Durante el primer día del XIV Congreso Latinoamericano de la Unión Cristiana Internacional de Ejecutivos (UNIAPAC), empresarios, políticos y especialistas del sector productivo, coincidieron en la necesidad de avanzar hacia la concreción de acuerdos, que conjuguen los objetivos corporativos trazados con las políticas públicas y el bienestar de los empleados.
Imprimir la necesidad de forjar el bien común de las sociedades en los objetivos y previsiones de las empresas, fue otro de los puntos clave sobre los que se hizo énfasis durante el encuentro.
Este jueves, se inició el XIV Congreso Latinoamericano de UNIAPAC: Responsabilidad del empresario en la realidad actual de América Latina, que contó con la presencia del presidente de la República Oriental del Uruguay, Doctor Luis Lacalle Pou.
Durante la apertura del Congreso, que se desarrolla en el Hotel Sofitel de Montevideo y que concluye este viernes, se reunieron decenas de empresarios, actores clave del gobierno, representantes de organismos internacionales, autoridades eclesiásticas, entre otras figuras de relevancia del sector productivo latinoamericano, los oradores coincidieron en la necesidad de amalgamar los objetivos empresariales con el bien público y los desafíos y necesidades actuales de la sociedad.
Papa Francisco a empresarios: ser “agentes de la reconstrucción del tejido social”
Con motivo de la inauguración de estas jornadas, el Papa Francisco envió un mensaje especial a los participantes, en el que exhortó a los empresarios “a ser fieles a Jesús y a la doctrina oficial de la Iglesia, fomentando un modelo de trabajo que garantice la fraternidad y el bien común”.
El máximo Pontífice también hizo un llamamiento: “a que la actividad empresarial sea más que nunca un ejercicio de misericordia, trabajando con honestidad y empeño como agentes de la reconstrucción del tejido social, acogiendo a los más desprotegidos para incorporarlos a la sociedad”.
Por último, destacó que un buen empresario debe hacer uso de su creatividad. “Dios nos ha enseñado la creatividad. Crezcan en creatividad, no tengan miedo”.
“Las empresas valen por su equipo, por las personas que trabajan allí”
El presidente de UNIAPAC Internacional, Bruno Bobone, afirmó que “el objetivo de UNIPAC es trasladar la doctrina de la Iglesia hacia adentro de nuestras empresas, con la preocupación puesta en las personas. La persona es la solución de vida y de desarrollo de la empresa”.
“Las empresas valen por su equipo, por las personas que trabajan allí. Hay que distribuir un salario digno que le permita a cada persona pagar sus costos de vida y quedarse con algo para invertir en su propio desarrollo personal”, indicó.
Por último, elogió al presidente de la República de Uruguay, quien a su entender conjuga dos cualidades fundamentales: la creatividad y el optimismo.
Por su parte, Gigi Cavalieri de UNIAPAC Latinoamericana, hizo hincapié en que es necesario operar cambios junto a los colaboradores de las empresas. “Es preciso conocer cuáles son sus esperanzas, necesitamos tener un propósito en la vida de todos y hay que tener esa escucha, estar juntos”.
Cavalieri destacó que “tenemos muy buenas propuestas y UNIAPAC es un camino muy bueno para unir a las personas del gobierno, empresarios, sociedad civil, y ese es el punto de encuentro para salir juntos. Es un Congreso muy importante y el primero después de la pandemia. Es muy importante poder mirar a los ojos del otro, y aquí también podemos mirarnos el alma”.
“En nuestras empresas estamos al servicio de un bien mayor, para crear cosas importantes que tengan sentido para las personas”, valoró.
Por último, se dirigió al auditorio y expresó que “me gustaría que miren a las personas que tienen al lado, porque tenemos tantas posibilidades maravillosas que perdemos por no escucharnos. No podemos permitir que la tecnología genere un espacio más grande entre las personas que tienen acceso a ella y las que no lo tienen”.
“Cultivar valores de convivencia”
Rosario González Stewart de ACDE Uruguay, recordó los orígenes de la Asociación y, para ratificar su vigencia, leyó parte de un documento escrito por uno de sus fundadores, Héctor Sapriza, empresario y uno de los dueños de la empresa uruguaya Sagrín.
Sapriza manifestaba: “Nuestras empresas no deben ser campos de batallas de origen de luchas sociales, sino forjadoras de hombres, escuelas de democracia, donde todos y cada uno tenga la oportunidad no solo de encontrar los medios de subsistencia, sino también de expresar y desarrollar su personalidad, donde en la cooperación, en el trabajo en común, se cultiven valores de convivencia como la solidaridad y la fraternidad, y donde cada trabajador dentro de la empresa en el ejercicio de su libertad y responsabilidad, madure como hombre y ciudadano”.
