El presidente Lacalle Pou destacó avances en infraestructura, aunque reiteró la necesidad de un Mercosur “más moderno” que contemple la posibilidad de negociar por fuera del bloque y no acompañó la iniciativa de bajar el arancel externo común que impulsan los socios. Días atrás estuvo en Catar en busca de inversiones y acuerdos de cooperación.
En el encuentro virtual del pasado viernes 17, en el que se traspasó la presidencia pro tempore de Brasil a Paraguay, los mandatarios de los países socios del Mercosur marcaron sus distintas posturas respecto al funcionamiento y futuro del bloque.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, comenzó recalcando dos episodios que marcaron “un buen semestre” en la estrategia de la región de vincularse física y comercialmente. Destacó la interconexión física en la reapertura de fronteras a partir de un trabajo coordinado de la Cancillería uruguaya con la de Argentina y Brasil.
También ponderó ciertos avances en temas de navegabilidad con los países vecinos. Respecto a Argentina, subrayó el acuerdo para “la construcción del puente entre Bella Unión y Monte Caseros, a través de diálogos bilaterales”; y, sobre Brasil resaltó, “las reuniones en Rio Grande do Sul para habilitar la hidrovía de las lagunas”.
Por otra parte, el mandatario reconoció el sinceramiento de los socios debido a que ahora “todos sabemos hacia dónde vamos; todos sabemos cuáles son los intereses”. Sostuvo que en el bloque se ha demostrado vocación de pertenecer al Mercosur, pero “quizás con un futuro próximo un poco distinto”.
Según Lacalle Pou, el bloque en este último período no pudo lograr “entendimientos totales porque había una parte del Mercosur que no veía en este proceso de modernización la totalidad de esos intereses satisfechos”, lo que generaba “tensiones”. Al respecto, señaló: “Lo que debemos hacer es llegar a un punto medio para que todos los partícipes se sientan satisfechos”.
En ese sentido, el presidente recordó que Uruguay ha sido claro en su postura de que la flexibilización del bloque comercial “es el camino por seguir”. Dijo además que insistirá en su postura aperturista “en los tiempos que vienen”, debido a que “el mundo necesita nuestros productos, de la inteligencia de nuestros compatriotas, está ávido de mirar a esta región del mundo; y nosotros como uruguayos y Mercosur seguimos apostando firmemente y de manera muy optimista al mundo”, afirmó.
Uruguay no acompañó revisión de arancel externo
Al término de la cumbre semestral del Mercosur, Argentina, Brasil y Paraguay firmaron un comunicado conjunto, en el que se comprometieron a revisar el Arancel Externo Común (AEC) del bloque. El documento difundido, que había sido coordinado previamente por la diplomacia de Brasil, no fue suscrito por Uruguay. Esta medida no sorprendió, ya que un mes antes Uruguay había expresado su posición.
El jueves 4 de noviembre, cuando la cancillería brasileña comunicó al gobierno uruguayo sobre el acuerdo alcanzado con Argentina para rebajar 10% el AEC (tasa que se aplica a los productos importados), si bien Uruguay no tenía una postura contraria a la reducción arancelaria, entendía que esta medida debía ir junto a una flexibilización normativa del bloque (modificación de la cláusula 32/00) que lo habilite a negociar individualmente acuerdos comerciales con otros países o bloques, como el Tratado de Libre Comercio que pretende avanzar Uruguay con la República Popular China.
Un día después del comunicado brasileño, la cancillería uruguaya y el Ministerio de Economía y Finanzas emitieron una declaración en conjunto en la que sostuvieron que la decisión expresada “se entiende en el marco del estado actual del Mercosur en tanto Zona de Libre Comercio imperfecta”, y que lo comunicado por el gobierno de Brasil “refleja la necesidad de modernizar y sincerar el Mercosur como forma de lograr una mejor apertura e inserción internacional”, manifestó el gobierno uruguayo.
