En una relación de tirantez que no es nueva, el campo español denuncia el abandono del sector agropecuario por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y no descarta continuar con las movilizaciones.
El domingo 20 se llevó a cabo en Madrid una multitudinaria marcha en la que participaron varios sectores integrantes de la cadena agropecuaria de ese país. Algunos medios de comunicación la definieron como “manifestación histórica” y sus organizadores estimaron una participación de 400.000 personas que llevó desde diferentes zonas y en diferentes medios. Ese total habría superado ampliamente las mejores expectativas. Dese el Gobierno se calculó en 150.000 el número de manifestantes.
De todas formas, los registros fotográficos publicados en los medios de comunicación como en las redes sociales por periodistas o asistentes son impresionantes.
Por otro lado, las organizaciones agrarias de mayor incidencia como la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Cooperativas Agroalimentarias, la Federación Española de Caza, la Asociación de Ganaderos de Razas Selectas, los Criadores de Toros de Lidia y la Asociación Alianza Rural, dijeron que esa marcha fue un aviso amistoso.
En el caso concreto de Pedro Barato, presidente de los Jóvenes Agricultores, definió la movilización como “un basta ya de la España rural expresado de una forma tranquila y sosegada”.
Abandono del Gobierno
La molestia del agro se genera porque consideran que el Gobierno los ha abandonado frente a la escalada de precios, lo que ha dificultado la economía de los emprendimientos y de las familias que ven reducidos sus márgenes.
A la suba internacional de productos como la urea, que trepó más de 3 veces, se suman las alzas de los combustibles, de la energía eléctrica, el alimento animal. También denuncian medias contraproducentes para los regantes y la prioridad que se le da al lobo frente a los animales de producción.
Javier Verdejo, presidente del Canal Imperial de Aragón el cual se usa con fines de riego entre otros, dijo a la prensa madrileña que la manifestación es porque “lo que están haciendo contra del regadío no tiene nombre. Nos quieren reducir concesiones, nos quieren subir el precio del agua, nos están dando en la línea de flotación con los caudales ecológicos. Todo va en contra de nuestros intereses”. Esas medidas golpean a las familias del sector e impiden la producción de alimentos, advirtió.
Aunque no son productores, los cazadores también participaron de la manifestación. Para la ganadería y la agricultura esa es una tarea de mucha importancia porque controla los animales dañinos, el caso más claro es el lobo aunque no el único.
Las normativas sobre el bienestar animal acaban favoreciendo al lobo y otros predadores naturales, lo que es negativo para los productores, causando también perjuicio económico a las familias que se dedican a esa actividad.
Los ovejeros que han perdido parte de su producción por los lobos o jabalíes apenas si reciben una compensación mínima que no cubre las que quedan heridas y mueren poco después.
Disconformidad de vieja data
La desconformidad rural con el Gobierno no es nueva y la historia es larga, significativas fueron en 2021 las protestas de los productores lecheros.
No menos grave fue la campaña contra el consumo de carne que llevó a cabo el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El mismo que en enero de este año causó muchas molestias al declarar en una entrevista a un medio británico que la carne que produce España es de mala calidad. El sector evaluó sus dichos como una provocación y falta a la verdad.
“España exporta carne de mala calidad y proveniente de animales maltratados”, dijo a The Guardian.
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