Simioinglés. Alberto Gallo. TUSQUETS. COLECCIÓN ANDANZAS. 310 págs., $890, 2021.
Alberto Gallo es un auténtico orfebre de la cultura nacional. Desde sus programas Efecto mariposa, Una hora en la tierra o en el taller literario que coordina, La tribu, asegura una centralidad al concepto libro. Una lucha necesaria pero escasa en estos lares.
También es un escritor consolidado: Los pelagatos, Juegos de altillo, Ángeles entre nosotros, Nunca acaricies un perro en llamas han sido, entre otras, algunas de sus obras premiadas.
En Simioinglés, el primer tomo de una trilogía, recupera en clave de novela histórica, la peripecia del Beagle, el barco emblemático que transportó a Charles Darwin. Dicho evento ameritó la redacción de un Diario y Observaciones a partir de la segunda expedición del HMS Beagle, que zarpó de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 al mando del capitán Robert Fitzroy. El viaje duró casi cinco años. Darwin, sea dicho de paso, pasó más de la mitad del período en tierra firme, explorando y reuniendo los datos que configurarían el terremoto científico que implicaron las teorías evolutivas.
Pero estos avances científicos en épocas de omnipotencia británica sobre los mares del mundo son solo parte del friso histórico. En un viaje previo, el capitán Fitzroy había capturado a tres indígenas del área de Tierra del Fuego: York Minster, Jemmy Button y una adolescente llamada Fuegia Básquet. Su hogar era lo más parecido al fin del mundo que podamos imaginar, especialmente en la mente de aquellos exploradores. El cruel experimento fallido de civilizarlos es lo que da pie a Simioinglés.
Alberto Gallo logra contarnos una historia quizás conocida, pero en clave radicalmente humana: “Cuide a esa niña, capitán, no querrá volver con un pequeño cadáver a bordo”. Es entonces que lo peor y lo mejor de nuestra naturaleza se dan cita: un viaje imposible, el debate del siglo entre ciencia y lo que se suponía que era la fe en cierta lectura de la Biblia, pero también asesinatos enmarcados en un sinfín de miserias humanas. Todo esto teniendo como escenario la nave de Su Majestad, la Reina Victoria de Inglaterra.
Una brillante alegoría sobre los rostros y las máscaras de la civilización. La injusticia, el racismo, la misoginia y la omnipotencia se dan cita aquí, al igual que algunos atisbos de humanidad; que son los que justifican que pensemos en una posible redención de ese animal llamado humano.
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