En este sentido, González Stewart resaltó la relevancia de promover la formación profesional dentro de las empresas, a fin de garantizar el crecimiento corporativo y personal.
Vínculos institucionales
Durante el Módulo institucional, que contó con la moderación de Luis A. Bameule, ex presidente de UNIAPAC Latinoamericana, Argentina, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay, Pablo Mieres, profundizó en el vínculo de los partidos políticos con el entramado empresarial. “Es muy importante pensar qué formas de relacionamiento pueden existir entre el sistema político y los empresarios. Ver al político como impulsor de políticas públicas, orientadas al bien del desarrollo común y al empresario, como quien pone su capacidad de gestión, creatividad y riesgo, al servicio de del crecimiento de su propio emprendimiento y de la sociedad”.
Para Mieres, no hay que ceder ante la tentación corporativa, en el entendido de que las empresas persiguen objetivos ineludibles, tienen la función de desarrollarse y crecer, “pero sus reivindicaciones particulares tienen que estar equilibradas con la consideración del bien común y comunitario”.
El ministro también se refirió a la dificultad que muchas veces entrañan las dinámicas de las relaciones laborales, ligadas “a un paradigma cultural que se traduce en una pulseada entre empresarios y trabajadores en pos de avances o retrocesos, convirtiéndose en un juego de suma cero. Esta situación opera en detrimento de un paradigma más moderno, imperante en las sociedades más desarrolladas, en el que se reconoce que más allá de los intereses contrapuestos, existe un ancho campo de convergencia y colaboración posible entre ambos actores”.
Por su parte, el presidente de Desarrollo en Democracia de Paraguay, Alberto Acosta Garbarino, analizó que previo a las elecciones, se transita un momento de indefinición caracterizado por el discurso ambiguo del candidato que pugna por ser elegido. En la segunda parte, “es momento de afianzar las políticas públicas que den solución a los problemas de la sociedad, como la falta de educación, seguridad y salud, entre otros”.
Desde este punto de vista, Acosta destacó que es clave que el empresariado proponga políticas públicas, para lo que sugirió fortalecer las organizaciones intermedias y rodearse de especialistas calificados en los que decididamente se debe invertir.
“Si queremos influir, tenemos que entender la lógica política. Y es necesario presentar propuestas éticas, técnicamente bien redactadas y políticamente viables para que sean tenidas en cuenta”, afirmó.
El ex presidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires, Argentina, Guillermo Lipera, expresó que sería deseable que “todos los empresarios se ocupen de conocer cómo funciona un sistema democrático. Mi sueño es que tomen un curso de constitucionalidad para no abogados. Hay un mínimo que tienen que saber. Para poder corregir a los políticos, intercambiar o colaborar, uno tiene que formarse. Es irresponsable ocupar un lugar importante en una empresa sin los conocimientos necesarios”.
Lipera también apeló a ampliar la participación político-partidaria en la sociedad latinoamericana. “Como ciudadanos, tenemos la obligación de participar activamente de un partido político y esto no configura un pecado, sino que es nuestra responsabilidad, porque los partidos políticos son quienes administran el poder (…) Necesitamos promover que muchos jóvenes se acerquen a la política, para nutrir de savia a los partidos. Los partidos políticos son las arterias de un Estado”.
Acerca de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa
La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) es una asociación sin fines de lucro, que ofrece a sus socios integrar una red mediante la cual se apoyan mutuamente, para afrontar los desafíos del mundo empresarial y, guiados por nuestros valores, transformar sus empresas e incidir en el entorno. Esta transformación busca l sustentabilidad de las empresas a través de una gestión basada en la dignidad de las personas y el bien común.
Acerca de UNIAPAC
La Unión Cristiana Internacional de Ejecutivos (UNIAPAC) es una organización ecuménica y una organización internacional sin fines de lucro con sede en París, que federa asociaciones de todo el mundo y que congrega a 45 mil miembros activos en 40 países en todos los continentes.
Inspirado en el pensamiento social cristiano, su objetivo es promover entre los líderes empresariales la visión y la aplicación de una economía que sirva a la persona humana y al bien común de la humanidad en general. UNIAPAC aboga por una economía libre, basada en el respeto de la dignidad de la persona y el sentido del bien común.
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