Juan Banchero se trasladó desde Carmelo a la Facultad de Veterinaria en ruta 8 y ruta 102, el trayecto le llevó 7 días.
Esta semana Juan Banchero recibió el título de Médico Veterinario de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República. El hecho en sí mismo no tendría mayor destaque, cada año, jóvenes de todo el país cumplen con ese ceremonial en las diversas facultades sin que eso se transforme en noticia.
La particularidad es que Banchero recorrió 240 kilómetros a caballo, desde la ciudad de Carmelo (Colonia), para recibir su título.
En 2007 ingresó a Facultad, quería ser veterinario, y se prometió que al terminar la carrera iría a buscar su título a caballo desde Carmelo, su ciudad, publicó la web de la Facultad de Veterinaria destacando el hecho.
El lunes 9 de mayo a las 11.00 horas cumplió su promesa y llegó. Lo esperaban las autoridades que le entregarían el diploma, además de funcionarios, otros estudiantes y por supuesto sus familiares.
El recorrido le llevó 7 días y 3 horas, comenzó en Carmelo el lunes 2 de mayo a las 08.00 horas. Los tramos recorridos fueron de 40 kilómetros promedio por día, 20 de mañana y 20 en la tarde.
En el trayecto fue acompañado por su padre Roberto, una amiga de nombre Agustina, y Mario que se ocupó del apoyo logístico.
Sacrificio y amor por la profesión
En el acto hizo uso de la palabra María Laura Sorondo, asistente académica, quien recalcó “el sacrificio” y el “amar lo que uno está haciendo”.
Banchero en tanto tuvo palabras de agradecimiento y subrayó con emoción que “al principio” fue “duro, pero hermoso” el esfuerzo realizado para llegar a la meta alcanzada.
Por último, el decano de Facultad José Piaggio le entregó el título y expresó que “cuando uno quiere algo hay que trabajar para lograrlo”.
Un esfuerzo de todos
Marta, madre de Juan, dijo a Telenoche (canal 4) que no podía hablar mucho por la emoción que sentía, pero “fue un esfuerzo de todos” con “la familia muy unida” lo que “dio sus frutos”.
Roberto, su padre, recordó que en 2002 él y su esposa Marta perdieron el trabajo, pero “la luchamos y Juan pudo venirse al hogar de Colonia en Montevideo donde estuvo dos años y ese fue el puntapié inicial de nuestro esfuerzo y de él”.
Sus padres recordaron que muchas veces apenas podían ver a su hijo una vez por mes, cuando la Intendencia de Colonia podías facilitaba un pasaje para viajar a Montevideo.
En ese esfuerzo familiar “la madre ha sido un pilar fundamental, porque le enseñó hasta cómo planchar una camisa”, resumió Roberto.
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