Con los votos del Frente Amplio y el Partido Colorado, la Comisión de Salud de Diputados aprobó un proyecto de ley alternativo sobre cuidados paliativos. El diputado Rodrigo Goñi del Partido Nacional criticó la nueva redacción, aunque reconoció que a último momento se contemplaron algunos puntos. La coalición trabaja en realizar mejoras al texto.
Un proyecto de ley alternativo sobre cuidados paliativos fue aprobado el martes 16 en la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social en la Cámara de Representantes, con votos de las diputadas frenteamplistas Etcheverry y Cristina Lustemberg, y la colorada Nibia Reisch.
El texto en su artículo 1° establece “el derecho universal a recibir atención de cuidados paliativos a todas las personas que padecen enfermedades graves, progresivas y/o avanzadas, con escasa o nula respuesta a tratamientos específicos, que presentan múltiples síntomas severos, cambiantes en el tiempo que impactan en la autonomía y en la calidad de vida por la carga sintomática o psicológica, discapacidad o dependencia que generan, y limitan su pronóstico vital”.
La iniciativa aprobada, que cuenta con siete artículos, contempló algunas disposiciones previstas en el proyecto original que había sido firmado por todos los partidos políticos, pero dejó afuera –entre otros– al que refería a aspectos de procedimiento y protocolos de asistencia, ya que entendieron que eran propios de una reglamentación.
Pero la mayor polémica estuvo en haber retirado el capítulo sobre el final de la vida, considerando que el espíritu de aquel se interponía al proyecto sobre eutanasia presentado en marzo de 2020, por el diputado colorado Ope Pasquet.
El texto original establecía el derecho a recibir cuidados paliativos de forma “oportuna y precoz sin esperar a estar en situación de últimos días”. Además, un borrador posterior presentado por el diputado nacionalista Rodrigo Goñi, que tampoco se tuvo en cuenta en el proyecto aprobado, preveía “el respeto del derecho del paciente a morir dignamente en forma natural, evitando en todos los casos anticipar la muerte por cualquier medio”.
Apenas tomó conocimiento del documento alternativo presentado “intempestivamente” en la comisión, el diputado blanco denunció que este restringía el acceso a los cuidados paliativos en la etapa previa a la mayor complicación de la enfermedad.
Goñi manifestó a La Mañana que el proyecto que presentó en agosto de 2020 contaba con la anuencia de la Sociedad Uruguaya de Medicina y Cuidados Paliativos (SUMCP). “Era muy completo”, dado que se entendía que “abordaba, con los instrumentos adecuados, el objetivo que se busca que es el acceso universal a los cuidados paliativos de calidad”, indicó.
El representante hizo hincapié en que estos cuidados deben garantizarse también a quienes sufran una enfermedad grave –como una enfermedad oncológica– al final de su vida, más allá del tratamiento específico al que sea sometido ese paciente. A su vez, Goñi denunció que no se llamara a comisión a los especialistas de la SUMCP y del Ministerio de Salud Pública, para que den su opinión sobre el nuevo articulado.
“Reconociendo que realmente era evidente que se restringía sustancialmente el alcance, algunos de los puntos que nosotros denunciamos se habían eliminado (del proyecto original), se reincorporaron”, dijo Goñi. Estos artículos son los referidos a los derechos de los pacientes a informarse y recibir una atención de forma integral; con un asesoramiento por parte de los prestadores de salud que servirá para decidir el lugar de la internación en sus últimos días de vida, sea hospitalaria o en su domicilio.
Diputados de la coalición negocian modificaciones hasta el 9 de diciembre
Debido a que diputados blancos, cabildantes y algunos colorados difieren de ciertos aspectos del proyecto de ley aprobado en comisión, los representantes oficialistas se pusieron un plazo de tres semanas para discutir las posibles modificaciones del texto.
“El Partido Nacional lo va a votar”, aseveró Goñi sobre el proyecto de ley aprobado en comisión, “pero vamos a buscar hasta último momento hacerle mejoras”. Consideró que “sería muy bueno que esta ley de cuidados paliativos la voten todos los partidos”.
El coordinador de la bancada nacionalista reclama que se incorporen situaciones que no se están contemplando, como la del final de la vida que entiende “debería ser regulada con absoluta precisión”. Esta etapa “tiene una regulación especial, porque es la más delicada”, explicó; la que implica, por ejemplo, la sedación paliativa.
