En el mundo entero crece la preocupación por la disparada que puedan tener los fertilizantes y los productos agrícolas, encareciendo directa o indirectamente el alimento, afectando así la alimentación mundial, especialmente en los países más pobres. Occidente “hace bien en preocuparse”, advirtió un medio ruso.
Hace algunas semanas el Gobierno de Brasil fue uno de los primeros en referirse a las posibles ramificaciones que pueden tener las sanciones contra Rusia, lo que podría afectar al sector agrícola de ese país y de otras partes del mundo donde la agropecuaria juega un rol destacado.
El temor manifestado por la diplomacia y el Gobierno de Brasil a través de su presidente Jair Bolsonaro se genera en la guerra pero también en las sanciones que la comunidad internacional ha tomado contra Moscú, lo que seguramente perjudicará el suministro de fertilizantes, esenciales para la agroindustria. En 2021 Rusia fue el principal exportador de fertilizantes a Brasil y representó el 22% del total de estos insumos comprados por el mercado brasileño, publicó este lunes el influyente diario Folha de S.Paulo.
A comienzo de mes, el mismo medio tituló que “las sanciones a Rusia podrían obstaculizar el comercio con Brasil” y que el “temor de los expertos” es por la eventual “falta de fertilizantes y el precio de los insumos” que se podrían disparar en medio de la convulsión comercial derivada de la invasión de Rusia a Ucrania.
“Las sanciones impuestas a Rusia, como la exclusión de bancos del sistema de pago internacional Swift y el congelamiento de parte de las reservas internacionales, pueden imposibilitar el envío de productos de ese país a Brasil e incluso retrasar la llegada de mercancías que ya están camino de Brasil”, advirtió Folha en una nota del martes 1° de marzo.
Especialistas en comercio exterior opinan que el mayor riesgo para Brasil es que no se pueda garantizar la llegada de fertilizantes. A lo anterior se suma que las navieras Maersk y MSC anunciaron un cese temporal de todo el transporte de contenedores hacia y desde Rusia.
Occidente debería preocuparse por el alza de los fertilizantes
La preocupación no es sólo de Brasil, también de Estados Unidos y la Unión Europea, y algunos medios rusos confirman que occidente “hace bien en preocuparse por un posible salto en el precio de los fertilizantes”.
Respecto a Estados Unidos y ante una nueva temporada de siembra “el estado de ánimo de los agricultores estadounidenses es pesimista”, y si bien “el aumento de los precios golpea los bolsillos de los agricultores, también se afectará el costo de los alimentos para la gente común”, advirtió Agro XXI, un sitio web ubicado en Moscú. “Estados Unidos está comprando una gran cantidad de fertilizantes rusos, y lo que sucederá con los suministros y los precios en los próximos meses aún no está claro”.
El director de Desarrollo del Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la Universidad de Florida en el condado de Jackson, Doug Mayo, dijo que crece le preocupación “porque Rusia es un importante proveedor de los productos que agregamos a nuestros fertilizantes para cultivos”.
Rusia produce los tres elementos principales de los fertilizantes: nitrógeno, fósforo y potasio.
Mayo aclaró que Canadá “también es un importante productor de fertilizantes” y está la posibilidad de importar desde allí, “pero cuando se interrumpe la cadena de suministro global, la redistribución del mercado significa más demanda, competencia más alta, precios en aumento. Encontrar otro proveedor en el último minuto no es la mejor opción”.
La Unión Europa en alerta
Los ministros vinculados a la agricultura de los países integrantes de la Unión Europea han mantenido reuniones para analizar la posible suba de precios de los alimentos empujados por la guerra. Europa depende de los fertilizantes, el gas natural ruso y también del trigo y maíz producido en Ucrania y de Rusia, además de los fertilizantes.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indican que en 2020 la producción de maíz de Ucrania fue de 30,3 millones de toneladas, en tanto que Rusia produjo 13,87 millones, lo que hace a esos países el quinto y el décimo mayor productor en el ranking mundial. Rusia es el tercer mayor productor de trigo con 85,89 millones de toneladas, y Ucrania el octavo con 24,91 millones.
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