La situación de inseguridad reinante en el departamento de Rivera preocupa tanto a las autoridades policiales como a la población en general. Los homicidios ocurridos en los últimos días, dejaron en evidencia la presencia de grupos delictivos de gran poder tanto económico como logístico.
El “modus operandi” clásico de dos individuos en auto o moto que individualizan a la o las víctimas, el acompañante que baja y ejecuta para luego darse a la fuga. En todos los casos las armas utilizadas son de calibre 9 mm.
La efectividad puesta de manifiesto por el equipo de la Dirección de Investigaciones ha permitido aclarar 4 de los 6 homicidios, pero la preocupación surge por el no poder anticiparse como forma de evitar que ocurran.
“La frontera Rivera – Livramento es un mercado interesante para el narcotráfico”
A poco de tomar conocimiento del 6to. homicidio ocurrido en el barrio Mandubi, donde en la esquina de Carlos de Mello y José Lupi había una persona del sexo masculino de 35 años herida de muerte, La Mañana entrevistó al Sub Jefe de Policía de Rivera Com. May. Richard Lima, quien consultado al respecto expresó: “estamos tratando de dar respuesta inmediata, pero en el caso de los homicidios, éstos son difíciles de prevenir ya que se dan por conflictos puntuales, o como en estos casos el enfrentamiento entre bandas en una zona muy difícil de controlar para nosotros y por tanto fácil de evadir para los delincuentes”.
En lo referente a la seguidilla de homicidios ocurridos en poco más de diez días, el jerarca señaló: “De los seis homicidios tenemos cuatro que están claramente enmarcados en un enfrentamiento entre facciones criminales brasileñas. En los otros dos casos si bien tenemos pistas firmes, no podemos afirmar que estén vinculados a los antes mencionados”.
En atención a lo manifestado por Ud., ¿cómo se puede calificar el trabajo de coordinación con la Policía brasileña?
Es constante y existe una buena relación. Por supuesto que cada una debe ajustarse a las normativas, pero el intercambio de información se realiza permanentemente.
¿La sucesión de casos la podemos asociar al aumento del narcotráfico en la región?
La incidencia del narcotráfico siempre está, y a pesar de que hemos sido exitosos en varios procedimientos con varias toneladas de droga incautada y muchas personas condenadas, el año pasado fueron 150, más allá de lo que puede ser un éxito de la gestión, nos deja un mensaje preocupante. La unión de población de Rivera y Livramento se ha transformado en un mercado importante para las organizaciones brasileñas. Éstas fijan los precios, marcan las zonas y desde allí entran en competencia con las bandas rivales con el resultado de homicidios o hechos de sangre graves.
¿Cómo analiza la Policía la presencia de menores de edad vinculados a la venta de drogas y en muchos casos transformados en sicarios?
Es una realidad, la pudimos comprobar, pero debemos de tratarla de acuerdo a las normativas y muy poco más. Se investiga como cualquier otro crimen, pero cuando se lo somete a la Justicia para formalización y condena es distinto el trato para el menor. En cuanto a las prevenciones que se puedan aplicar en la materia, a mí entender escapan a la función policial en la materia y se transforman en un tema social por cuestiones culturales u ofertas laborales poco atractivas. El modelo del narcotraficante es muy tentador desde lo económico y caen en manos de organizaciones que los utilizan como elementos desechables. En muchos casos hemos observado a delincuentes mayores pretendiendo que un menor se haga cargo. Esto sin olvidar a aquellos que por adicción a las drogas terminan trabajando para estas organizaciones y con eso financian su propio vicio.
El Covid-19 con números en aumento, ¿ha afectado la función policial actualmente?
Ahí tenemos un problema, ya que a la fecha tenemos 86 funcionarios afectados sobre un número de poco más de 500 policías afectados a tareas operativas. En los últimos días hemos desarrollado un trabajo verdaderamente “artesanal” para poder cubrir los servicios. Hemos tenido que retirar personal del PADO (Programa de Alta Dedicación Operativa) para fortalecer a las Seccionales, además de cubrir otros servicios como llamados al 911, custodia de violencia familiar, servicios en vacunatorios, centros de contingencia y hospitales.
La crónica de muertes anunciadas
En ediciones anteriores La Mañana ha estado informando sobre la disputa territorial entre bandas de narcotraficantes que operan en la frontera de Rivera y Livramento. La situación generó un aumento significativo de delitos como las rapiñas, el tráfico de drogas, los homicidios y ligado con esto último el sicariato.
Se informó con anterioridad la versión dada por los investigadores sobre el hecho de que, con la prisión de los principales cabecillas de las bandas que operan en la zona, la violencia aumentaría. La idea de que “los segundos hacen méritos para ocupar un lugar de poder y eso los hace más peligrosos”.
Esto ha quedado claramente demostrado y los avisos son claros, los partes policiales informan de dos o tres personas heridas de bala por día, muchas de ellas en ambas piernas, en algunos casos con sus viviendas baleadas como aviso, y en la casi totalidad de los casos sin interés de realizar la denuncia correspondiente. El próximo paso normalmente es perseguir a la persona hasta darle muerte.
TE PUEDE INTERESAR