En el arbolado barrio Beverly Hills de Punta del Este, se encuentra un museo único en su estilo en el país, paseo obligado de quienes visitan el principal balneario esteño: el Museo Ralli. Fundado por Harry Recanati en el año 1988, alberga el mayor acervo de obras latinoamericanas contemporáneas del continente, así también como europeas y persigue el fin de que los propios uruguayos y latinoamericanos conozcan más sobre la riqueza de su arte.
En Punta del Este, el Museo Ralli destaca por su majestuosidad en sí mismo. Primero por el marco de naturaleza y las monumentales casonas que lo rodean. Luego, sorprende por sus seis mil metros cuadrados construidos, en los que se encuentran tres niveles y tres jardines compuestos por esculturas, algunas de ellas de tamaño real. Al ingresar, una figura de 1,70 metros, única en nuestro país y esculpida por Salvador Dalí, da la bienvenida, asegurando que todo lo que seguirá a continuación sin duda deslumbrará a los visitantes. Es que la colección de arte latinoamericana del museo es considerada la más grande del mundo en su género.
El Museo Ralli de Punta del Este es uno de los cinco museos de la fundación Ralli que se encuentran por el mundo y que están ubicados en Santiago de Chile, Marbella e Israel. De todos ellos, el uruguayo fue el primero en crearse. Fundado en 1988 por Harry Recanati y su esposa Martine Recanati, tiene la misión de difundir la riqueza del arte latinoamericano. Fue creado primero como una sala de exposición, pero más tarde se transformó en el museo que es hoy.
Una colección formada durante viajes
Descendiente de una familia judía, Recanati nació en Grecia en el año 1918, trasladándose a Ginebra en 1952, donde estableció una red de bancos privados en Francia, Suiza, Perú, Chile y Uruguay. Llevó la administración del Discount Bank. Más adelante, adquirió dos bancos, uno en Suiza y otro en Francia, que lo obligaron a realizar diversos viajes a América. Amante de la cultura, Recanati se encontró con obras de arte latinoamericanas que lo cautivaron, y que comenzó a adquirir. Más tarde, tras su radicación en Punta del Este, tomó la decisión de compartir la colección con el público. “Recanati sostenía que había muchas personas conocedoras del arte uruguayo que no conocían el arte latinoamericano. Era un tiempo previo a la globalización. Por lo que decidió que tenía que aportar su grano de arena para derribar esta barrera, ya que no podía ser que, en un continente con tantas raíces en común entre todos sus países, fuera tan desconocedor del arte de sus vecinos”, señaló a La Mañana Serrana Prunell, directora del Museo Ralli de Punta del Este.
Con la instalación de los museos, Recanati se alejó de sus actividades bancarias, volcándose de lleno a la cultura y el arte. Además, creó la Fundación Internacional Harry Recanati para asegurar la continuidad de sus museos al menos por los próximos 200 años.
Dentro del arte latinoamericano, el surrealista y el figurativo fueron los que más atraparon a Recanati y su esposa, por lo que estos estilos fueron el corazón de las colecciones latinoamericanas. Sin embargo, también existe en el acervo una importante colección de arte europeo, ya que en el momento de la creación del museo se registraba una gran avidez por este tipo de arte.
El museo tiene características únicas en sí mismo. Primero, la construcción de su propiedad sucedió exclusivamente con el objetivo de albergar un museo. El punto de su ubicación fue elegido por encontrarse en las afueras del centro de la ciudad, contrariamente a lo que se estilaba por la época de la construcción.
Entre los cinco museos Ralli del mundo se reúne un acervo en común, compuesta por las obras que se exponen. Es que, salvo raras excepciones, todas las pinturas y esculturas son del museo y no se realizan exposiciones de terceros.
Esculturas que encantan a los visitantes
Además de las exposiciones, también realiza taller de enmarcados y restauración, presentaciones de libros (el pasado viernes 7 de enero el escritor Juan Antonio Varese presentó ayer su reciente libro Artistas y Cronistas Viajeros en el Río de la Plata), y realiza encuentros musicales. Dada la situación sanitaria del país, estas actividades se realizan al aire libre, en un patio jardín compuesto por esculturas de niños jugando, en tamaño natural del artista inglés John Robinson.
Las esculturas son uno de los principales atractivos. Las que se encuentran en exhibición son de bronce y mármol (casi un 90% de las esculturas que tiene el museo fueron realizadas con estos materiales). Incluso hay algunas obras que llegan a medir cinco metros de alto.
Además del arte latinoamericano, el Museo Ralli dedica todo un nivel de su propiedad a la exhibición de pintura uruguaya. “En general, en el caso de Uruguay, las esculturas son más pequeñas, no se trabaja tanto el mármol como una pieza única, salvo destacados escultores”, apuntó Prunell.
Obras barrocas flamencas por primera vez en exhibición
El día que La Mañana visitó el Museo Ralli se realizaba una exposición de arte barroco flamenco de la Escuela de Amberes, perteneciente a los siglos XVI y XVII, donde se exhibía una inédita colección de obras originales de arte clásico. Esta muestra, que se podrá visitar durante toda la temporada, es una pizca de toda la historia del arte que flamea en el lugar, “Es la primera vez que se ponen estas obras en el país, por lo que estamos muy felices de haberlas podido traer y armar”, confesó la directora del museo.
En tanto, Prunell hizo referencia a la buena convocatoria de público que acompaña al museo año a año y comentó que este crece cada vez más ya que las distintas actividades que realizan son un llamador de nuevos visitantes que se ven atrapados por el arte de esta institución. Actualmente, debido a la nueva ola de covid, el museo debió cancelar algunas de sus actividades, pero no cerró sus puertas al público, por lo que se solicita a los asistentes que concurran cumpliendo todas las medidas sanitarias dispuestas y que no se acerquen a otras burbujas.
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