En entrevista realizada en el programa La voz de La Mañana, Daniel Fernández dijo que el fraccionamiento en los almacenes es una medida que ayuda a las familias que tienen una economía más limitada, pero “al comerciante no le mueve la aguja”. También se refirió al contrabando, problema para el cual la única solución inmediata es el cero kilo.
Las intendencias de Montevideo y Canelones anunciaron que permitirán el fraccionamiento en los comercios de cercanía y para determinados productos con el fin de ayudar en la economía familiar ante la suba generalizado de los precios y el incremento de la inflación. De esa forma se pretende atender en parte los problemas económicos de las familias más humildes al momento de hacer sus compras en el almacén. Cabe señalar que según las últimas encuestas la mayor preocupación de los ciudadanos de todo el país refiere a temas económicos que desplazaron la pandemia y la inseguridad.
Daniel Fernández, presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) dijo que el fraccionamiento permitido en Canelones y Montevideo “no solucionará el problema inflacionario”, pero “va a favorecer a las clases más desprotegidas porque la gente que no tiene un ingreso estable, que vive de las changas y que debe estirar su jornal no siempre puede comprar la unidad cerrada”.
Permitir el fraccionamiento “da la posibilidad al comerciante de acercarse al vecino y permite a este poder comprar menor cantidad”.
La medida no es nueva, “ya se usaba” y con el paso dado por las intendencias mencionadas “se blanquea y es en presencia del cliente que se va a fraccionar”. Así “se da la posibilidad de estirar un poco más los pesos”, comentó.
En cuanto a la inflación, Fernández dijo que en Uruguay llevamos 15 años con 8% o 9%, “nunca llegamos a pasar el diez”, pero el problema “se agudizó muy rápido en estos últimos tres meses y anualizada estamos en 9,4%, pero si la hacemos solo en alimentos estamos en el 12% y es preocupante. Dependemos de factores externos, de la guerra, el petróleo, todo eso incide fuertemente”.
El presidente de Cambadu insistió que la medida ayuda a las familias que tienen una economía más limitada, y que “al comerciante no le mueve la aguja”.
Al vecino que tiene cien pesos “le estira” ese dinero hasta que pueda hacer otra changa y ganar otros cien pesos. “Lo ideal sería que ese ciudadano tuviera mil pesos todos los días en su bolsillo, pero no es así y la gente que vive en barrios muy carenciados, que está prendida de la luz no gana todos los días mil o dos mil pesos. Además, son familias numerosas, carenciadas, y se les da la facilidad de estirar sus cien pesos”, insistió.
La única medida efectiva es el cero kilo
Respecto a cómo resolver la diferencia cambiaria con los países vecinos, fundamentalmente con Argentina, y el problema del contrabando, Fernández dijo que “la única posibilidad de parar eso es el cero kilo” porque mientras puedan las personas continuarán cruzando la frontera. En estas condiciones, “si yo viviese en la frontera iría todos los días para el otro lado”, comentó.
El problema no es sólo los alimentos que las personas comprar para sus casas y consumo personal, sino que se dan otros fenómenos más complejos: “Familias enteras van al dentista, al oculista, en Salto desaparecieron las ópticas porque todos van a Argentina, también van a la peluquería, almuerzan, y todo eso se le saca al comercio local”.
Para corregir eso la única forma es con kilo cero, de lo contrario “no hay forma” porque “por más que bajen impuestos, que saque el IVA o el Imesi” la diferencia seguirá siendo a favor de Argentina. La media de “kilo cero ya se hizo”, recordó.
Asimismo, señaló que el problema no es sólo de los comercios de frontera porque si no detenemos el contrabando va a “llegar a la Av. 18 de Julio en Montevideo. Basta recorrer las ferias hoy” para ver la venta de “café, pasta dental, jabón de lavar, jabón de manos”.
Nadie ha podido desarmar el sistema impositivo del país
En caso de que la Dirección Nacional de Aduanas no esté en condiciones de cumplir con su cometido de acuerdo a las circunstancias que atraviesa el país, “tenemos un Ejército a 20 km de la frontera”, dijo Fernández, y sugirió “ponerlo alrededor del puente y que paren cada cien metros a cada uno que pase, que le hagan la vida imposible antes de cruzar, sino no hay forma de parar” el contrabando. “Lo vimos hace unas semanas, colas kilométricas para cruzar la frontera, se fueron 200.000 personas que habrán gastado 100 millones de dólares”.
La propuesta es porque “estamos tratando de saltar un pozo, pero si hilamos fino” hay medidas más profundas.
“Tenemos un Estado monstruoso con 400.000 funcionarios, ¿cómo no vamos a tener un país caro?, llevamos cien años de historia y nadie pudo desarmar el sistema impositivo del país”.
“Un producto que ingresa tiene más del 150% de carga fiscal, tal es así que el Gobierno dijo que iba a estudiar los impuestos, porque cuando se va a hacer la importación hay que pagar un 30% de lo importado con respecto a Aduanas, después va al LATU que llevará otro 30%, después a la Intendencia del departamento en que se va a vender que también cobra. Si algo llega a Florida tiene que pagar impuesto saliendo de Montevideo, en Canelones, para llegar a Florida; y si va Paysandú tiene 5 departamentos para pagar tasa bromatológica”, detalló.
Sobre el combustible, mencionó que “tiene más del 100% de carga fiscal, el supergas que se vende a 17 pesos en la puerta de Ancap llega a mi casa a 80 pesos, ¿quién se queda con esos 63 pesos de diferencia?”
Finalizó expresando que el sistema impositivo es como “un peaje en el que hay que dejar algo”, por eso “no va a ser nada fácil desarmarlo, porque de eso viven los ministerios de Economía, de Ganadería, de Salud”.
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