Reacciones de los socios
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, expresó su decepción por la falta de acuerdo arancelario que “beneficiará a todos” los “sectores productivos” del bloque, aseguró. Por su parte, el paraguayo, Mario Abdo Benítez, planteó que será “prioritario” lograr una rebaja consensuada del AEC y destacó que hubo “un acercamiento” de las posturas internas. Sobre política exterior también sugirió avanzar en “los procesos de integración regional”, apostando “al diálogo y la tolerancia ante las divergencias”. En ese sentido, el comunicado tripartito de la cumbre sugiere que se debatirá la flexibilización exigida por Uruguay en los meses que oficiará como presidente.
En tanto, Alberto Fernández aseveró que “no hay espacio para Estados que se cierren en sí mismos, ni para quienes subestimen el riesgo de emprender aventuras en soledad”. Fernández apostó por “un Mercosur sólido” con una “mayor capacidad de negociación colectiva con el resto del mundo”. El presidente argentino dijo que la clave es conseguir aperturas de mercados relevantes “sin asumir obligaciones imposibles de cumplir”. “Lo que nos exige una visión comercial integrada y una capacidad de coordinación para atender a cada uno de nuestros intereses nacionales”, añadió.
El documento suscrito por Argentina, Brasil y Paraguay, si bien destaca el compromiso con la revisión del AEC “como instrumento primordial para el fortalecimiento de la Unión Aduanera del Mercosur”, también subraya que esos tres países se han comprometido “a lograr un acuerdo cuatripartito en beneficio de la productividad y competitividad de las economías de los Estados Parte”.
Además, en la declaración final de la cumbre se menciona como balance del semestre “un memorando de entendimiento para la promoción del comercio, la inversión y la cadena productiva” con República Dominicana, y también el acuerdo para realizar “un diálogo exploratorio con miras a negociar un acuerdo comercial” con El Salvador.
Viaje a Catar se centró en lo económico
El martes 14, el presidente de la República regresó de una visita oficial de 48 horas a Doha, capital de Catar, Doha. Según mencionó el mandatario en conferencia de prensa, esta se concretó por un “fin económico”, como la búsqueda de nuevas inversiones.
Lacalle participó en dos rondas de negocios con la cámara de comercio catarí, dedicada principalmente a la importación de alimentos. “Llevamos posibilidades de inversión en infraestructura, portuaria, vial y emprendimientos de larga trayectoria en alimentos a los que les hace falta inyección de inversión”, sostuvo. Subrayó que “con Catar, tenemos economías complementarias” y valoró ciertos aspectos de la tradición de Catar como la apuesta por la innovación e investigación.
A su vez, la agenda presidencial incluyó una reunión con el gerente de la aerolínea Qatar Airways, a quien se le presentó un plan de negocios para tener conectividad área con Montevideo. “En palabras del propio CEO, vamos a avanzar en un plan para ver si podemos tener algún tipo de conectividad con esta aerolínea que es una de las más importantes del mundo”, resaltó Lacalle Pou sobre la reunión que tuvo con el empresario.
El presidente y el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al-Zani –en el marco del encuentro oficial que tuvo lugar el lunes 13, en la sede del Amiri Diwan, en Doha–, firmaron un acuerdo y tres memorandos de entendimiento entre los dos países.
El acuerdo estableció la exención mutua de los requisitos de visado de entrada para los titulares de pasaportes diplomáticos, privados, oficiales, regulares y de misión. Mientras tanto, los memorandos suscritos están enfocados en la cooperación de los Estados en materias como la juventud, el deporte, la educación y la formación diplomática entre el Instituto Diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar y el Instituto de Servicio Exterior Artigas de la Cancillería uruguaya.
En su balance del viaje, Lacalle Pou recalcó que “los objetivos que habíamos marcado al principio se cumplieron” y destacó que “generamos una buena vinculación con el emir de Catar para seguir cultivando la relación bilateral entre los dos países”.
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