La Mañana dialogó con productores y técnicos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, quienes describieron la situación de los cultivos, principalmente de arroz, frente al déficit hídrico que ha afectado a toda la zona.
La sequía es uno de los peligros naturales más devastadores, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un fenómeno que este año ha golpeado a toda la región.
Par conocer lo que sucede en Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil, La Mañana consultó a productores y técnicos quienes aportaron su visión. Respecto a Uruguay, el Ing. Agr. Federico Gómez, productor, asesor técnico y encargado regional de Saudu, dijo que “Uruguay es un país chico pero sus suelos tienen grandes diferencias según la zona que se analice”, lo mismo pasa con la incidencia meteorológica.
En la zona noreste que es donde se desempeña, y “en términos generales”, expresó que “el arroz está muy bueno” a pesar de que “a fines de diciembre hubo algunos problemas puntuales con el riego” y se generaron “altas evaporaciones cuando los cultivos tempranos ya estaban en primor o inicio de floración, lo que elevó la demanda de agua”.
Pero sorteado ese inconveniente “el arroz creció espectacular, hace años que no se veía un crecimiento tan rápido, principalmente porque se aprovecharon las semanas de radiación para mejorar el manejo y, aprovechando la temperatura y teniendo buena agua, no hubo mayores problemas”.
Sin embargo, advirtió que el exceso de temperatura podría haber afectado la fertilidad de las flores, pero en unas semanas podremos ver “si realmente esas altas temperaturas complicaron el cuajado y llenado de grano”. De todas formas, “en general e independiente del material sembrado, las chacras están muy buenas”.
Por otra parte, es clave que en las noches la temperatura no baje demasiado. Si lo hace a 17 o 16 grados, “no afectaría la fertilidad de las flores, pero si tenemos 2 o 3 noches por debajo de los 12 grados tendríamos posibilidad de aborto”.
Lo seguro es que todos los productores uruguayos son muy buenos productores arroceros, estamos en la cima de la producción por hectárea y la única defensa que tiene el arrocero es sacar mucho arroz y este año, si en las próximas dos semanas no hay frío nocturno, podemos obtener un buen resultado físico.
Gómez señaló que “no hubo problemas con los agroinsumos más allá de algún retraso, pero sí fue importante la variación de precios”. Sobre los repuestos ha habido “atrasos en piezas de maquinaria con aumento de precios por mayor demanda”.
Consultado sobre la soja, el técnico valoró los episodios de lluvias que se registraron en la zona noreste del país: “Pudimos ir sembrando, y tuvimos buenos nacimientos. Con las lluvias del último mes hay chacras que están muy buenas, no son todas, pero sí las que recibieron precipitaciones. La soja es muy variable y no se puede hacer estimaciones aún, pero en Río Branco, Rincón de Ramírez están bien; más al norte de Cerro Largo se sufrió un poco más la sequía, eso sin considerar que hay una variación importante en los suelos”.
Esperando las precipitaciones
Desde Argentina, el Ing. Agr. Diego Picos, técnico que trabaja en una empresa argentina dedicada al arroz, recordó que la zafra pasada ese cultivo fue récord tanto en rendimiento como precios, lo que “estimuló a ser más positivos”.
Aclaró que los rendimientos en Argentina “no son como los Uruguay, acá esperamos que sean de 8.000 o 9.000 kilos pero hay campos de 5.000 kilos. Esa diferencia tiene varias causas” como el clima, las variedades usadas y los suelos.
Sobre la falta de precipitaciones dijo que “estamos muy complicados. El año pasado también lo fue, pero aun así pudimos sacar agua para el arroz y logramos una cosecha récord. Este año tuvimos una siembra espectacular con una lluvia pequeña que permitió que los lotes crecieran parejos”.
Ahora “con el arroz nos estamos volviendo locos por los pronósticos, esperando que se anuncie agua. El que riega con represa, que hay muchos en Corrientes, ha tenido que abandonar área, porque mientras fue vegetativo la íbamos piloteando y se administraba el agua, pero cuando llega la floración es muy importante regar y si había 100 ha sembradas, el agua era para 80 ha, entonces se sacrificaron las otras 20, se dejó que murieran esperando una lluvia que nunca llegó y el agua se direccionó a los lotes con más potencial”.
Pero “la soja y maíz de primera fueron los que sufrieron más la sequía, sobre todo en Santa Fe, Entre Ríos, pero ahora todos los maíces que he visto en Entre Ríos salvo a los que les llovió o tienen riego, todos los de primera se entregaron, con productores que los picaron y van a ser alimento de ganado. Otros ni les convenía mover una cosechadora, yo creo que lo van a picar y le van a meter el trigo arriba”.
La soja de segunda venía muy sufrida y con las últimas lluvias se recuperó, pero el maíz no tuvo chance”, subrayó.
Menos rendimiento en Paraguay
“Este año fue muy atípico”, dijo el productor Paraguay Luis Arrellaga, director de Payco SA y presidente de la Federación Paraguaya de Productores de Arroz (Feparroz). Tuvimos “una sequía muy pronunciada que empezó en setiembre y continuó en diciembre y enero que es la que nos está golpeando en la zona oriental del país”.
“En Paraguay estamos obligados a tener reservorios de agua para complementar las lluvias y otros recursos hídricos disponibles”, señaló.
Sobre el área, hubo una “reducción del 10%. El año pasado fueron unas 175.000 o 180.000 ha de arroz y este año estaremos en las 160.000”. De ese total la sequía “obligó a reducir el riego y se estima que el 25 o 30% del área del arroz está perdida”, lo que hará caer el rendimiento que en la zafra pasada fue de 970.000 toneladas.
En otro orden, destacó que la soja es el “principal cultivo de Paraguay con 3,6 millones de hectáreas y pocas de ellas con riego” lo que significa que este año habrá una reducción del 50% del rendimiento. “O sea de los 10,5 millones de toneladas que se producen es probable que estemos por debajo de los 5 millones y eso es un golpe fuertísimo para el productor y toda la economía paraguaya”.
“En Brasil hay chacras que llegaron a un punto de no retorno”
En Brasil, el Ing. Agr. Santiago Soares de Lima, director de consultora Quatro Costados, explicó a La Mañana que “Brasil consume el 90% del arroz que produce y el mercado interno pesa mucho en los movimientos de precios y la zafralidad”, dijo Soares de Lima.
“En este momento el jaque lo da la disparada de los costos” que se suma a “la crisis hídrica y el estrés térmico” que llegó en plena floración y complicó mucho.
El sur de Brasil tiene como “dos barrios: una parte contra el océano que rota un poco más y consigue diluir los riesgos con la soja, y otra es la frontera oeste, la zona de Itaquí, San Borja, Alegrete y Uruguayana, un área arrocera importante que no rotan por temas culturales y por ser un suelo superficial que permite el cultivo de arroz pero no son suelos agrícolas” lo que hace que esa zona sea “exclusivamente arrocera sin forma de ampliar el negocio”.
En esa segunda zona, “al oeste de Río Grande y contra el río Uruguay, muchos productores van a quedar por el camino”, allí “más que desánimo hay desespero porque las chacras están en los últimos 30 o 40 días y pasaron el punto de no retorno”.
En caso de llover ahora, “se pueden salvar las sojas tardías o de segunda, o algún maíz tardío que en Brasil no está culturalmente arraigado pero esta zafra podría dejarlo como enseñanza”.
Este año “los rindes van a bajar: el maíz 50%, el arroz tuvo una baja productiva del 35%, la soja de primera tendrá una merma del 40% y la de segunda está en carrera”, resumió.
TE PUEDE INTERESAR