Aunque esta semana hubo una suba, es la primera luego de cuatro semanas por lo que la tendencia es claramente de corrección a la baja.
En la actividad semanal el precio internacional promedio de la lana tuvo una suba de US$ 0,05 el kilo, al pasar de US$ 9,62 a US$ 9,67. Las ventas se llevaron a cabo los días martes 23 y miércoles 24.
Se vendieron 37.184 fardos con la mayoría de las categorías al alza. Las de 28 y 30 micras bajaron 3 y 2 centavos de dólar respectivamente.
En el análisis por día de comercialización, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) informó que el martes 23 la oferta fue de 21.533 fardos de los que se vendieron 18.857 (87,6% del total).
Las categorías que registraron bajas “se ubican entre un rango de 2,1% (20 micras) y 0,4% (17 micras). Las de 16,5 y 26 fueron las únicas que registraron subas”.
“Las lanas de 21 micras disminuyeron a los US$ 9,25 (-1,9%) y las de 28 bajaron a los 2,95 (-0,7%)”.
El miércoles 24, se comercializaron 18.327 fardos de 19.753 ofertados (92,8% de colocación).
Respecto a los precios respecto a la jornada anterior, el SUL destaca que las subas fueron entre 1,0% (las lanas de 17 micras) y 2,2% (las de 20 micras). “Las categorías de 28 registraron una leve baja y la de 30 se mantuvieron sin cambios. Las lanas de 21 micras aumentaron a US$ 9,44 (+2,1%) y las lanas de 28 bajaron a los US$ 2,94 (-0,3%)”.
Ventas lentas y moderadas
Un análisis publicado en el sitio web australiano The Land señala que es probable que entre los exportadores y procesadores de lana haya algo de hastío cuando apenas faltan cuatro semanas para cerrar el año y comenzar el receso de Navidad. Las ventas van “más lentas y moderadas de lo normal”.
Aclara que “no hay ningún problema con la cuota china este año”, y el mercado europeo “probablemente” presente un interés “de última hora para los lotes superfinos”. De cualquier forma, “las pocas fábricas que quedan en Europa tienen muchos pedidos”.
En China las empresas tienen “una larga lista de envíos, la que va en aumento” debido a los problemas logísticos por lo dificultoso y caro que es “mover un contenedor de Shanghái a La Spezia o Hamburgo”.
Por otra parte, China ha tenido problemas con la energía eléctrica “que todavía afecta a algunas secciones de la cadena de procesamiento”, a lo que se suma “la escasez de mano de obra”.
“Los propietarios (de las industrias) lamentan que los jóvenes sean reacios a trabajar regularmente en una fábrica”, porque las ruidosas salas “no son la primera opción de los millennials” que tienen otras “oportunidades de empleo alternativas disponibles”.
Ambos fenómenos significan “que muchas fábricas de ese país no pueden operar a plena capacidad”.
Respecto a las lanas en sí, el artículo de The Land señala que el Merino superfino “sigue siendo la fibra de lujo que todo el mundo quiere, pero la demanda de este segmento no es tan frenética como lo era hace unos meses”.