A su vez, advirtió que otro aspecto que no entró es el de enfermedades –que no se curan– que pueden tener buena reacción frente a determinados tratamientos. “Por ejemplo, un tumor; pueden mejorar bastante con un tratamiento, pero necesitan igual de cuidados paliativos”, apuntó y criticó que el proyecto que se aprobó en comisión los limita a circunstancias cuando las respuestas al tratamiento sean nulas o casi nulas, “muy escasas” a su entender; ya que asegura que “hay un conjunto de situaciones en las que hay buena respuesta al tratamiento, pero no dejan de tener sufrimiento”.
Eutanasia en el trasfondo de la discusión sobre cuidados paliativos
Goñi sostiene que “cuando teniendo al alcance la posibilidad de aliviar el sufrimiento, no lo hacés, directa o indirectamente empujás al deseo de muerte, y, por lo tanto, en caso de que algún día se apruebe la eutanasia lo empujás a pedir la eutanasia”.
Advirtió que el proyecto sobre cuidados paliativos “le abre las puertas” a la eutanasia, porque según las estadísticas, “de 10 pacientes que piden la muerte anticipada, más de 9 revierten su decisión”. “Porque el que pide morir no es que quiera morir, lo que quiere es vivir sin sufrir”, aseveró el diputado. Entonces, opinó que, si de 10 personas, hoy 5 no acceden, “me parece que lo primero que tenemos que hacer, es garantizarles el acceso a los cuidados paliativos”.
No hacerlo, según Goñi, responde a dos razones. La primera, económica, porque “es mucho más barato para los seguros de salud pagarte la eutanasia” que aplicar al paciente los cuidados paliativos que pueden llevar uno, dos o tres años, indicó. La otra tiene que ver con un tema de “comodidad”; al “no hacerse cargo del paciente en su etapa más compleja”. Goñi advirtió la existencia de “muchos casos de gente que tiene enfermedades complejas y requieren una gran atención, no solo sobre el final, que es uno de los temas que sigue sin abordar este proyecto”.
El legislador manifestó que “hay enfermedades que limitan la autonomía y necesitan cuidados paliativos”, por lo que denuncia que, con el proyecto, tal cual está redactado, se está “condenando al sufrimiento innecesario, que puede llegar incluso hasta empujar al deseo de muerte”.
Goñi sostuvo que “hay una gran confusión” de algunos que, “totalmente desinformados y con falta de conocimiento científico, siguen afirmando que son conciliables los cuidados paliativos y la eutanasia”. Aseveró que los paliativistas dicen que “pueden coexistir, pero son dos especialidades, dos formas de atender distintas”. “El paliativista te va a cuidar, por su esencia, hasta el final”, que es la “esencia de los cuidados paliativos”, remarcó. En cambio, “la eutanasia es dar muerte, es un homicidio”, sentenció. Aseveró que la eutanasia es “profundamente injusta” porque “desprotege al más vulnerable”, cuando el Estado debería “proteger su vida”.
Por otra parte, advirtió que, de aprobarse la ley de eutanasia y suicidio asistido, “a todo aquel que se quiera suicidar le vamos a decir, no solo que sí, sino que lo vamos a ayudar a matarse”. Recordó que “estamos en un período donde el aumento de intentos de suicidio es enorme”, por lo que entiende que, de aprobarse la ley de eutanasia, no solo “no vamos a prevenir más el suicidio”, sino que “lo vamos a asistir”, cuestionó.
Además, Goñi criticó que no se considere la posibilidad de que esa persona pida suicidio por un abuso psicológico, debido a que “el vulnerable puede estar siendo abusado en una coacción, para tener una herencia o para dejar de atenderlo”, señaló.
Asimismo, reivindicó que el Estado “nació para proteger al más vulnerable”, y de aprobarse la eutanasia “lo deja librado a su suerte”, lo cual consideró de “lo más injusto, inhumano e insolidario, y que la consecuencia ya sabemos cuál va a ser”. “Vamos a empujar a la muerte a cientos y cientos y vamos a triplicar los homicidios”, aseguró. Porque cuando se facilita el instrumento “se empieza a coaccionar al enfermo para sentirse una carga”.
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