Artistas y cronistas viajeros en el río de la plata. Hasta mediados del siglo xix. Juan Antonio Varese. PLANETA. Diciembre 2021. 306 págs. $790.
En estas épocas de prisas y ansiedades construidas, es bueno generarse un tiempo para disfrutar una obra de excelencia como la presente. Pero un buen libro al igual que un vino, necesita tiempo. Y vaya si Varese le ha dedicado tesón y perseverancia al presente proyecto. Desde la década de los 90, cuando junto al pintor Carlos Menck Freire realizaron la investigación que devino en el Viaje al antiguo Montevideo, comenzaron a reunirse los datos, las anécdotas, las imágenes y los documentos que se plasmarían ahora en Artistas y Cronistas…
Porque la idea global amerita toda esta dedicación; lograr una nueva narrativa histórica en el cual otros indicios y otras visiones se engarzan con una luz distinta a los trabajos de la historiografía más tradicional.
Éramos y seguimos siendo la llave de los ríos claves de América del Sur, el enclave por excelencia en los viajes bioceánicos. Por ende, un sitio de recalada tradicional para una muy variopinta selección de viajeros: “marinos, comerciantes, sacerdotes, espías, científicos o simples aventureros”. Muchos plasmaron por escrito sus impresiones y recuerdos. Muchas descripciones fueron por la pluma, algunas por el pincel, las que marcaron época aquí están.
Se darán cita crónicas insólitas y casi desconocidas. Un grupo de convictos y prostitutas en viaje hacia Australia se amotina, toman el control de la nave luego de ejecutar al capitán y al primer oficial. Arriada la bandera británica, se yergue la francesa y es con esta divisa que arriban a Montevideo. O la crónica de Rose de Freycenet, esposa del capitán Louis Claude Desaules de Freycenet, que viajando vestida de hombre para soslayar las normas imperantes en los buques de la Armada, fue la primera mujer en escribir un diario sobre una vuelta al mundo.
Una de las crónicas llama poderosamente la atención: Montevideo en la visión de un alquimista. Las primeras ilustraciones sobre los habitantes de Montevideo surgieron de los recuerdos y bocetos de un peculiar personaje. Antoine-Joseph Pernetty era capellán y naturalista francés, también era un intelectual imbuido en el espíritu de la Ilustración e integrante de la masonería. Cuando fue exiliado a Prusia, fundó allí la secta de los Illuminati de Berlín.
Acompañando una expedición científica del matemático, marino y explorador francés Louis A. de Boungainville en 1736, registra las siguientes observaciones: “Los españoles de Montevideo son muy ociosos; ellos no se ocupan casi más que en conversar en rueda, tomar mate y fumar un cigarro. Los comerciantes y algunos artesanos, en muy escaso número, son las únicas ocupadas… El terreno de los alrededores de Montevideo es una planicie hasta perderse de vista. El suelo es negro, duro y produce abundantemente en cuanto se le somete al más ligero cultivo. No faltan sino quienes lo trabajen, para hacer de él, uno de los mejores países del mundo… La manera de vivir de los españoles es muy simple. La costumbre hace que las mujeres y los hombres se levanten muy tarde, excepto aquellos que están empleados en el comercio, permaneciendo entonces de brazos cruzados, hasta que se les ocurra ir a fumar un cigarro con alguno de sus vecinos. Muy a menudo, se lees encuentra delante de la puerta de una casa conversando y fumando. Otros, en cambio, montan a caballo, pero no para hacer un paseo por los alrededores, sino simplemente para dar una vuelta por las calles. Si les vienen ganas, descienden del caballo, se juntan con algunos amigos, hablan dos horas, sin decirse nada, fuman, toman mate y vuelven a montar a caballo.”
Son decenas de crónicas en una edición de excepcional calidad iconográfica que lo convierten en un texto de referencia y consulta ineludible para todos los interesados en una comprensión profunda de nuestro pasado. Porque Juan Antonio Varese es sinónimo de excelencia.
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