramos en Mundial de Kickboxing en Orlando, EE.UU.
¿Tu pasión?
Mi pasión es entrenar en kickboxing. Lo veo como un estilo de vida tanto en salud como en mentalidad. Te cambia para bien y lo disfruto hoy como desde el primer día. Siempre fui de hacer deportes, pero nunca me llenaron tanto como el kickboxing.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
El consejo que les puedo dar es que no hay que desanimarse si no le salen las cosas. Todo lleva su tiempo y más este deporte que lleva mucha reacción, coordinación, flexibilidad, respiración; eso se gana con constancia.
¿Qué reconocimientos has tenido gracias al deporte?
Tuve el honor de poder ir a un mundial, además de ser uno de los primeros en ir junto a mi equipo. Somos los pioneros, además de poder abrir una puerta para todas las personas que nunca se animaron a practicar el deporte.
¿Cómo surge tu inspiración?
Fue en gran parte por mi profesor Claudio Cejas que siempre me dio para adelante en esto y siempre apostó en mí. Gracias a él desperté el amor al deporte.
¿Contra qué defecto luchas?
El contenerme mucho en las peleas.
¿Tu lugar en el mundo?
Mi lugar en el mundo es el dojo porque es donde me supero día a día y es como que me siento en mi casa.
¿Un referente en tu vida?
Mi familia que siempre está en todo, tanto en lo bueno como en lo malo.
¿Una asignatura pendiente?
Ser campeón del mundo.
¿Un valor fundamental?
Respeto.
¿Qué es la felicidad para ti?
Hacer lo que me gusta y saber que voy por buen camino.
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