El proyecto no sólo es teoría, se basa y respalda en las investigaciones de INIA, y cuando el productor las pone en práctica los resultados se ven.
La Ing. Agr. María Fernanda Fariña participa cómo técnica referente en la zona este del proyecto “Transferencia de Tecnología 2021-2022 + Arroz + Margen” que comenzó con las actividades de campo la semana pasada y continúa los días miércoles 23 al viernes 25 de febrero.
El proyecto cumple su tercer año y es liderado por la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), en alianza con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Gremial de Molinos y el apoyo de consultoría del Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR), por lo cual involucra varios actores del sector. Los dos años anteriores fue financiado por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), pero en esta tercera edición es cofinanciado por ACA, la Gremial de Molinos y sponsors que apoyan la iniciativa.
Fariña dijo a La Mañana que “se mantiene el formato de trabajo en las distintas zonas productoras, con los productores y en las chacras de éstos”.
El proyecto consiste en hacer un seguimiento de parcelas dentro de las chacras: “Cada productor tiene una parcela demostrativa y un área testigo que puede ser el total o parte del establecimiento”.
En cada parcela se desarrollan diferentes manejos apoyados en diez puntos que surgen de los dos años anteriores de proyecto y a través de los cuales se busca llegar a los rendimientos máximos, cada productor aplica esos diez puntos en el área demostrativa y a su vez maneja su área testigo como lo hace en su chacra, para luego llegar a las conclusiones finales.
Este tipo de proyecto es extenso porque depende de los tiempos del cultivo, desde la siembra en setiembre u octubre hasta la cosecha que será en marzo.
La semana pasada comenzaron los días de campo, el jueves 17 se realizó en chacras de Artigas y el viernes 18 en Rivera y Tacuarembó. “En esas jornadas se recorren los predios de los productores donde están las parcelas y áreas testigos, se analiza, se ve como está el cultivo, se hacen comparaciones y se sacan conclusiones sobre las medidas que se tomaron. Se genera así una interacción” entre los participantes.
“Lo que se trata de demostrar es que no necesariamente con más recursos sino con organización y llegando a tiempo con medidas de manejo, se van a obtienen buenos resultados. No es sólo gastar más sino que se necesita un manejo más eficiente”, subrayó.
Esa eficiencia pasa también por “cumplir con los tiempos” de los pasos que se van dando, por ejemplo con las aplicaciones, simbras, etcétera. “Todo esto es muy fácil decirlo, pero sabemos que la operativa es más complicada. Por tanto lo importante es demostrar que si se logra cumplir con eso realmente se obtienen buenos resultados”.
Agregó que el desarrollo de los pasos “no son lo teoría” porque tienen un sustento científico: “Nos basamos y respaldamos en las investigaciones del INIA”, y cuando el productor los pone en práctica los resultados se ven.
Sobre el tipo de chacras y las rotaciones en las cuales se desarrolla el proyecto, la Ing. Fariña dijo que “hay de todo, algunas con rastrojo, otras vienen de pasturas o la preparación anticipada de verano. Es muy variable y depende de cada establecimiento”.
La profesional dijo que empezó a trabajar en el proyecto, este año “pero lo que he visto es que hay mucha conformidad en los resultados”.
Las actividades de esta semana
A partir del miércoles 23 de febrero, jueves 24 y viernes 25, en el marco del proyecto, se visitarán chacras de Cerro Largo, Treinta y Tres y Rocha. Al igual que la semana pasada se va a observar la evolución de cada establecimiento. “Estamos cerca del final y veremos cómo resultó el manejo. Son instancias en las que se generan discusiones de campo muy interesantes, que aportan” sobre las tecnólogas.
En el uso de las tecnologías, Fariña dijo que “en el sector arrocero las brechas son cada vez más cortas”, este proyecto también “trata de acortar esas brechas para que los productores logren las mejores producciones” en calidad y volumen.
Eso es importante porque “el margen del cultivo depende de los buenos rendimientos y del precio, pero el productor solo tiene incidencia en el rendimiento”.
Falta de precipitaciones en Artigas
Sobre la situación de las chacras arroceras de Artigas dijo que la falta de precipitaciones ha complejizado toda la producción. “Se comenzó con el agua justa y después no llovió lo que se espera y necesita” para lograr el correcto desarrollo del cultivo. El resultado es que “se han abandonado áreas de chacras” y el riego ha sido muy complejo.
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