Conocido el desenlace final es oportuno dar una mirada retrospectiva a casi dos años del anuncio de liquidación de la empresa.
A mediados de mayo de 2020 se conoció el decreto de liquidación de Citrícola Salteña. La Mañana dio la primicia de lo que parecía el fin de una importantísima fuente de trabajo para la zona litoral norte, pero puesto el tema en los medios de comunicación se alcanzaron las soluciones en un largo proceso que culminó en los últimos días.
La noticia del cierre de Citrícola Salteña (Caputto) llamó la atención porque la decisión de la liquidación llegó cuando se estaba desarrollando una muy buena zafra y cuando el país atravesaba las primeras semanas de la pandemia con el nerviosismo generalizado y las especulaciones motivadas por una fuerte incertidumbre en todos los aspectos de la vida de las personas. No había peor momento para tomar una decisión de esa naturaleza.
En esa oportunidad, diferentes actores del sector fueron entrevistados por La Mañana y todos advertían sobe las posibles pérdidas de fuentes de trabajo que podría casuar en un momento tan difícil. En caso de avanzar con la liquidación se afectarían a unas 3.000 familias y privaría al país de los ingresos generados por las exportaciones a Europa y Estados Unidos. Además, el cierre de una actividad como esa implicaba perder el dinero y el tiempo invertido en establecer la matriz productiva acorde a las exigencias del mercado internacional. A modo de ejemplo, adecuar la producción al consumidor estadounidense exigió una inversión de US$ 15.000 por hectárea.
El decreto de liquidación se conoció el viernes 15 de mayo de 2020 cuando la zafra llevaba un mes y medio de avanzada, había una alta demanda mundial y las perspectivas de exportación eran muy positivas, lo que se vio reflejado en las fuentes laborales generadas.
Empresarios y operadores citrícolas advirtieron que en caso de que Citrícola Salteña cerrara se podría generar una situación caótica en lo social y productivo porque además de los despidos directos muchos productores no tendrían dónde vender su fruta y variadas actividades conexas como aserraderos, carpinterías, talleres y transportistas entre otros, serían afectadas sensiblemente.
Citrícola Salteña vio la luz
Si quedaban dudas sobre el peso y la importancia de la empresa, cabe recordar que a fines de 2020 Citrícola Salteña fue reconocida como la mayor exportadora de frutas y frutos comestibles. El premio fue otorgado por el BROU y la Unión de Exportadores del Uruguay.
El mes pasado, la Liga de Defensa Comercial (Lideco) informo que Citrícola Salteña se vendió en bloque con lo cual “se preserva la unidad productiva, se mantienen puestos de trabajo y los acreedores con garantías reales cobrarán gran parte de su crédito”.
Frutura, inversor de Estados Unidos, cumplió con los aspectos legales y superó la base económica por lo que Lideco le adjudicó los bienes.
También se realizó el remate de una chacra por US$ 910.000, el establecimiento formaba parte de los activos de Citrícola Salteña.
La empresa, los trabajadores y el Estado
En el marco de las diferentes instancias que llevaron a este final, merece especial destaque el rol desempeñado por la empresa, sus trabajadores y el Estado, tal como fue destacado oportunamente por Héctor Piedra Buena, un trabajador rural radicado en Salto y con 25 años de experiencia en el rubro citrícola.
Hay que “reconocer al propio presidente cuando nos recibió” en su despacho, como los ministerios vinculados al tema, como el de Ganadería, Agricultura y Pesca, y de Trabajo y Seguridad Social, además del directorio del BROU. En lo social el Ministerio de Desarrollo Social que estuvo a la altura de las circunstancias “entregado centenares de canastas de comestibles” para atender a los trabajadores “que aún no tenían seguro especial”, comentó Piedra Buena.
También fue decisiva la actividad política: “Ningún partido político quedó afuera”, expresó.
Diputado Albernaz: “Estaré atento para que se cumplan todos los acuerdos”
El diputado salteño Rodrigo Albernaz (Cabildo Abierto) dijo a La Mañana que la empresa estadounidense Frutura “tomó el control de la empresa el 1° de abril, en pleno arranque de la nueva zafra, y desde esa fecha se inició el proceso de escrituración de los activos”. “Al finalizar ese trámite Frutura deberá abonar el 50% restante del remate, otros US$ 18,2 millones para lo cual tendrá un financiamiento que le ofreció el BROU previo al remate”, puntualizó.
De haberse concretado el cierre, “suponía la pérdida de más de 1.500 puestos de trabajo directos, más otro número igual de puestos relacionados al sector. También se hubieran perdido miles de hectáreas de árboles frutales”, dijo el legislador.
Albernaz subrayó la importancia de la actividad política en la resolución positiva de estos temas. Recordó que en mayo de 2020 el senador Manini Ríos y él “intervienen en varias reuniones con el BROU, los trabajadores, y la empresa, a los efectos de evitar la quiebra. El BROU le da a Citrícola Salteña un préstamo a través de un fideicomiso garantizado por el producto de las ventas de la empresa. Esta acción hizo que la zafra pudiera realizarse el año pasado”.
“Cabildo Abierto ha reclamado en muchas ocasiones que hay que darle todo el oxígeno necesario a las empresas nacionales para evitar la quiebra y preservar el empleo de los uruguayos, y en este caso de los salteños”, subrayó.
“Como representante nacional por el departamento de Salto, tengo la mayor expectativa en la continuidad de la exempresa Caputto, que ahora se llamará Frutura Uruguay, y sobre todas las cosas la conformidad de recuperar los puestos de trabajo de tantos miles de salteños”, expresó. Finalmente, Albernaz anunció que “en los próximos días” se reunirá con el gerente de la nueva empresa Alejandro Buratovich, “a quien voy a expresarle mi apoyo y en mi condición de legislador estaré atento para que se cumplan todos los acuerdos a fin de evitar en el futuro, situaciones que comprometan el trabajo y la calidad de vida de los salteños”.
Manini Ríos: “Preservar los puestos de trabajo”
El 24 de mayo de 2020, en el programa Séptimo Día (Canal 12), el senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) dijo que en Uruguay se puso “una alfombra roja” para algunas inversiones como UPM que cuando finalicen van a generar apenas “300 puestos fijos de trabajo” directo y “algunos relacionados”.
“En el mismo momento la misma administración frenteamplista, a fines de noviembre de 2019 pidió la quiebra de Citrícola Salteña que tiene 1.500 empleados, o sea 5 veces más de los que va a tener UPM cuando termine, más otros tantos empleados relacionados, por una deuda de US$ 20 millones, lo pide el BROU, y en este momento se está llevando el proceso (de quiebra)”.
El senador aseveró que en lugar de buscar el cierre se debió haber oxigenado la empresa todo lo necesario para evitar su quiebra “y preservar los puestos de trabajo”.
TE PUEDE INTERESAR