Existe un lugar muy cerquita de Cardal (Florida), Capital de la Cuenca Lechera, donde un establecimiento familiar se trasformó desde hace algunos años también en una atracción turística. Andrea y su familia no solamente acumulan varias generaciones de tamberos en la zona sino además las ganas y las condiciones necesarias para recibir a los visitantes que pasarán un día en un ambiente natural, podrán probar una exquisita carta en base de alimentos derivados de la leche e inclusive participar de la rutina diaria del establecimiento.
Por ahí dicen que las oportunidades solo pasan una vez y aunque es difícil comprobarlo está claro que Andrea y su familia son un ejemplo de esta máxima que cada tanto alguien se encarga de recordar. Así surgió “La Oportunidad” y no podía llamarse de otra manera. Se trata de un lugar productivo cómo tantos en la zona, comúnmente conocido como tambo, que se transformó en una atracción turística para quienes deseen (y hasta el momento han sido muchos desde sus inicios) pasar un grato momento en familia o entre amigos en una ambiente natural, cálido y dónde pueden inclusive formar parte de la rutina diaria del establecimiento.
Cómo no podía ser de otra manera el establecimiento se encuentra enclavado a un pasito de Cardal, Capital de la Cuenca Lechera de nuestro país. Para llegar hasta allí deben tomar la ruta 77 y en el kilómetro 14.500 se encontrarán con este emprendimiento familiar. Cómo lo dice la portada de su página web, La Oportunidad se encuentra en el corazón de la Ruta de la Leche, destino turístico que atraviesa varios pueblos y zonas rurales en el sur del departamento de Florida.
Tercera y cuarta generación de tamberos
Andrea y Daniel están al frente del tambo que para el caso de la primera es la cuarta generación de productores, mientras que su esposo conforma la tercera generación en el rubro. Con orgullo cuenta a La Mañana que sus abuelos fueron uno de los primeros tambos que hubo en la zona y aunque no en el lugar donde hoy producen, continúan con esa tradición lechera que recibieron desde pequeños a través de varias generaciones. Inclusive las vacas que producen la leche a diario pertenecen a las generaciones de animales que formaron parte de los rodeos de los tambos de ambas familias desde sus orígenes en la zona.
Fue el 1 de mayo de 1995 cuando la pareja asumió los riesgos y responsabilidad de ponerse al frente del establecimiento para comenzar un camino que ya conocían pero que también conformaba todo un desafío. No fue hasta 2016 cuando Andrea impulsada por su trabajo previo dentro de las actividades de turismo comunitario que cobraba fuerza en Cardal (por ese entonces la comisión de turismo comunitario de la localidad estaba abocada a la organización de visitas a la Capilla Fenocchi, una de las atracciones que hasta nuestros días sigue siendo muy concurrida), tomó la iniciativa de comenzar a recibir visitantes en su establecimiento.
Para la mayoría es una experiencia novedosa
Los primeros visitantes provinieron de Montevideo con todo lo novedoso que para ellos implicaba conocer de primera mano un emprendimiento productivo como la lechería y sus rutinas transversales a los 365 días del año. Andrea Baracco contó a La Mañana que el no estar conectado con la realidad en el campo “como se trabaja, como se produce la leche, cuales son las zonas más idóneas para producir leche, que requerimientos necesita una vaca para estar en su máximo potencial lechero, cuánto dura el embarazo de la vaca” son curiosidades que “a todo el mundo le llama la atención”.
Si bien en su gran mayoría el flujo de turistas que llega a La Oportunidad está conformado por adultos mayores desde sus inicios, la pandemia trajo consigo otro público conformado por familias que también buscan experiencias que los conecten con la naturaleza y la producción. Y en estas experiencias es muy común escuchar comentarios donde los visitantes se conectan con su pasado. Andrea rememora alguno de estos comentarios; “me acuerdo que esto lo hacía cuando era chica”, “cuando visitaba a mis abuelos en campaña” o “cuando visitábamos a los primos en el campo”.
Un día en La Oportunidad
Las propuestas del tambo se concentran en un día completo en el establecimiento o compartiendo con otras atracciones turísticas de la zona durante un fin de semana. En el establecimiento pueden disfrutar de una vista guiada por los rincones del predio, un espacio de degustaciones de quesos, vinos y dulces, participar de un almuerzo basado en alimentos preparados con leche, donde la vedette de la carta es el matambre a la leche aunque no menor importancia tiene el arroz con leche, el postre que también es la marca registrada de la zona. Luego del almuerzo existe la posibilidad de visitar la capilla Fenocchi, una de las atracciones de la zona ya sea por sus características, el lugar donde se encuentra emplazada y la historia familiar que la rodea. Y al regreso al establecimiento se los espera con una nutrida y cariñosamente preparada merienda en casa y la oportunidad de ver como se realiza el ordeñe de las vacas (tarea habitual que se lleva adelante dos veces al día).
La pandemia fue otra oportunidad
Estos dos años de pandemia en el cual el turismo fue uno de los rubros más afectados debido a la importancia que el distanciamiento social cobraba para evitar contagios, fue otra “oportunidad” para Andrea y su familia. Parte de este tiempo lo dedicaron a mejorar la infraestructura para recibir a sus visitantes. En familia, y así lo subrayó la entrevistada, pensaron y llevaron adelante diversas obras para “construir un lugarcito bien acogedor”, pero que no perdiera su contexto natural.
Con el desarrollo del turismo en Cardal y la Ruta de la Leche en esa zona del departamento de Florida, Andrea descubrió una vocación que desde entonces ha volcado en “La Oportunidad”. Contó que siempre tuvo ese espíritu aventurero que poseen los amantes del turismo y que antes ya lo desarrollaba cuando invitaba a sus amigos y conocidos para que formaran parte del tour que ella visitaba.
Un lugar natural para visitar
Andrea junto a su esposo Daniel y sus hijos Manuel y Aldana siguen proyectando su vida familiar a través de la lechería y en su propio emprendimiento turístico. El ambiente natural, la responsabilidad de producir leche para los uruguayos, la tranquilidad de un pueblo como Cardal que desde que fue declarada “Capital de la Cuenca Lechera de nuestro país” figura entre las atracciones importantes de la agenda nacional y el espíritu emprendedor de sus propietarios, conspiran para que La Oportunidad sea un lugar que los uruguayos deberían visitar. Para contactarse o agendar una visita pueden acceder a más información a través de su página web www.tambolaoportunidad.com o a través de sus redes sociales en Facebook o Instagram. También el emprendimiento tiene presencia en las vías de comunicación del Ministerio de Turismo y en la Sociedad Uruguaya de Turismo Rural y Natural.
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