Goldman Sachs pronostica un barril de petróleo a US$ 135 para fines de este año mientras la OPEP+ decide aumentar la producción de hidrocarburos. Estados Unidos celebra la medida mientras declara emergencia energética por falta de electricidad. Por otro lado, más de 24 países anunciaron restricciones a las exportaciones de alimentos hasta fin de año.
Desde los comienzos de la humanidad, la energía y los alimentos han sido la base misma en la que se han cimentado las civilizaciones y también su destino, sea primero el auge o directamente la caída. Actualmente nuestro sistema internacional intenta recomponerse de lo que fue la paralización masiva iniciada a principios de 2020 por la pandemia de coronavirus, afectando fuertemente el comercio y la producción.
A esta situación se le sumó la invasión rusa a Ucrania, que afectó el mercado de petróleo, gas y de trigo debido a sanciones de países occidentales, que a nivel mundial suma presión a las economías nacionales. El acercamiento aún mayor de Rusia a Asia a causa de las sanciones económicas acelera el ascenso asiático a nivel geopolítico y geoeconómico en una nueva era de globalización fragmentada en un mundo posoccidental propio de un sistema internacional multipolar.
En este contexto, el pasado jueves se celebró de manera virtual la 29ª Reunión Ministerial de los miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de los no miembros de la OPEP. Esta fue la primera reunión de los países productores desde que la Unión Europea (UE) aplicó sanciones al petróleo ruso. La organización está compuesta por Arabia Saudita, Irak, Kuwait, Irán, Venezuela, Libia, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Angola, Gabón, Guinea Ecuatorial y Congo como miembros, y Rusia, México y Kazajistán entre otros están relacionados a la OPEP como socios.
Aumentar la producción fue la medida más importante de la cumbre, buscando dejar atrás los recortes acordados entre los miembros durante la pandemia al sumar 432.000 barriles más por día. No obstante, Goldman Sachs publicó un informe el lunes pasado afirmando que el barril de petróleo llegará a los US$ 135 durante los últimos 6 meses de este año y la primera parte del 2023, según el diario financiero estadounidense Barron’s. “Si bien la producción rusa ha sido más alta de lo esperado hasta ahora, caerá aún más”, afirma la nota. China también será un factor de aumento de precios ya que, según Goldman Sachs, “el aumento de la demanda de China, que se ha visto amortiguada por estrictos bloqueos que apenas se están levantando, impulsará los precios al alza”.
Estados Unidos “da la bienvenida” al aumento de la producción, dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una declaración preparada. “Estados Unidos continuará utilizando todas las herramientas a su disposición para abordar las presiones de los precios de la energía”, expresó, según Associated Press.
Estados Unidos declara la emergencia energética y el petróleo venezolano vuelve a Europa
El pasado martes la Casa Blanca emitió un comunicado en el que declara la emergencia energética y autoriza la importación sin aranceles de paneles solares desde el Sudeste Asiático.
El mensaje escrito emitido por el presidente Joe Biden afirma que las causas son “la invasión rusa de Ucrania y los fenómenos meteorológicos extremos exacerbados por el cambio climático. Por ejemplo, en algunas partes del país, las condiciones de sequía junto con las olas de calor están provocando simultáneamente cortes en el suministro eléctrico y una demanda récord de electricidad”. Además de la importación de todos los insumos para generar más energía solar, la emergencia energética permite que “las empresas de servicios públicos y los operadores de la red deben participar en una planificación anticipada para construir nueva capacidad ahora para satisfacer la demanda esperada de los clientes”.
En tanto, Washington autorizó a las empresas energéticas Repsol y Eni, de España e Italia respectivamente, a reiniciar los envíos de petróleo desde Venezuela hacia Europa a partir del próximo mes. Esta medida se da luego de que Estados Unidos haya relajado las sanciones a Venezuela, que desde el año 2019 prohibían las importaciones de crudo desde el país sudamericano. De acuerdo a Reuters, Estados Unidos espera que esta medida ayude a reducir la dependencia europea del petróleo ruso.
“Estados Unidos hace una semana dio unos pasos leves pero significativos al entregar licencias a Chevron, Eni y Repsol para iniciar procesos que lleven a producir gas y petróleo en Venezuela para exportar a sus mercados naturales”, dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el pasado 4 de junio, según el video divulgado en Twitter por PDVSA.
De acuerdo a la página web de Repsol, este inició sus operaciones en Venezuela en 1993 y sostiene que gestiona “varios activos de crudo y gas en fase de desarrollo y producción” en el país; por ejemplo, Campo Perla con gas offshore, “los proyectos de desarrollo de crudo en PetroCarabobo y la exploración y explotación de hidrocarburos gaseosos en el bloque Quiriquire”. Mientras tanto, ENI de Italia empezó sus operaciones en Venezuela en 1998 en el marco de exploración, producción, refinación y comercialización de hidrocarburos.
India aclara sobre compra de petróleo ruso
El petróleo ruso también es motivo de tensiones para India, quien es comprador y a la vez es criticado desde Occidente, con varios países de esa zona que son aliados del gigante del índico. “India no es conducto para el petróleo ruso”, afirmó el viernes pasado el ministro De Relaciones Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, respecto a acusaciones que sostenían que el país era un canal de ventas rusas hacia Occidente. Según el diario indio The Hindu, el jerarca dijo: “Hay una enorme escasez de petróleo… Acceder al petróleo es difícil. Un país como la India estaría loco por obtener petróleo de alguien y vendérselo a otra persona. Esto no tiene sentido”.
También criticó a Europa por su doble estándar respecto a las críticas a India por comprar petróleo a Rusia mientras en el viejo continente se hacen excepciones para importar gas y petróleo desde Rusia. “Europa tiene que salir de la mentalidad de que los problemas de Europa son los problemas del mundo. Pero los problemas del mundo no son los problemas de Europa”, dijo Jaishankar durante su participación en el GLOBSEC el pasado viernes en Eslovaquia respondiendo la pregunta hecha por un periodista.
Decenas de países limitan sus exportaciones de alimentos
Según el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), 25 países limitaron sus exportaciones de alimentos hasta fin de año. Trigo, harina, aceite vegetal, soja, papas, tomates, cebollas, ganado en pie, azúcar, pollo, carne vacuna, semillas de girasol, aceite de girasol, manteca, aceite de oliva y arroz son algunos de los alimentos que países como Turquía, Bielorrusia, Rusia, Ucrania, Kazajistán, Irán, India, Indonesia, Argentina, Serbia, Túnez, Paquistán, Líbano, Kuwait, Egipto, Camerún o Argelia, entre otros, decidieron aplicar hasta fin de este año.
El think thank estadounidense The Atlantic Council sostiene que Rusia y Ucrania son responsables de “casi el 90% de las importaciones de trigo del Líbano, más del 72% de las de Egipto y el 80% de las de Turquía”. Además tanto Rusia como Ucrania son responsables por casi la mitad de la producción y exportación de aceite de girasol, el cual también ambos países han restringido según el IFPRI.
Respecto a Brasil, menciona que es “uno de los mayores productores agrícolas del mundo y el mayor importador de fertilizantes del mundo” y que “obtiene el 21% de sus importaciones de fertilizantes nitrogenados de Rusia y el 44% de sus importaciones de potasio de Rusia y Bielorrusia”. India actualmente es el mayor productor de caña de azúcar según el informe titulado “Azúcar: mercados y comercio mundial” del Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Además, The Atlantic Council afirma que Indonesia depende de casi la mitad de sus exportaciones mensuales de aceite de palma.
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