En estas últimas semanas hemos sido testigos de una suerte de andanada de torpedos de carga profunda, dirigidos debajo de la línea de flotación del buque opositor, por parte de diferentes personajes políticos afines al gobierno y del gobierno.
Cuando digo afines al gobierno, se debe a que cuando alguien escucha a dirigentes del PIT- CNT dar sus opiniones, es notoria la identificación absoluta con el gobierno y sus políticas, y no con las verdaderas necesidades de los trabajadores. Escuchar a Fernando Pereyra decir que el paro programado es ante la “posible reducción” de puestos laborales en el Estado, nos muestra que el concepto de “gimnasia sindical” para mantener activa a la barra está viva y coleando. Es un paro “por las dudas”, dirigido a quien va tercero en las encuestas, incómodo en la carrera, porque Cabildo Abierto si ya no lo pasó, le “muerde los garrones”. O sea, pura cháchara, para agitar cucos.
Siguiendo con lo sindical, da pena escuchar a la dirigente de AFUTU, militante de Andrade, defender a capa y espada lo actuado por la dirección de la institución educativa en el caso del niño Fausto. Nadie se preocupa por las secuelas que sufrirá en el futuro al ser sometido al escarnio público por reclamar su derecho a estudiar y no ser agredido. Se ensucia la cancha sacando a la luz que la madre del niño era militante de Lacalle Pou y que ella estaba haciendo un mandado político. Es penoso y se puede ver claramente aquello del dicho: “piensa el ladrón, que todos son de su condición”. Así entonces continúan con el agite de cucos.
En cuanto a integrantes del gobierno, ya no extraña escuchar sus opiniones y deslices constantes.
En un reparto circense entra la inefable Ministra Muñoz que a tambor batiente muestra su rechazo a los que tuvieron la oportunidad de cursar estudios en centros privados, pero también deja en claro que tiene la marcha atrás intacta. Agitó cucos y los guardó enseguida, pero siempre tiene alguno más para exhibir.
Otro elemento para analizar es el Ministro de Defensa Bayardi, que hace campaña estando en funciones -ya que integra una lista-, y se lo ve agitando cucos con respecto a Manini Ríos y el caso Gavazzo.
Vemos a Leal, siempre leal… a Bonomi y funcional al partido de gobierno, demostrando un grado de militancia activa, criticando al candidato del Partido Nacional con una virulencia sin precedentes. No hay lugar a dudas Leal es Leal y rima con funcional.
Allá, en mi pueblo, recuerdo que había gente que era servicial y funcional al guapo del barrio.
El Tato, el “Oso” y el “Tinga” eran los cretinos útiles del “Topo”, el malo de la cuadra que aspiraba a ser el dueño del barrio en base del terror que imponía con el amparo de sus secuaces.
Su régimen de terror, que aplicaba sobre los niños del barrio e impedía que jugaran en paz, fue provocando en ellos un desprecio que se veía reflejado en los rostros apenas lo veían.
Llegó un momento que no se podía ni siquiera jugar a la escondida por miedo a que apareciera la banda de trúhanes.
Pero en realidad eran unos simples cobardes abusadores que agitaban cucos para seguir ostentando el poder ante los chiquitos.
El tiempo pasó y los chiquitos fueron creciendo, y ya no creyeron en los cucos y aprendieron que aquellos personajes eran unos simples fantasmas, fanfarrones y mentirosos.
Y su imperio de terror terminó, cuando todos unidos les plantaron cara y les dijeron basta, se terminó.
Los despreciables intentaron agitar cucos otra vez, pero ya nadie se asustó.
Que se van, se van, sentenciaron los chicos.
Y se fueron nomás.
VER VIDEO EN CODIGO QR