Ya se están desarrollando vehículos eléctricos adecuados para el uso rural, por lo que no sería raro que “en pocos años” los veamos con frecuencia, dijo el director de Operaciones de Grupo Santa Rosa.
Grupo Santa Rosa participa en la Expoactiva Nacional desde 2017. Pablo Ramos, director de Operaciones de la empresa dijo que la prestigiosa exposición que organiza la Asociación Rural de Soriano “es estratégica” para las marcas y los productos que representa, ya sea los que “apuntan directamente al sector” como las camionetas Nissan Frontier, Renault Oroch o camiones livianos, como los más generales.
“En esta edición de la Expoactiva fue necesario sumar la marca de camiones Iveco que complementa desde el transporte carretero”, comentó. Pero es un error pensar que el público de exposiciones como esa solo consume vehículos tipo pickup o camiones, también muestran interés por vehículos para la familia, por eso es interesante mostrar todo el portfolio.
El tipo de consultas que recibió Santa Rosa en el estand de la Expoactiva son variadas, pero hubo “muchas consultas sobre la movilidad de vehículos eléctricos que son una tendencia que recientemente se está acelerando con los beneficios fiscales y en el consumo”.
“Poco a poco el productor se está interesando cada vez más en ese tipo de productos, además de las consultas típicas sobre los vehículos para trabajar en el campo”, señaló.
Consultado si la tecnología permite el desarrollo de vehículos eléctricos para el medio rural, Ramos dijo que Santa Rosa está trabajando en la introducción de vehículos pickup doble cabina, además de los camiones eléctricos útiles para la distribución liviana. “No son 4×4 como para entrar a un campo”, pero pensar en eso no es algo imposible, como tampoco lo son los camiones pesados, tanto eléctricos como a hidrógeno.
En materia de vehículos eléctricos Uruguay se proyecta positivamente. Uno de los temores de los usuarios es sobre la autonomía, por lo cual no se ven tantos en las carreteras del país, pero “ese tema esta siendo arreglado con UTE que está trabajando en una red de distribución eléctrica para carga bastante extendida”.
Los tiempos de carga dependen del vehículo y la batería, “pero el miedo de quedar sin carga es un tema que está siendo superado” aunque hay que analizar el tiempo de espera. De todas formas quien va a comprar un vehículo eléctrico es asesorado sobre lo que va a circular y “eso tiene solución porque la mayoría de las recargas son en la noche cuando se descansa”.
Además de las terminales que se están colocando en el país, “más del 90% de los autos eléctricos se cargan a la noche en el lugar de descanso de las personas”, lo que se suma a la autonomía creciente ya que actualmente se llega a los 400 kilómetros por tanto “se carga una o dos veces a la semana, dependiendo del recorrido y uso que se le dé”.
Para Ramos “no sería raro que en pocos años viéramos con frecuencia vehículos eléctricos en el medio rural. No va a pasar mucho tiempo porque ya se están desarrollando, todas las marcas están trabajando en eso”
La guerra y la escasez de acero ruso
Como ocurre en otras actividades, la pandemia primero y ahora la guerra en Ucrania están causando problemas a la industria automotriz: “Ya había dificultades por los semiconductores y ahora también se está afectando la disponibilidad de microchips para armar autos, y las penalidades que se le han puesto a Rusia van a generar escasez de acero”.
“Hay fabricantes que se abastecen de acero ruso en sus autos y al haber menos proveedores disponibles cabe esperar una suba de precios como pasó con otras materias primas o el caso concreto de los granos”, comparó. “Va haber una inflación en los autos pero también en la maquinaria y en aspectos de la vida diaria”, lo que se va a sumar a las “demoras y dificultades de los fletes” que también han elevado sus costos y demorado las entregas. “Es un momento complejo con muchas variables inestables en la cadena logística y productiva”.
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