El organismo integrado por los parlamentos nacionales de América Latina y el Caribe llama a evitar que el alza en los precios agrave situaciones de hambre y malnutrición.
El 28 de abril en Panamá, la Mesa Directiva del Parlatino analizó la coyuntura de suba de precios de los alimentos en el mundo y convocó a tomar acciones que tiendan a corregir o minimizar los impactos de la situación.
La Mesa Directiva está compuesta por legisladores de diferentes países, por Uruguay el diputado Juan M. Rodríguez (Partido Nacional).
En una declaración de 4 páginas destacó el alza de precios que según el índice que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publica desde 1990 ha llegado a valores récord.
América Latina “ha sufrido un aumento adicional de la inflación” como consecuencia de la pandemia y la guerra en el mar Negro, una zona de gran importancia en la producción y suministro de productos agrícolas (cebada, trigo, maíz) como fertilizantes. Rusia y Ucrania “representan más de un tercio de las exportaciones mundiales de cereales y el 52% del mercado mundial de exportación de aceite de girasol”, y los fertilizantes son un insumo “necesario para la actividad agrícola”.
A los precios se agregan los problemas en el “suministro”, las “dificultades logísticas y la restricción de exportaciones derivada del actual conflicto”, todo lo cual implica un “impactos sobre la seguridad alimentaria global” del que América Latina y el Caribe no escapan.
“El conflicto también está produciendo importantes aumentos en los precios de la energía, con consecuencias negativas para el sector agrícola e impactos directos sobre el precio de los alimentos”, añade.
En ese escenario, el Parlatino observó una “imperiosa necesidad de mitigar y revertir las cifras de hambre y malnutrición” en América Latina y el Caribe. Datos de la FAO muestran que entre 2019 y 2020 hubo “un incremento de 13,8 millones de personas padeciendo hambre, sumando un total de 59,7 millones de personas en esa condición”, a la vez que “la inseguridad alimentaria moderada o severa aumentó en nueve puntos porcentuales, afectando al 41% de la población”, o sea 267 millones de personas.
Por tanto hay “urgencia” por “evitar que el alza en los precios de los alimentos termine agravando aún más las cifras de hambre y malnutrición”.
“Monitorear los precios para garantizar que sea justo para las familias”
Frente a lo anterior, el Parlatino exhorta “a los gobiernos y parlamentos de la región a generar las condiciones, marcos normativos y políticas que permitan mitigar los graves efectos del alza de los precios de los alimentos”.
Es “un tema que afecta a todos los hogares”, pero “de forma más aguda a aquellos de menores ingresos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional y la garantía de protección del derecho humano a la alimentación adecuada”.
“Alentamos a promover el acceso a los mercados, manteniendo abierto el comercio internacional de alimentos y fertilizantes, y, a nivel interno, estimulando la infraestructura y los mecanismos innovadores de distribución de alimentos, mediante el desarrollo de medidas para apoyar la comercialización de los productos de los agricultores, en particular de la agricultura familiar”, señala la declaración.
Asimismo solicita que se realice “un monitoreo de los precios de los alimentos en la región para garantizar un precio justo a las familias”.
El Parlatino convocó a gobiernos y parlamentos “a continuar y ampliar las medidas de protección social para la recuperación económica en los grupos sujetos a mayores vulnerabilidades, para protegerlos ante los efectos del alza en los precios de los alimentos”.
TE PUEDE INTERESAR