Como siempre, Carolina Cosse salió a contar su versión de algo que la tiene como principal culpable.
Esa soberbia que la caracteriza, que la ha llevado a abusar de su poder hasta imponer el gasto de US$ 110 millones (luego de haber presupuestado US$ 40 millones) para construir un estadio de básquet que deja millonarias pérdidas, le hizo saltar la térmica y salir, con cajas destempladas, a acusar a la oposición de algo que, no solo ella es la única responsable, sino que, además, una vez más estaba actuando de manera artera.
Veamos, de las 80.000 personas que de acuerdo al plan maestro (que viene de las épocas del intendente Rachetti), correspondía hacerles saneamiento en esta etapa, con la financiación del préstamo del BID, solo previeron hacerlo para 2.000 personas y destinar la mayor parte de esos US$ 70 millones para el tema de la basura, que después de 32 años no han podido resolver.
Estuvieron 70 días negociando para aumentar esa cifra y la IM no la modificó.
¿De quién es la culpa?
Esas 80.000 personas que deberían haber sido beneficiadas, a pesar de obtenerse el préstamo. Se hubieran quedado sin saneamiento e inundadas y los montevideanos endeudados por 25 años.
Sin duda hay que buscar la forma de resolver eso, porque lo que más importa es la gente, que vive en ese contexto inadmisible.
Lo de la basura, para eso pagamos Contribución e impuestos, pero, la incapacidad e inoperancia, sumadas al uso ideológico de los recursos que aportamos (casi US$ 2 millones por día), les impide cumplir con su responsabilidad.
Lamentablemente se usa ese dinero para pagar TV Ciudad, las murgas y tantas otras cosas, de segunda importancia. Con eso, se resolvería lo del saneamiento y la basura y, se podría haber encarado hacer el saneamiento, como está previsto en el plan maestro. Es decir, la ciudad limpia y esas 80.000 personas con el saneamiento que corresponde para una vida mejor.
Bien por la oposición, que esta vez impidió otro despilfarro como el del Antel Arena.
Agustín Tajes
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