Desde siempre la frontera con Brasil ha sido el lugar de residencia de personas que, en etapa de jubilación o por opción laboral, tenían la posibilidad de elegir por una vida “tranquila y barata”, pero, con la realidad económica reflejada por una suba notoria de la inflación en el vecino país, la situación comienza a cambiar. La suba casi quincenal de los combustibles y el aumento significativo de artículos de la canasta básica marcan esta realidad.
Índice de Precios al Consumidor en alza
El Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) en Brasil marca un aumento del 8,24% en lo que va del año y del 10,67% en los últimos 12 meses. La inflación acumulada entre octubre de 2020 y octubre de este año es la más alta desde 2016, cuando fue del 10,71% lo que se ha notado en la rebaja de poder de compra del ciudadano brasileño. Pero sin dudas el aumento de los combustibles que desde el inicio del 2021 supera un 38% es el hecho más importante y que impacta directamente en los números antes mencionados. En el pasado quedaron las promesas del presidente Bolsonaro de mantener los precios a la baja, lo que fue contrarrestado por la decisión de Petrobras de aplicar una paramétrica con costos que determinaron los aumentos.
Combustibles en frontera: dudas a pesar del descuento
A pesar de los continuos aumentos de precio, son muchos los casos en que el ciudadano uruguayo elige cruzar la frontera a la hora de cargar combustible. Si bien en las estaciones de servicio uruguayas está establecido el descuento del 24% a la hora de pagar la carga de naftas con tarjetas, la demora en la devolución del porcentaje mencionado que van de 72 horas hasta siete días corridos hace que la opción brasileña cobre fuerza.
En la actualidad la nafta super uruguaya en zonas de frontera pasa de $ 70,41 a $ 53,51 abonando con tarjeta contra los $ 62,71 en Livramento con pago en efectivo. Al consultar a algunos consumidores, estos coincidieron en la misma opinión: “Si voy con $ 1.000, quiero cargar la mayor cantidad de combustible posible y eso pasa en Livramento. Además, en la frontera como primera cosa el beneficio te obliga a tener tarjeta y para colmo el precio de carga es el real y la devolución demora mucho”.
El gasoil no está comprendido dentro del descuento de combustibles en zona de frontera, lo que genera que muchos empresarios de transporte de carga y productores crucen la línea divisoria para abastecerse. En la actualidad el costo en las estaciones de servicios uruguayas, el precio está fijado en $49,94 contra los $44,40 del lado brasileño.
El ciudadano fronterizo se muda
Con un promedio de jubilaciones que no supera los $ 20.000 mensuales y con un ingreso promedio de salarios que, según el tipo de empleo (por ejemplo, público), con sueldos en la franja de $ 30.000, cifra que se reduce sensiblemente en la actividad privada donde en muchos casos los ingresos apenas superan el mínimo nacional, el ciudadano de frontera se ve obligado a recorrer para buscar el mejor precio. En los últimos tiempos han sido varios los casos de familias riverenses con documentos fronterizos que han decidido mudarse a la vecina Livramento ya que tanto los alquileres, como las tarifas de agua y luz son más bajos.
Canasta básica: comprando precios
La suba de precios de algunos de los productos de la canasta básica en Brasil obliga al fronterizo a recorrer en busca de un mejor precio. Como ejemplo, el kilo de arroz en Uruguay promedia los $ 47 cuando del lado brasileño se vende la bolsa de 5 kg con un promedio de $ 32,80 el kg; el aceite de soja (900 ml) en supermercados uruguayos se vende a $ 82 contra los $ 77,80 en mercados brasileños; el frasco de café de una reconocida marca soluble de 200 g en supermercados uruguayos se ofrece a $ 239 cuando del lado brasileño el frasco de la misma marca cuesta $ 170. La pasta dental en el envase de 90 g se ofrece en mercados uruguayos a $ 141 cuando del lado brasileño el de 140 g cuesta $ 49, en todos los casos con la cotización de la moneda brasileña a $ 8,40 por cada real.
El precio de las frutas, verduras y carnes del lado brasileño oscila permanentemente estableciéndose días en la semana donde se profundiza la oferta lo que en algunos casos empareja la oferta con el lado uruguayo, a pesar de lo cual la ventaja, aunque leve, favorece a los mercados del otro lado de la frontera.
Esperando las “lojas francas”
Con la situación planteada y con el anuncio a mediano plazo de la construcción en Livramento de una “loja franca” (tienda libre de impuestos), la situación pasaría a volcarse de forma definitiva hacia el comercio brasileño. La posibilidad de comprar un número incalculable de artículos sin impuestos lo que bajaría un 40% los precios ha sido el motivo de preocupación de comerciantes uruguayos, los que siguen reclamando por urgentes medidas.
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