Nació en una familia de productores agropecuarios en Cañada Nieto, en el departamento de Soriano. A los 18 años ingresó al BROU en Nuevo Berlín y desde entonces ha recorrido el país ocupando diferentes puestos. En sus 42 años de trabajo, ha sumado experiencias que ahora trata de compartir con los jóvenes que ingresan al Banco. A continuación, compartimos el reportaje que La Mañana le hiciera a Gustavo Gomila, subgerente general comercial de la institución financiera.
Usted hizo toda la carrera en el Banco República desde joven, ¿cómo comenzó?
Yo soy hijo de productores agropecuarios, ingresé al banco a los 18 años en la sucursal de Nuevo Berlín hace 42 años, de los cuales siempre he estado vinculado a la actividad agropecuaria, o sea que puedo mirar está actividad desde la óptica del productor también. A través del banco y de la gerencia que me ha tocado encabezar he recorrido todo el país, por lo que puedo decir que he estado prácticamente en todas las sucursales, lo que me permitió conocer las actividades productivas del sector en sus diferentes zonas.
¿Es común este tipo de trayectorias en muchos funcionarios del banco?
Sí, yo diría que sí, más que nada en el interior tenemos compañeros que sí. Ahora el banco está sufriendo la jubilación de muchos funcionarios que estamos en una franja etaria en que nos estamos acercando al final, o sea que se va a perder mucha experiencia, que es lo que le estamos tratando de transmitir a las nuevas generaciones que están ingresando en estos últimos años.
Estuvo en varias sucursales del país. ¿Cómo es la inserción actual en el interior?
El banco tiene 130 sucursales, por lo que estamos muy presentes en el territorio. Por lo general hay muchos compañeros que viven ahí en la zona, lo que permite el contacto diario con la sociedad. El banco cuenta con coordinadores que tienen muchos años, que por lo general concurren a los remates ganaderos, a las liquidaciones, mantienen contacto con las gremiales rurales y referentes del sector, y de esta manera el banco va penetrando en la sociedad y adaptándose a las necesidades de las asistencias crediticias que nos puedan solicitar.
Se están instalando más cajeros automáticos en diferentes puntos del país. ¿Hay un cambio de política en este sentido?
Los directores actuales han efectuado muchas recorridas por el interior, indudablemente hay zonas del interior y localidades un tanto alejadas, que reclaman la instalación de un cajero, porque sino no tienen acceso a dinero en efectivo. Tenemos previsto la instalación de 18 cajeros en estos dos años y a modo de piloto evaluar, cómo resulta nuestro servicio y atención, porque todo eso genera también una logística de los blindados, de la seguridad y de las roturas que necesitan service externo. En principio nos está yendo bien. Obviamente los cajeros no tienen un movimiento sustancial, pero sí dan un servicio a la comunidad que todos nos lo agradecen porque tienen el efectivo ahí a la orden.
¿Cómo es la distribución de estos nuevos cajeros?
Estos cajeros van a estar instalados en pequeñas localidades que vamos a seguir evaluando de acuerdo a las necesidades y a las distancias, más que nada. Estamos instalando alguno más al norte del río Negro y el resto hacia el sur. Porque no es lo mismo estar en una localidad a 100 kilómetros de la capital departamental y tenerlo más a mano.
¿Ya están definidos los lugares?
Ya tenemos instalados en Villa Soriano, Cebollattí y Lago Merín, estamos muy cerca de instalar en Constitución en Salto y los que ya se instalaron en la costa por la temporada estival que por lo general funcionan hasta semana Santa. Este año agregamos un cajero en la costa oeste, en playa Fomento donde hasta ahora nunca habíamos habilitado uno.
Muchos de estos cajeros se encuentran en zonas de desarrollo agropecuario.
Por lo general en los casos donde había que trasladarse hasta la capital departamental para cobrar su sueldo, el trabajador tenía que pedir el día libre. Con este tipo de emprendimiento donde en media hora, una hora, o en la noche, va a sacar el dinero y no se perjudican ninguna de las partes, por el hecho de cobrar el salario.
Teniendo en cuenta que ha acompañado la actividad del BROU todos estos años, ¿podría decirnos cómo funcionaba la división del crédito rural?
Hoy estamos ante empresarios rurales, hace cuarenta años eran productores rurales y los temas financieros o contables no tenían la importancia que tienen hoy. Y el banco también se fue adecuando al país. Primero hablábamos del plan agropecuario, préstamos en canastas, después se dolarizaron nuestras economías fuertemente, los commodities comenzaron a venderse en dólares y el banco siempre se fue acomodando, pero con la óptica de apoyar al productor rural. Siempre le hemos tratado de buscar una solución a los productores que muestran voluntad de pago. Y siempre hemos estado muy cerca, lo que nos valoran las diferentes instituciones que hoy componen el agro.
Esta es la tercera emergencia agropecuaria en los últimos dos años. ¿Cómo funcionaron en las dos oportunidades anteriores?
Lo que nosotros hacemos en esas situaciones puntuales es sacar una línea específica para contemplar la problemática que se está dando. También hay muchos clientes del banco que tienen una línea de crédito, muchas veces disponible y en función de las necesidades las van usando. En estos casos, como en años anteriores, estamos sacando una línea crediticia que acompaña el accionar del Ministerio de Ganadería, el cual declaró la emergencia agropecuaria por el déficit hídrico, y el banco sacó una normativa específica y su marco, donde estaríamos financiando hasta 55 dólares por vaca o novillo, 35 dólares por ternero y/o vaquillona y 15 dólares por ovino.
Quienes estuvieran interesados les estaríamos solicitando la declaración jurada de Dicose 2021. En principio pagarían intereses al 30 de junio de 2022, en octubre del año 2022 pagarían 40% del capital más intereses y se cancelaría en abril de 2023. Esto es en cuanto a la línea específica, lo que no quiere decir que en el interín el productor se arrime a alguna de nuestras sucursales, a efectos de establecer una línea de crédito anual en donde le podremos fijar las posibles utilizaciones de acuerdo a las producciones que realicen.
En esta oportunidad, ¿quiénes podrán acceder a estás líneas?
En esta oportunidad estamos financiando a todos los clientes. Estamos ante un amplio foco, pero también vamos a financiar a los clientes nuevos que puedan arrimarse al Banco ante esta eventualidad. Si bien este es el marco de una normativa, todos los que estén interesados o quieran acercarse a consultar se pueden agendar en la web o simplemente acercarse a las sucursales más cercanas y ahí se les será informado. De no encuadrar en esta normativa, por ahí podemos ver otras alternativas.
¿Existen productos específicos para los productores afectados por los incendios de los últimos días?
Hoy por hoy hay líneas para todas las actividades productivas de los sectores afectados. El Banco ya tiene líneas disponibles, no obstante, el directorio piensa evaluar algunas líneas específicas al respecto.
El Banco lanzó líneas crediticias para la compra de campos, ¿puede darnos algún detalle al respecto?
El directorio estableció plazos más largos para la compra de campos, por lo tanto, se pueden financiar hasta 15 años a todo tipo de clientes y a los pequeños productores le podemos estar financiando hasta 20 años y la incorporación de 200 hectáreas Coneat 100, como máximo. Son todas líneas que van en un mismo sentido, tratando de apoyar fuertemente al sector y que los productores puedan crecer en área, aprovechando los plazos y las tazas de interés actuales.
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