¿El qué? ¿Pagar en rublos? Impensable, ni siquiera mencionar la palabra dicen los funcionarios y autoridades de la Unión Europea. En su lugar, Europa ha exigido formalmente que las importaciones rusas sean pagas con euros de Schrödinger, como explicaré a continuación. Entendamos esto, amigos: la UE no quiere pagar en rublos –o en oro– porque está jugando a “hacer que paga” por las importaciones rusas, pretendiendo hacer el truco de “imprimir y depositar + congelar y esconder”. Lo anterior sería el equivalente a que usted pretenda “pagar” en la caja de cualquier comercio con una foto de una caja totalmente sellada que dice contener “dinero”, y que mantendrá escondida en su casa –sin abrir– todo el tiempo que quiera. En el pasado, las importaciones rusas se pagaban mediante transferencias bancarias comunes y corrientes a las cuentas de los exportadores rusos en los bancos de la UE. Ahora la UE ha ordenado congelar esas transferencias apenas se reciban, de modo que Rusia –o cualquier otra persona– no pueda utilizar esos euros. Por supuesto, puedo imaginar a los maniáticos a cargo argumentando que esto sólo sería “temporal” y que, tan pronto como Rusia se retire de Ucrania bajo términos “aceptables”, todo volverá a la normalidad. Hace así su entrada entonces el “euro de Schrödinger” por el cual el hipotético ‘dinero’ debe ser considerado simultáneamente existente e inexistente… a-la-UE. En el ambiente comercial actual, solo un tonto aceptaría un pago así por cualquier cosa –ni siquiera por un chicle–, y debería considerarse la propuesta más infantil jamás hecha en la historia del comercio. Es también un insulto patente de unos ilusionistas inmaduros que intentan desafiar la Ley de la Gravedad Financiera, mientras se hunden cada vez más en su propio pozo de lodo.
Jorge Vilches, sociólogo español, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, en The Saker
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