El expresidente Tabaré Vázquez indiscutiblemente se convirtió en una de las principales figuras de la historia del Frente Amplio. No obstante, algunos de los hitos que marcó en su destacada trayectoria política siguen cuestionando algunos postulados de la izquierda uruguaya.
El pasado martes se reunió la Asamblea General para rendir homenaje al expresidente Tabaré Vázquez luego de un año de su fallecimiento. Legisladores de todos los partidos políticos expresaron sus palabras, en un evento del que participaron también el presidente Luis Lacalle Pou y los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica.
Se resaltaron algunas características de quien fuera dos veces presidente por el Frente Amplio (2005-2010 y 2015-2020). Entre ellas su capacidad de superación que lo llevaron a desarrollar una destacada carrera profesional y política. También su apertura al diálogo con todo el espectro político y su cercanía con la gente.
Por parte de Cabildo Abierto, el encargado de la oratoria fue el senador Guillermo Domenech, quien durante su extensa trayectoria como escribano de gobierno, le tocó trabajar cerca de Vázquez en sus dos administraciones. El legislador cabildante hizo hincapié en el reconocimiento de algunas “actitudes” que lo “sorprendieron”, pero le demostraron que “aún en la discrepancia política es posible encontrar preocupaciones y soluciones compartibles”.
“En su calidad de médico oncólogo el Dr. Vázquez se vio impulsado a llevar a cabo en el Uruguay políticas públicas antitabaco, convirtiendo al país en el primer Estado libre de humo de tabaco de las Américas y el séptimo a nivel mundial”, subrayó Domenech.
Recordó que algunas medidas apoyadas por el expresidente determinaron que una tabacalera internacional presentara una demanda ante el CIADI invocando un tratado bilateral de inversiones. Ante esa situación, remarcó la exposición de Vázquez ante la Asamblea General de la ONU en 2016, lo que “supuso una efectiva defensa de la salud de nuestros compatriotas que el país debe reconocer y recordar, porque no sólo se obró en beneficio de la salud pública, sino que además se defendió exitosa e hidalgamente la soberanía nacional”.
“Las resultancias del diferendo fortalecieron una política antitabaco que compartimos, siendo espontáneamente aceptada por la enorme mayoría de la población del país, y que además proyectó al Uruguay en el campo del Derecho Internacional como un país que hace valer sus derechos y no se arredra frente a poderosos intereses internacionales”, destacó Domenech.
Defensa de la vida humana
Si el primer aspecto mencionado por Domenech no pasó desapercibido para varios´, fundamentalmente por las contradicciones en las que ha caído la izquierda en la defensa de contratos polémicos con multinacionales en Uruguay, el segundo seguramente interpeló aún más dentro del Frente Amplio. El legislador recordó la postura de Vázquez respecto a la despenalización del aborto, que lo llevó a vetar una ley defendida por su propio partido, contra una de las principales banderas de la izquierda en el siglo XXI.
“Fue un hombre que supo sostener sus ideas y principios más allá de compromisos políticos y conveniencias partidarias y así lo demostró al oponerse durante su gobierno a la ley que despenalizaba el aborto”, expresó Domenech. “En tal sentido, el Presidente en su oportunidad manifestó que ‘la legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia’, agregando ‘en los modernos sistemas jurídicos – incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la prueba reina para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad e incluso en hipótesis de devastación, o sea, cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aún luego de mucho tiempo'”. Domenech destacó que en su fundamentación jurídica, el mandatario citó en dicha oportunidad la Constitución Nacional y el art. 4 inc. 1 del Pacto de San José de Costa Rica ratificado por nuestro país.
“El veto a la ley de aborto, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez se produjo el 13 de noviembre de 2008 y sólo logró que lo acompañara en la firma del decreto la entonces ministra de Salud Pública. El siguiente 24 de noviembre, en carta dirigida al Comité Central Partido Socialista solicitó la baja de dicho partido tras 25 años de militancia, trascendiendo que justificó dicha desafiliación, exclusivamente, a las diferencias que sobre el aborto mantenía con la dirección socialista”, agregó Domenech.
Reconciliación y nunca más
El tercer ítem puesto en relevancia por Domenech sobre la trayectoria de Vázquez también muestra puntos de contacto con algunos debates que se siguen dando en la actualidad. Recordó citando textualmente a Vázquez que en su momento expresó su deseo de poder “avanzar hacia el futuro en un terreno de reconciliación y de reencuentro de todos los uruguayos”.
El expresidente decía en un reportaje consultado sobre si el terrorismo político y el terrorismo de estado tenían la misma entidad: “El estado uruguayo tiene que asumir que todas son víctimas” agregando que “si usted está de presidente de un país tiene que pensar en el estado en su conjunto, en la sociedad en su conjunto, en la gente en su conjunto” y finalizó diciendo, ante la pregunta sobre si la visión de que unas de las víctimas no eran iguales a las otras que “para las madres, las hermanas, los padres, los hijos de los que fallecieron, el dolor fue seguramente el mismo”.
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