En el marco de su gira por el interior en defensa de la LUC, el legislador dialogó con La Mañana y dijo que existe una “casta sindical prepotente” que fue la impulsora del referéndum y “extorsiona al gobierno en contra de los uruguayos que más han sufrido la pandemia”. Por otra parte, aseguró que el TLC con China debe ser prioritario para un desarrollo productivo genuino.
¿Qué opinión le merecen las últimas encuestas que dan un alto porcentaje de aprobación al gobierno?
Es una síntesis de lo que uno ve recorriendo todo el país. Estamos en la segunda semana de recorridas por el interior y la realidad que vemos es una aprobación enorme, algo que también se da en Montevideo.
¿Cuáles observa que son los principales temas de apoyo hacia el gobierno en lo que es el interior profundo?
Hay temas que son simbólicos y mucha gente del interior se ve reflejada en lo que el gobierno hace. Por ejemplo, en el puente de La Charqueada, Mujica los chamulló durante diez años y Lacalle Pou lo primero que hizo fue construirlo.
Otros temas son la reactivación de las comisarias del interior, la llegada de ASSE, el tratamiento de la pandemia. Estuvimos en Tacuarembó y en Paso del Cerro; el primer acto del presidente Lacalle Pou fue otorgarles una ambulancia nueva, porque la que tenían era de los años 80. Son esas cosas, más una economía que se recuperó y generó 50 mil puestos de trabajo, 45 mil de los cuales están en el interior.
En medio de este panorama general. ¿qué consideración le merece las medidas anunciadas por el gremio bancario, Aebu?
Habla mucho de lo que es la casta sindical en Uruguay. Gente que cobra 16 salarios, que no tiene problemas de trabajo y sueldos de seis cifras. Extorsiona al gobierno, en contra de los uruguayos que más han sufrido la pandemia, en especial los dedicados al turismo. Estamos frente a dos Uruguay: el de la casta sindical y el uruguayo de a pie. Esos dos Uruguay tienen una fecha, el 27 de marzo, en la que se va a ver de qué lado estamos cada uno.
El PIT-CNT ha convocado un paro para el 8 de marzo, ¿cómo observa usted esta decisión?
Es lo mismo. La casta sindical prepotente que no solo amenaza y extorsiona al gobierno, sino que también se quiere meter en temas muy alejados de lo que laboral, como es la problemática de las mujeres. El 8 de marzo es el día de las mujeres y ellas son libres de resolver cuál es su plataforma y de eso soy muy respetuoso. Pero la casta sindical con tal de poner el palo en la rueda al gobierno comete estos errores de hacer un paro ese día. Esto habla mucho de ese sindicalismo barrigudo, que se mueve como un elefante en un bazar.
En su recorrida por el interior, ¿qué actitud observa sobre el referéndum en las poblaciones pequeñas?
Los integrantes del Partido Nacional estamos recorriendo 322 localidades en 20 días, dando la cara e informando. El referéndum se convirtió es una prioridad de la casta sindical, ya que fue impulsado por ellos y ahora obligan a la gente a decidir sobre diversos temas. Las democracias directas son muchos más lineales. Por ejemplo, se está a favor o no del aborto, la pena de muerte o salir del Mercosur. Pero cuando se tienen temas que van desde aumentos de penas o portabilidad numérica, es más complicado decidir para la gente, porque en cada zona la LUC ha tenido impactos distintos.
Este gobierno no va a cometer el mismo error que cometió el Frente Amplio de tratar al interior como si fuera uno solo. Si se va a Tarariras que tiene cero desempleo, son otras las preocupaciones que si se va al pueblito Las Flores en Rivera donde el tema son las jaurías de los perros. O lo que pasa en Plácido Rosas, donde no hemos podido encontrar una solución al abigeato, que ha bajado el 50% en todo el país. O sea, cada lugar tiene su propia realidad. En este marco creo que la gente tiene una posición más binaria, apoya al gobierno o no lo hace y las encuestas muestran que un 11% de quienes votaron al Frente Amplio respaldan la gestión del gobierno, sin dejar de ser frenteamplistas.
Sobre el tratado con China, muchos productores lo deben consultar al respecto. ¿Cuál es su opinión sobre cómo viene evolucionando la negociación?
Se debe priorizar el tratado con China y el otro con Turquía en lo que es la agenda de la Cancillería. Espero que tengamos noticias pronto. El contacto que tengo con el gobierno chino es muy fluido a través de su embajador, que es un amigo de Uruguay al igual que el gobierno de China. La voluntad de firmar el TLC la han manifestado y la habilitación de la exportación de sorgo muestra esa buena voluntad.
El informe de prefactibilidad del acuerdo con China debía haber estado para el mes de diciembre. Estamos finalizando febrero y aún no está presentado. ¿A qué cree que se debe esto?
Considero que hay algunos temas más de fondo. Por ejemplo, Ecuador avanzó más rápido que nosotros en un acuerdo con China, pero no está dentro de un Mercosur que puede estar distrayendo esa prioridad. Espero que en este primer semestre avancemos. No hay cosa más importante este año para el desarrollo de una producción genuina que un tratado de libre comercio con China.
¿Cómo ve lo que son estos dos años que le quedan al gobierno y cuáles serán los principales temas a tratar?
Tenemos un listado de temas pendientes, algunos que requieren tratamiento parlamentario y otros que no. A mi entender el gobierno tiene en el tratado de libre comercio con China un desafío muy grande y revolucionario. Haremos todo lo posible desde el lugar que estemos para llevarlo adelante y hay que insistir.
La pandemia y el referéndum nos quitó algún dinamismo, pero cuando se pase esta instancia, con la hoja de ruta que tiene el presidente Lacalle Pou, seguiremos adelante. Uruguay no necesita más leyes, sino afirmar esta confianza económica que están dando los agentes privados y así generar empleo de calidad. Y se necesitan reformas estructurales. Insistimos mucho en que el Prenader (ndr: Programa de manejo de recursos naturales y desarrollo del riego) haga la parcela para el sector lechero, porque si el sector lechero tiene agua y sombra, la productividad aumenta sustantivamente. Son cosas chicas que no necesitan ley, pero que vamos a impulsar. Soy un legislador al que le gusta más el mundo real que la sobrelegislación. Tampoco hay que olvidar temas chicos para algunos, pero grandes para otros.
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